Fuerte, orgullosa, feminista y enfadada: cómo se vive y se siente el 8-M en Europa

¡Hola desde Târgu Mureș/Marosvásárhely! "Si se pierde una, pereceremos todas": esto es lo que gritan las mujeres rumanas cuando protestan contra el creciente número de feminicidios en el país.

Hay un profundo reconocimiento y un profundo temor en esa frase desesperada. La defensa de los derechos de la mujer está vinculada tanto a nivel nacional como mundial. También lo está la violación de esos derechos. Si no hay seguridad social ni justicia en los llamados Estados libres y democráticos, ¿qué podemos esperar cuando estalla una guerra?

Este es el tema de los siguientes textos, que coinciden con la Semana Internacional de la Mujer: en una era de economías que se hunden y Estados que fracasan, toda nuestra esperanza reside en la conciencia cívica, la responsabilidad global y una hermandad que no conoce fronteras.

De París a Tallin, de Kiev a Madrid, la lección es la siguiente: defender los derechos de la mujer significa defender a la sociedad en su conjunto.

• Boróka Parászka - redactora jefe de esta semana

​En esta edición podrás leer estos temas: Las viudas de guerra se unen para ayudar, 30, Las mujeres lideran la protesta por las pensiones, Más que una palabra de moda, Del machismo al feminismo

La versión original en inglés, cada miércoles:

La versión en español, los jueves:

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Las viudas de guerra se unen para ayudar

Tamara, de 34 años, tiene una figura delicada, un rostro elegante y una sonrisa radiante. Siempre está contenta de que le hagan fotos, le encanta hablar con su hijo de seis años sobre distintas marcas de coches y colecciona ropa y accesorios ucranianos de época. Todavía lleva anillo de casada, a pesar de haber enviudado recientemente, como miles de mujeres ucranianas tras un año de guerra.

Su marido, Oleksiy Yanin, fue campeón del mundo de boxeo tailandés y soldado del regimiento Azov desde 2014. Azov defendió la línea del frente en algunos de los momentos más intensos de la guerra hasta ahora, y el pasado abril sus soldados fueron rodeados por el Ejército ruso en Mariupol. Oleksiy murió allí.

A Tamara le costó asimilar su muerte. Ni siquiera le dio un beso de despedida en la estación de tren la mañana del 24 de febrero, cuando le vio por última vez. "Todo lo que hago ahora es por ti, sobre ti, en nombre de tu memoria", escribe en mensajes a Oleksiy, que él nunca leerá. Su gratitud y orgullo son más fuertes que el dolor. Cuidar de los demás es lo que ahora le da fuerzas.

Un mes después de la muerte de Oleksiy, empezó a ocuparse de las familias de otros soldados de Azov muertos. Tamara las conoció en salas de chat donde los familiares discutían cómo identificar los cuerpos y enterrar sus restos. Muchas de estas mujeres vivían en los territorios ahora ocupados, por lo que no sólo perdieron a sus maridos o hijos, sino también su hogar, sus pertenencias y su medio de vida. Tamara empezó a recoger ropa, alimentos, medicinas, productos de higiene y libros para mujeres y niños desplazados por la guerra, y les ayuda a encontrar trabajo y un lugar donde alojarse. En una habitación que utiliza como almacén de bienes y ayuda, las paredes están cubiertas con los números de teléfono de las viudas.

"Las quiero a todas, incondicionalmente. Las entiendo como nadie. Y así se lo agradezco a sus maridos", dice Tamara. Ha salido de su papel de esposa tradicional y madre de un hijo en permiso de maternidad, y se ha convertido en una "madre colectiva", que apoya a las mujeres unidas por el dolor y la pérdida.

• Oksana Rasulova - periodista en Babel.ua

​El número de la semana: 30

30 de los 101 escaños del Parlamento estonio estarán ocupados por candidatas tras las elecciones generales de la semana pasada. Esta cifra iguala la media de representación política femenina en la UE.

Aunque la actual Primera Ministra, Kaja Kallas, obtuvo un récord de 31.800 votos, sólo 13 de los 37 escaños obtenidos por su partido Reformista serán ocupados por mujeres. Aun así, 30 diputadas es el mayor número de mujeres elegido nunca en el Parlamento de Tallin.

El progreso hacia la igualdad de género sigue un camino lento y sinuoso, aunque esta vez parecía haber más llamamientos públicos al electorado para que votara a favor de una candidata femenina.

• Holger Roonemaa - periodista en Delfi​

Las mujeres lideran la protesta por las pensiones

"Somos fuertes, estamos orgullosas, somos feministas, radicales y estamos enfadadas". En las últimas semanas, este himno clásico de la protesta feminista ha resonado en las manifestaciones contra la reforma de las pensiones del Gobierno. Las mujeres están al frente de la disidencia contra esta política, que prevé elevar la edad legal de jubilación de 62 a 64 años y aumentar el número de años activos necesarios para obtener una pensión completa.

