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¿Qué pasa en el Dniéper? La artillería rusa retrocede y deja espacio a las operaciones ucranianas
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¿Qué pasa en el Dniéper? La artillería rusa retrocede y deja espacio a las operaciones ucranianas

Rusia ha retirado tropas y funcionarios civiles de varias ciudades en la ribera oriental del río Dniéper, donde se suponía que iba a fortificarse

Foto: Zelenski visita Jersón. (EFE)
Zelenski visita Jersón. (EFE)
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Fue un día de especulaciones entre los grupos de observadores de Inteligencia abierta, expertos y analistas militares. Algunas informaciones difundidas por redes invitaban a pensar que tropas ucranianas podrían haber cruzado el Dniéper. Imágenes desde Oleshky parecían mostrar que el enclave, al otro lado del puente en ruinas de Jersón, había sido liberado. O, al menos, que no estaba bajo ocupación rusa. Un vídeo geolocalizado desde ese enclave parecía mostrar que las fuerzas invasoras habían dejado atrás trincheras y búnkeres abandonados. Un conductor recorrió parte de la autopista que conecta Jersón con Crimea sin encontrar banderas rusas o algún punto de control visible. ¿Qué significa esto?

Recapitulemos brevemente. El pasado 9 de noviembre, el alto mando militar ruso justificó la decisión de abandonar la ribera occidental del Dniéper y la ciudad de Jersón —un punto de alto valor simbólico y político para el presidente Vladímir Putin— alegando que sus tropas podrían tomar mejores posiciones en la orilla opuesta a la ciudad, la única capital regional que habían conseguido conquistar desde el inicio de la invasión del 24 de febrero. La lógica detrás de la maniobra era evitar que las tropas ucranianas acorralaran a miles de efectivos profesionales rusos y reclutas en esa orilla sin posibilidad de abastecimiento o evacuación. Ante una potencial derrota de grandes proporciones, los rusos prefirieron mover efectivos y equipos para atrincherarse al otro lado.

Foto: Artillería rusa en el este de Ucrania. (EFE)

Ahora, Moscú necesita paralizar el frente sur para concentrar sus esfuerzos en el Donbás y defender la línea de Zaporiyia. El río, cuyos puentes han sido volados, supone una formidable defensa natural para contener el empuje ucraniano a base de artillería. Además, habrían establecido dos líneas de seguridad fundamentales para la defensa de Crimea, que Rusia se anexionó unilateralmente en 2014. Por eso, cualquier elemento que altere este escenario podría poner en serios problemas al Kremlin.

La mayoría de los observadores de la guerra en Ucrania son cautos y ven con escepticismo estos reportes. Algunos incluso apuntan a que pudiera tratarse de una trampa. Los más arriesgados aventuran que el repliegue controlado ruso podría haber devenido una espantada caótica, o que algunos puntos de las líneas rusas podrían colapsar como lo hicieron en Járkov. En este caso, Ucrania podría estar realizando incursiones preliminares para establecer cabezas de puente hacia la orilla oriental. Sin embargo, la explicación más extendida por el momento es que, en caso de haber presencia ucraniana en la margen oriental del río, se trataría de grupos de operaciones especiales tanteando el terreno. Algo que, en sí mismo, es significativo.

Por el momento, las autoridades militares ucranianas se han limitado a constatar que el enemigo parece estar reubicando su artillería más al este de la ribera para protegerse del fuego ucraniano. "Hay cierta actividad enemiga en la orilla izquierda [oriental] del Dinéper en términos de que están moviéndose a 15-20 kilómetros de la orilla", dijo Natalya Humenyuk, una portavoz del Comando Operacional Pivde (sur) de las Fuerzas Armadas ucranianas. No está claro si las tropas rusas defenderán esta franja terrestre entre el río y su artillería, bajo fuego ucraniano, o si retrasarán toda la línea de defensa. Humenyuk agregó que los bombardeos ucranianos están concentrados ahora en neutralizar las rutas logísticas terrestres rusas para complicar el suministro de equipos y refuerzos a las líneas rusas.

"Imágenes satélite geolocalizadas publicadas el 13 de noviembre muestran nuevas líneas defensivas levantadas por los rusos a lo largo de la ribera izquierda [oriental] del Dniéper, al este de Berislav, cerca de Hornostaivka, Liubymivka y Petropavlivka. Otras imágenes muestran el desarrollo de líneas defensivas rusas en Lukyanivka. Fuentes militares ucranianas reportan que tropas rusas están llevando a cabo preparaciones defensivas en la ribera izquierda [oriental] y atacando posiciones ucranianas y áreas residenciales en la ribera derecha [occidental]", detalló el más reciente informe del Institute for the Study of War.

¿Abandono de Nova Kajovka?

Mientras, autoridades rusas en las zonas ocupadas de Jersón confirmaron que están evacuando a los funcionarios civiles y militares de Nova Kajovka, la localidad que controla la estratégica represa homónima, para protegerlos del constante fuego de artillería enemigo. Esta es una posición que supone una importante baza estratégica para los ucranianos, ya que desde esa orilla se controlan la represa y el suministro de agua a la península de Crimea. Sin embargo, no hay indicios de que haya habido cambios en el estatus del enclave.

“Los empleados de la administración militar y civil de Nova Kajovka, las agencias estatales y municipales han abandonado la ciudad y han sido reubicados en áreas más seguras de la región”, anunciaron en un comunicado.

