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Exprimer ministro irlandés: "Veo posible un referéndum de reunificación de Irlanda en esta década"
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Entrevista a Bertie Ahern

Exprimer ministro irlandés: "Veo posible un referéndum de reunificación de Irlanda en esta década"

Ahern, uno de los arquitectos del Acuerdo de Viernes Santo que puso fin al conflicto de Irlanda del Norte, recuerda las arduas negociaciones para conseguir la paz

Foto: El exprimer ministro Bertie Ahern, el 21 de marzo de 2023. Mostafa Darwish /EFE
El exprimer ministro Bertie Ahern, el 21 de marzo de 2023. Mostafa Darwish /EFE

Durante 30 años, católicos y protestantes en Irlanda del Norte protagonizaron los Troubles, un sangriento conflicto en el que más de 3.500 personas perdieron la vida. Mientras que el sueño de los nacionalistas republicanos es conseguir la reunificación de Irlanda, los monárquicos unionistas quieren seguir siendo parte del Reino Unido.

Después de unas negociaciones difíciles que involucraron tanto a Londres y Dublín como Washington, el 10 de abril de 1998 se conseguía sellar la paz con el histórico Acuerdo de Viernes Santo, que entre otros, obliga ahora a ambas comunidades a gobernar en coalición. La convivencia (aunque con tensiones) se ha transformado. Al igual que la economía (el PIB se ha duplicado) gracias a la inversión externa, comercio y turismo.

Foto: Protesta por el asesinato del agente John Caldwell en Omagh, Irlanda del Norte. (Getty/Charles McQuillan)

A simple vista, Belfast podría parecer ahora como cualquier otra ciudad europea. Pero la región está llena de excepcionalidades. Y con el Brexit todos los retos que plantea la frontera que divide a la República de Irlanda con la provincia británica se acentúan. El exprimer ministro irlandés, Bertie Ahern (Dublín, 1951), uno de los arquitectos del pacto histórico, recuerda cómo fueron las conversaciones, hace balance de estos últimos años y habla de la posibilidad real de un referéndum de reunificación.

PREGUNTA. ¿Tras años de arduas negociaciones, que le pasa a uno por la cabeza cuándo finalmente ve que se ha logrado cerrar un acuerdo histórico de paz?

RESPUESTA. Lo mejor de ese día fue poder ofrecer a la gente una oportunidad para poder salir a la calle sin miedo a morir. Esa fue la parte más importante para mí. Durante las negociaciones, Tony Blair y yo hablamos de que queríamos llevar a cabo un proceso inclusivo que involucrara a todas las partes y que integrara todos los problemas. Algunas cosas funcionaron bien, otras no tanto. Pero la razón por la que el acuerdo ha durado tanto tiempo es porque implicamos a todos y abordamos absolutamente todos los puntos que habían estado causando problemas durante el largo conflicto.

P. ¿Cómo es de difícil y a la vez cómo es de importante ser capaz de negociar un acuerdo de paz implicando a la gente que tiene las armas?

R. Los grupos armados de ambos bandos tuvieron que adherirse a los principios de George Mitchell, que dicen que no puedes estar en la mesa de negociaciones si todavía estás involucrado en la violencia. Pero fue muy difícil porque estas organizaciones no son ejércitos profesionales. Pueden estar bien organizados, pero no siempre controlan a todos sus propios miembros. En las negociaciones de enero y febrero de 1997, que fueron solo unos meses antes de la conclusión del Acuerdo de Viernes Santo, en un momento tuvimos que sacar a Sinn Féin durante unas semanas porque entonces el IRA estaba involucrado en violencia.

En otra etapa tuvimos que sacar al Partido Demócrata del Ulster porque los paramilitares unionistas también estaban involucrados en la violencia. Fue muy complicado. Los gobiernos soberanos siempre tienen que tener mucho cuidado con quién tratan. Pero, al mismo tiempo, es muy importante que si se mantienen discusiones para resolver un problema, se involucre a las personas que están causando ese problema. Hubo altibajos, pero al final funcionó.

