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¿Puede cancelar un banco tus cuentas por tus creencias políticas? Eso le acaba de pasar al arquitecto del Brexit
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'enfant terrible de la política británica'

¿Puede cancelar un banco tus cuentas por tus creencias políticas? Eso le acaba de pasar al arquitecto del Brexit

El banco Coutts cancela las cuentas al controvertido político Nigel Farage, protagonista del triunfo del Brexit, creando un debate en el Reino Unido sobre la libertad de expresión

Foto: Archivo: El ex líder del partido Brexit Nigel Farage. (Reuters / Henry Nicholls)
Archivo: El ex líder del partido Brexit Nigel Farage. (Reuters / Henry Nicholls)

Su discurso euroescéptico y antiinmigración siendo líder del UKIP le convirtió en el gran protagonista del triunfo del Brexit. Es gran defensor de Donald Trump, con el que tiene una comentada amistad que le permitió ser el primer político extranjero en ser recibido por el republicano tras su triunfo en 2016. Sus referencias al colectivo LGTBI a menudo crean controversia. Y tras la invasión rusa de Ucrania, no ha criticado a Putin, sino que ha echado la culpa de todo a la UE y la OTAN.

Nigel Farage, el 'enfant terrible de la política británica' reconvertido ahora en presentador estrella del canal GB News (considerado una copia inglesa de Fox News), está acostumbrado a vivir con la polémica. De hecho, podría decirse que lo disfruta. Pero, ¿puede un banco cancelarle sus cuentas por sus creencias políticas o se está violando su libertad de expresión?

Foto: Nigel Farage, en un evento de campaña de Trump este octubre. (EFE)

Cuando Farage afirmó por primera vez que Coutts —del que era cliente desde hace una década— había cerrado su cuenta bancaria porque no aprobaba sus opiniones, muchos se negaron a creerle. La BBC y el Financial Times aseguraron, tras hablar con "fuentes cercanas a la entidad", que su capital había caído por debajo del umbral financiero requerido por el banco.

Sin embargo, el protagonista envió una solicitud con la que tuvo acceso a las actas de una reunión celebrada por el comité de riesgo reputacional de Coutss en la que se asegura que "cumple con los criterios [de contribución económica] para la retención comercial", es decir, tenía suficiente dinero, pero sus creencias "no se alinean" con los de la institución, por lo que presentaba "un riesgo de reputación material y continuo para el banco".

El episodio ha creado un debate en Reino Unido que ha llegado hasta Westminster. Preguntado al respecto este miércoles por el 'tory' euroescéptico Jacob Rees-Mogg, el primer ministro, Rishi Sunak, criticó al banco y aseguró que "no es correcto negar los servicios financieros a cualquier persona que ejerza su derecho a la libertad de expresión legal", un argumento que luego quiso además repetir en su cuenta de Twitter: "A nadie sele debe prohibir el uso de los servicios básicos por sus opiniones políticas. La libertad de expresión es la piedra angular de nuestra democracia".

Por su parte, la ministra de Interior, Suella Braverman, representante del núcleo duro del Partido Conservador, fue un paso más y recalcó que el "escándalo de Coutts expone la naturaleza siniestra de gran parte de la industria de la diversidad, equidad e inclusión". Aparentemente, cualquiera que quiera controlar nuestras fronteras y detener los barcos puede ser tildado de "xenófobo" y cerrar su cuenta bancaria en nombre de la "inclusividad".

Coutss —cuyos clientes incluyen a miembros de la familia real— es parte de NatWest Group plc, controlado en un 39% por el contribuyente tras el rescate de 2008. Cuando su comité de riesgo reputacional se reunió el 17 de noviembre del año pasado, sus miembros recibieron un expediente sobre Farage que incluía, entre otros, sus críticas al rey Carlos III y sus peticiones para que Reino Unido abandone la Convención Europea de Derechos Humanos.

Sin embargo, había varios problemas para expulsarse como cliente porque, según especificaba el expediente, "no hay evidencia de censura legal". Es más, Farage recientemente había sido degradado de una "persona políticamente expuesta [PEP] de mayor riesgo" a menor riesgo y estaba en camino de ser clasificado como sin riesgo alguno. Pero, pese a todo, la entidad decidió terminar su relación con él, ya que sus opiniones "estaban en desacuerdo con la posición de la institución como organización inclusiva".