Las mujeres serán las grandes perdedoras. En Francia, como en el resto del mundo, las carreras profesionales de las mujeres se ven a menudo interrumpidas. Son ellas las que interrumpen su trabajo para tener y criar a sus hijos. También suelen ser ellas las que trabajan a tiempo parcial para cuidar a familiares, enfermos o mayores. Además, a menudo se les excluye de los puestos directivos o de responsabilidad, que se confían en gran medida a los hombres.

Las consecuencias de esta estructura sexista de la carrera profesional son económicas: en Francia las mujeres ganan de media un 15,8% menos que los hombres. La situación es aún peor cuando llegan a la edad de jubilación: las pensiones de las mujeres son un 28% más bajas de media que las de los hombres.

La reforma de las pensiones corre el riesgo de reforzar estas desigualdades al pedir a las mujeres que trabajen más tiempo. Incluso el Ministro Delegado de Relaciones Parlamentarias, Franck Riester, ha reconocido que "las mujeres se ven algo penalizadas por el retraso de la edad legal de jubilación".

También influyen otros factores, como el no reconocimiento del carácter penoso de ciertos trabajos, en su mayoría desempeñados por mujeres, que les priva de obtener una jubilación anticipada.

En las protestas, los colectivos de mujeres se apropian de canciones y coreografía, bailes militantes para hacer más visibles estas desigualdades. Este año, la tradicional manifestación del Día de la Mujer, el 8 de marzo, tiene un lema de conciencia social: el abandono de esta reforma antifeminista de las pensiones.

• Nelly Didelot periodista en Libération in Paris

​Más que una palabra de moda

"Siempre me he preguntado qué disparador es esta palabrita 'feminista'. Lo que pretendemos con estas directrices es algo que en realidad debería ser evidente en el siglo XXI"

"Las mujeres constituyen la mitad de la sociedad en cualquier país. Por tanto, una política exterior feminista no es un término de lucha, sino que se deriva de nuestra constitución. Y desde luego no es trivial. Es una dura cuestión de seguridad"

La ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, presentó la semana pasada las directrices de su prevista "política exterior feminista". Sus oponentes políticos se han burlado de ella por la creación de lo que consideran otra palabra de moda sin sentido, y uno de ellos la ha calificado de "gratificación emocional de la política nacional".

Sin embargo, los objetivos de Baerbock son sencillos: crear una política exterior en la que prevalezca el aspecto humano. Eso significa situar a las mujeres en primer plano: "Cuando las mujeres están más seguras", dijo, "todo el mundo está más seguro".

• Alexander Kloss es periodista en Tagesspiegel

​Del machismo al feminismo

Me hice "feminista" por la rabia. De niña, solo lloraba públicamente cuando percibía que algo era injusto. Como saber que era mucho más fácil ser chico que chica. A los chicos se les permitía hacer más cosas. Más tarde, puse nombre a esos sentimientos y conceptos: feminismo.

En la edad adulta, intenté navegar por todas las contradicciones, desde ser criada en un mundo sexista (sigo prefiriendo la palabra española: machismo) hasta sobre compensar con pensamientos como "no soy una víctima" y "tengo éxito gracias a mi esfuerzo personal", etcétera. Pero no es solo el esfuerzo personal, sino el esfuerzo de tantas mujeres antes que nosotras.

España es uno de los países más progresistas jurídicamente: el Gobierno acaba de proponer una ley para hacer obligatoria la paridad en las listas electorales. Tiene uno de los permisos de paternidad más largos de Europa (intransferible), etcétera. Nada mal para un país que algunos en Europa siguen percibiendo como católico-conservador, ¿verdad?

Quizá las leyes se introdujeron demasiado pronto y la sociedad no estaba preparada, dicen algunos. En España sigue habiendo machismo. En la vida cotidiana, en las calles donde las mujeres sufren acoso, en las esposas que siguen siendo golpeadas por sus maridos, las presiones sociales y las expectativas sobre las mujeres, seguimos sufriendo.

Me alegraría que llegara el día en que una mujer pudiera ser tan mediocre como un hombre y seguir teniendo las mismas oportunidades. Algunos hombres dicen a mujeres, como yo en España, que piden más igualdad de derechos: 'España es uno de los países más 'feministas', ¿por qué no te vas a Irán a protestar? Allí tienen problemas, aquí no'.

Pero estoy radicalmente convencida de que no hay que esperar a que una sociedad 'esté preparada' para empezar a hacer cambios, sobre todo cuando son de justicia e igualdad. La sociedad española seguramente se pondrá al día con la mentalidad que ha elaborado estas nuevas leyes.

Sé que hay países donde las condiciones de las mujeres son peores que en España. Pero ahora es el momento de hablar de nuestros derechos y deberes, y de dónde hay que mejorar, apoyándonos en las leyes y más allá de ellas.

Gracias por leer la 22ª edición de European Focus

Hay situaciones en las que no se puede retroceder. No se puede transigir a costa de la seguridad social. Las leyes justas sólo protegen a una sociedad justa. Las mujeres y los niños no pueden quedarse sin apoyo en tiempos de guerra. Espero que nuestros artículos hayan contribuido a ilustrarlo. Hasta el próximo miércoles.