P. ¿A nivel personal, quién le impresionó más durante todo ese intenso período?

R. Trabajar con Tony Blair fue fantástico. Los políticos irlandeses y británicos tradicionalmente no se llevaban muy bien y no confiaban demasiado el uno en el otro. Pero encontré en Tony Blair una figura honesta, con la que tenía confianza. Fue un verdadero placer trabajar con él. Pero no quiero señalar sólo a una persona. Todas las partes fueron clave. Venían de diferentes perspectivas. Muchos de ellos no se conocían. Personas como John Hume (SDLP), Gerry Adams (Sinn Féin), Seamus Mallon (SDLP), David Trimble (UUP), Ian Paisley (DUP) que salió de las negociaciones, pero luego se incorporó con el Acuerdo de St. Andrews… Fue muy duro para todos y todos realmente se esforzaron. Fueron unas negociaciones exhaustas y complicadas. Muchos de ellos ya han fallecido. Hemos perdido a mucha gente buena. Y para ser honesto es difícil reemplazarlos.

placeholder El exprimer ministro británico, Tony Blar, y su homólogo irlandés, Bertie Ahern, en 1998. (Imagen de archivo)
El exprimer ministro británico, Tony Blar, y su homólogo irlandés, Bertie Ahern, en 1998. (Imagen de archivo)

P. Son muchos los que consideran que la generación actual de líderes políticos no está a la altura.

R. Cuando tienes a líderes políticos que cuentan con gran experiencia y transmiten credibilidad luego es complejo reemplazarlos. Eran líderes valientes. Yo creo que en estos momentos falta valentía.

P. ¿Por qué siguen existiendo alrededor de 100 muros en Belfast que separan los barrios católicos y protestantes?

R. Creo que si muchos se derrumbaran a día de hoy no habría diferencia. Eventualmente alguien tiene que tomar una decisión sobre cuáles pueden tirarse y cuáles no. La gente de alguna manera está por delante de los políticos. Con el tiempo yo creo que se podrán eliminar la mayoría de los muros.

P. Hablemos del Acuerdo de Viernes Santo. Una de las partes claves es que las formaciones de ambas comunidades gobiernen en coalición, pero esto ha sido utilizado para bloquear el Ejecutivo por varias razones. Ahora mismo, no hay Gobierno en Belfast porque los unionistas del DUP no están de acuerdo con los nuevos controles aduaneros de la era post Brexit. Hay muchas voces que están pidiendo revisar el Acuerdo de Viernes Santo. ¿Usted cree que debe ser actualizado?

R. En el acuerdo hay una cláusula de revisión que ambas partes pueden activar si quieren cambiar algo. Lo frustrante es que el acuerdo funciona muy bien para la gente, pero no tanto para los políticos. Son los políticos los que crean estas parálisis en las instituciones por cuestiones que nada tienen que ver con los años de conflicto. En su día, el Sinn Féin bloqueó el Ejecutivo por un tema de planes energéticos y ahora el DUP está haciendo lo mismo por temas relacionados con el Brexit.

Lo frustrante es que el acuerdo funciona muy bien para la gente, pero no tanto para los políticos

Lo que tenemos es que encontrar una manera en la que ambas partes dejen de bloquear las instituciones simplemente porque no consiguen salirse con la suya. Y eso se tiene que hacer por consenso. No podemos imponerlo porque eso alteraría el equilibrio. Pero hay que encontrar una forma de hacerlo porque es ridículo que se cumplan ya quince meses de las últimas elecciones en Irlanda del Norte y la gente a día de hoy siga sin Gobierno. No es una posición sostenible y no es lo que merecen los ciudadanos.

P. El Acuerdo de Viernes Santo establece que no puede haber frontera dura entre la República de Irlanda y la provincia británica de Irlanda del Norte. Pero ahora que el Reino Unido ya no está en la UE cumplir con esta cuestión plantea todo un reto. ¿Hasta qué punto el Brexit ha sido un factor disruptivo en Irlanda?

R. El Brexit desde luego ha sido muy disruptivo y de poca ayuda. Ha creado muchas dificultades. Cuando hace más de 25 años estábamos negociando nadie pensó en la posibilidad de que el Reino Unido pudiera salir de la UE. Ni siquiera en los momentos más complicados o exhaustos se llegó a plantear este escenario. Así que definitivamente cuando ocurrió fue algo completamente inesperado. La Unión Europea ha sido de gran ayuda para que Irlanda pueda hacer frente a este problema. Fue muy difícil además lidiar con el Gobierno de Boris Johnson. No pudimos progresar mucho con él. Así que agradecemos ahora que con Rishi Sunak (actual primer ministro británico) las cosas hayan sido mucho más constructivas.

P. Con Rishi Sunak, Londres y Bruselas han logrado cerrar un nuevo marco, el Acuerdo de Windsor, que, entre otros, reduce considerablemente los controles aduaneros. Aun así, los unionistas del DUP consideran que sigue siendo insuficiente.

R. Espero que el Acuerdo de Windsor resuelva las cuestiones pendientes. El DUP sigue pidiendo más aclaraciones al Gobierno británico, no a la UE, y espero que la situación pueda resolverse pronto porque creo que los retrasos han sido innecesarios. Hubiera sido mucho mejor si la situación se hubiera resuelto en las últimas semanas. Pero la responsabilidad ahora recae en los partidos unionistas.