"Nunca tuve problemas con ellos, pero todo cambió cuando el Brexit se hizo realidad", matiza Farage, quien denuncia que los informes dados a la BBC y a otros medios eran "en el mejor de los casos falso y en el peor de los casos una mentira". La información plantea serias dudas sobre la posible politización del sistema bancario. El euroescéptico asegura que otros 10 bancos se han negado a aceptarlo como cliente desde que Coutts cerró sus cuentas.

En medio de la polémica, el ministerio del Tesoro ha confirmado que está revisando si los bancos están poniendo en listas negras a los clientes con opiniones políticas controvertidas. Bajo la nueva Ley de Mercados y Servicios Financieros, la Autoridad de Conducta Financiera analizará cómo las entidades tratan con las 'Personas Públicamente Expuestas' en una revisión que tendrá lugar el próximo año.

Foto: Nigel Farage y Boris Johnson. (Reuters)

Según The Telegraph, los bancos se enfrentan a la pérdida de su licencia si discriminan a los clientes en función de sus creencias políticas, según los planes elaborados por el Gobierno. Los ministros han pedido a los funcionarios que comiencen a redactar una legislación para otorgar a los bancos nuevos deberes de libertad de expresión. Asimismo, a los proveedores de servicios de pago se les informará tan pronto como este jueves que no deben discriminar a los clientes sobre la base de sus creencias.

El Tesoro se está preparando para aplicarlo mediante el fortalecimiento de los "Principios para los negocios" de la Autoridad de Conducta Financiera. El Principio Seis, que establece que "una empresa debe prestar la debida atención a los intereses de sus clientes y tratarlos de manera justa", se actualizará para referirse a las posturas políticas. También establecerá que los bancos deben dar un aviso de tres meses de la terminación de los servicios y que se debe dar el debido aviso para habilitar las apelaciones.

El Gobierno comenzó a trabajar en reformas para los proveedores de servicios de pago a principios de este año, después de que The Telegraph revelara que PayPal, la empresa de pagos de Estados Unidos, había sido acusada de cerrar cuentas por motivos políticos. PayPal cerró temporalmente las cuentas de UsForThem, el grupo de padres que luchó para mantener abiertas las escuelas durante la pandemia, así como de Free Speech Union y su fundador Toby Young, sin ninguna explicación clara. Más tarde restableció las cuentas tras las críticas de los parlamentarios.

Foto: Nigel Farage durante la 'American Convervative Union' el pasado 23 de febrero. (EFE)

Otros grupos a los que PayPal cerró las cuentas el año pasado incluyeron a Left Lockdown Sceptics, que se describe a sí mismo como un "colectivo socialista" que se opone a las medidas de confinamiento del Gobierno. PayPal, no obstante, recalca que es un "fuerte partidario de la libertad de expresión y el diálogo abierto".

Molly Kingsley, cofundadora de UsForThem, ha dado ahora la bienvenida a la intervención del Gobierno. "La politización del ámbito empresarial es una tendencia peligrosa a la que se debería haber resistido con firmeza el año pasado, cuando salió a la luz por primera vez la 'desbancarización' de UsForThem y Free Speech Union", afirma. Por su parte, Toby Young, director de Free Speech Union, asegura que habían estado presionando al Ejecutivo "para acabar con esta nueva y siniestra forma de cancelar la cultura durante casi un año y estoy encantado de que haya decidido hacer algo al respecto". "No hay lugar para este tipo de censura en una democracia moderna", señala.

Con todo, el banco Coutts defiende su postura. "Nuestra capacidad de respuesta está restringida por nuestras obligaciones de confidencialidad del cliente. Las decisiones de cerrar cuentas no se toman a la ligera y tienen en cuenta una serie de factores que incluyen la viabilidad comercial, las consideraciones de reputación y los requisitos legales y reglamentarios", matiza un portavoz.

Su discurso euroescéptico y antiinmigración siendo líder del UKIP le convirtió en el gran protagonista del triunfo del Brexit. Es gran defensor de Donald Trump, con el que tiene una comentada amistad que le permitió ser el primer político extranjero en ser recibido por el republicano tras su triunfo en 2016. Sus referencias al colectivo LGTBI a menudo crean controversia. Y tras la invasión rusa de Ucrania, no ha criticado a Putin, sino que ha echado la culpa de todo a la UE y la OTAN.

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