Por su parte, el Ministerio de Defensa ucraniano publicó el lunes un vídeo con operaciones fluviales ucranianas en el río Dniéper, aunque sin detalles de ubicación u operación. Las autoridades militares nunca suelen publicar material gráfico de operaciones en curso. Sin embargo, algunos observadores han interpretado estas tomas como la preparación de un ataque para liberar el estrecho de Kinburn, la única parte del óblast de Nicolayev todavía bajo control ruso y un punto ventajoso para amenazar la península de Crimea.

Foto: Lanzadores de cohetes HIMARS. (US Army)

Además, fuentes rusas han informado de una incursión fallida de comandos ucranianos para tratar de desembarcar en Kinburn, alertando de que podría ser una vía alternativa para llegar a la orilla oriental del río. De nuevo, la mayoría cree que, de ser ciertas, estas maniobras son exploratorias o tácticas. También se han reportado disparos de misiles desde el estrecho contra las posiciones ucranianas, demostrando que los rusos todavía están asentados en el paso marítimo. "La operación del estrecho de Kinburn o es una operación psicológica o es una operación para fijar a las fuerzas de élite rusas [aerotransportadas] en la orilla izquierda [oriental] de Jersón e impedirles la capacidad de reforzar el frente de batalla de Zaporiyia/Melitópol", aventuró un analista OSINT.

Estos indicios no auguran un asalto en el corto plazo de la margen oriental, a menos que las líneas rusas se desmoronen por la falta de moral, equipamiento y refuerzos. Pero sí parecen apuntar a que las tropas ucranianas van a seguir buscando vías para avanzar más allá de Jersón. Los comandos de operaciones especiales pueden buscar puntos débiles en las defensas rusas y los flancos más ventajosos para atacar. Cualquier ofensiva mayor para reabrir la línea de contacto en el frente sur requeriría de un enorme esfuerzo logístico, ya bien sea mediante la reparación de los puentes dañados, la construcción de cabezas de puente o puentes flotantes, o el establecimiento de líneas de ferry, como hicieron en su momento los rusos. O, lo más probable, de una combinación de varias. Y todo esto, bajo fuego enemigo.

"Es demasiado pronto para hablar de Oleshky, Kajovka, Nova Kajovka. Ayer informé de que la bandera ucraniana había aparecido en Nova Kajovka y algunas personas tomaron esta información de forma diferente. (...) Pero por ahora no hay información sobre la liberación y control de estos enclaves por las Fuerzas Armadas ucranianas", aseguró Serhii Khlan, vicepresidenta del consejo del óblast de Jersón.

Solo puede haber una respuesta

Quizás, el indicador de que Rusia espera tiempos duros es que habría elegido Henichesk como su nueva capital temporal en el Jersón ocupado, según los servicios de Inteligencia británicos. El enclave está bien ubicado para coordinar una potencial ofensiva ucraniana desde Jersón o Melitópol —que está en manos rusas todavía y a 80 kilómetros del frente—, así como para recibir refuerzos desde Crimea. Y, más importante aún, fuera del rango de alcance de los Himars ucranianos.

El asalto a la margen oriental controlada por Rusia es complicado, pero no imposible. Especialmente si se trata de una operación combinada con otros ataques en frentes como el de Zaporiyia, que obligarían a las desgastadas tropas rusas a estirarse de nuevo en la línea de contacto de la ocupación, donde ya sostienen varios focos de combate activos —a la ofensiva en varios puntos de Donetsk, como Bakhmut, Avdiivka y Vuhledar, y a la defensiva en Lugansk, en la línea Svatove-Kreminna—. La pregunta es a qué ritmo podrán avanzar, si tendrán armas suficientes y adecuadas para ello y bajo qué entorno geopolítico.

Foto: Soldados ucranianos en el frente de Jersón. (EFE/Stanislav Kozliuk)

"No le daremos a Rusia el tiempo para recuperarse, que reconstruyan sus fuerzas y que entonces comiencen una nueva serie de desestabilización terrorista y global", dijo el presidente Volodímir Zelenski en un vídeo en el que se dirigió a los representantes del G20, al que insistió en referirse como G19, sugiriendo así la necesidad de expulsar a Rusia del foro de potencias económicas. "Estoy convencido de que ahora es el momento en que la guerra de destrucción de Rusia debe y puede ser parada", agregó el mandatario, quien presentó además los 10 puntos que exige Kiev para sentarse a la mesa de negociaciones.

Poco después de la intervención del mandatario ucraniano, Moscú respondía. Misiles rusos volvían a caer sobre Kiev, una estrategia que lleva aplicando de forma recurrente desde mediados de octubre, con bombardeos y ataques de drones kamikaze contra la red eléctrica y otras infraestructuras clave para la población. El ataque —con un centenar de misiles por todo el país— pilló al ministro de Exteriores neerlandés, Wopke Hoekstra, de visita en la capital ucraniana. "Solo puede haber una respuesta a esto", dijo el alto funcionario tras salir de uno de los refugios antiaéreos de la ciudad, "continuar apoyando a Ucrania, continuar entregando armas".

Fue un día de especulaciones entre los grupos de observadores de Inteligencia abierta, expertos y analistas militares. Algunas informaciones difundidas por redes invitaban a pensar que tropas ucranianas podrían haber cruzado el Dniéper. Imágenes desde Oleshky parecían mostrar que el enclave, al otro lado del puente en ruinas de Jersón, había sido liberado. O, al menos, que no estaba bajo ocupación rusa. Un vídeo geolocalizado desde ese enclave parecía mostrar que las fuerzas invasoras habían dejado atrás trincheras y búnkeres abandonados. Un conductor recorrió parte de la autopista que conecta Jersón con Crimea sin encontrar banderas rusas o algún punto de control visible. ¿Qué significa esto?

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