P. El 25 aniversario del Acuerdo de Paz coincide con el incremento del nivel de amenaza terrorista, que pasa de ser de "sustancial" a "grave", el segundo más alto en una escala de cinco, después del intento de asesinato en febrero de un agente de Policía.

R. Siempre han existido a lo largo de las últimas décadas pequeños grupos que nunca apoyaron el pacto y no les gusta la idea de que las cosas se solucionen por la vía pacífica. Son pequeños en número, pero desgraciadamente sabemos que no se necesita mucha gente para poner una bomba o cometer actos terribles de violencia. Pero hay poco o ningún apoyo público ahora a cualquier forma de violencia. Creo más bien que la razón de que se haya aumentado el nivel se debe realmente a la visita de Joe Biden. En los próximos días también estará Bill Clinton. Yo creo que se debe más a esto. Lógicamente nunca puedes decir que no va a haber ningún problema. Pero estos grupos no cuentan con apoyo.

Foto: Ursula von der Leyen llega a Windsor para reunirse con Rishi Sunak. (Reuters/Dan Kitwood)

P. Sinn Féin hizo historia en las últimas elecciones de Irlanda del Norte al convertirse en la votación más votada y en los últimos comicios de la República de Irlanda también obtuvo grandes resultados. Según el último censo norirlandés, los católicos por primera vez superan a los protestantes. ¿Todos estos factores revelan que estamos cada vez más cerca de un referéndum de reunificación de Irlanda?

R. El Acuerdo de Viernes Santo efectivamente establece que puede haber un referéndum de reunificación. Pero en mi opinión, antes de que eso suceda, deben ocurrir dos cosas. Primero necesitas que todas las instituciones se restablezcan y funcionen con éxito durante un período sostenible. Y, segundo, necesitas un trabajo preparatorio para analizar cómo sería una Irlanda unida, cómo se podría integrar norte y sur, cómo funcionarían todas las agencias del estado y sus organizaciones comerciales y culturales. Ya hay algunos estudios académicos en marcha. Pero aún queda mucho trabajo por hacer. Los referéndums no funcionan cuando se les pregunta a la gente por escenarios que no están claros. Pasó con el Brexit y con la consulta de Escocia. Yo veo posible para final de esta década un plebiscito. Pero aún faltan muchos años para eso.

P. Hay muchos expertos que aseguran que en la propia República de Irlanda no hay ningún apetito por ver esa reunificación porque se heredaría una sociedad dividida y con problemas económicos

R. Eso no es cierto. Encuesta tras encuesta muestra que la mayoría de la gente de la República de Irlanda está a favor de la reunificación. Pero cuando les realizan la segunda pregunta sobre cómo sería o cuánto costaría ahí surgen dudas. Por lo tanto, volviendo a lo que hablábamos antes, hasta que no se expliquen las cosas con detalle la gente se mostrará escéptica. Los trabajos académicos al respecto han empezado hace poco. Pero personalmente creo que los problemas y retos relacionados con una nueva Irlanda son superables. Creo que es posible. Somos una isla pequeña, entre norte y sur, somos siete millones de personas. Así que creo que la reunificación es factible. Pero tanto a las personas del norte como del sur les insisto que hasta que no tengan un plan detallado no planteen un referéndum.

P. ¿Cuál es su balance de estos últimos 25 años?

R. El número de muertos ha sido pequeño en relación a los miles que han sobrevivido. En Irlanda del Norte los jóvenes se están olvidando de lo que fueron los Troubles. Yo aún estaba en la escuela cuando estalló el conflicto. La vida era dura. No podías salir de manera normal con tus amigos. En Belfast pasadas las seis de la tarde todo el mundo estaba en casa. Tenías miedo por poder estar en el barrio equivocado. Lo primero que hacías por la mañana era chequear que en tu coche no había una bomba. Era una manera horrible de vivir. Ahora Belfast es una ciudad llena de vida. Restaurantes, clubes, cines, teatros…. Los jóvenes disfrutan. Y es hermoso verlo porque yo no pude tener esa vida. Estoy feliz de que todo eso haya terminado.

Durante 30 años, católicos y protestantes en Irlanda del Norte protagonizaron los Troubles, un sangriento conflicto en el que más de 3.500 personas perdieron la vida. Mientras que el sueño de los nacionalistas republicanos es conseguir la reunificación de Irlanda, los monárquicos unionistas quieren seguir siendo parte del Reino Unido.

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