Antes de nada, vamos a separar dos términos que suelen crear confusión entre ellos: la fusión nuclear y la fisión nuclear. Puesto sencillo, la fisión se basa en la división de átomos, principalmente de uranio 235. Así trabajan todas las centrales nucleares del mundo. En cuanto a la fusión nuclear, es todo lo contrario. En lugar de dividir átomos, el objetivo es juntarlos. Exactamente de la misma manera que hace el Sol.

La cosa es que, de poder controlar este sistema de producción de energía, se calcula que con un gramo de combustible de fusión se podría producir la misma energía que con ocho toneladas de petróleo. La fusión nuclear promete ser una fuente de energía prácticamente ilimitada, mucho más limpia que las nucleares y fósiles actuales y sobre todo, segura.

Pero, ¿dónde está el truco? En que todavía no se ha conseguido provocar la fusión de los átomos de forma suficientemente eficiente, aunque varios experimentos han conseguido ya distintos récord de fusión que abren las puertas al futuro control de esta energía. Y en este vídeo te explicamos cómo fueron y qué pasará en los próximos años.

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