En 1989 en los Alpes había más de 5 mil glaciares. Casi la mitad han desaparecido en los últimos 30 años. Según la el servicio climático de la Unión Europa, el espesor del hielo se ha reducido en 35 metros desde 1960. En 2100, casi todos los glaciares habrán desaparecido.

Eso comportará importantes cambios en las icónicas montañas, punto de contacto entre Europa del sur y Europa Central. La topicalización del Mediterráneo tendrá un impacto profundo en el sistema hidrológico de las montañas alpinas y afectará no solo a las comunidades locales, sino también a los grandes ríos de Europa. Pero también el turismo se verá afectado. Hoy una pista de esquí de cuatro tiene que ser alimentada por nieve artificial. La desaparición del hielo está provocando también que se rediseñe las fronteras entre estados.

Para intentar detener el proceso de deshielo, el hielo se está cubriendo con telas blancas térmicas. Pero según los científicos, de poco sirve frente a los cambios profundos que están ocurriendo en el interior de los glaciares. El destino de los Alpes está marcado. Según los científicos, es un aviso de lo que ocurrirá cuando el Antártida y Groenlandia, los motores del clima, empiecen a verse seriamente afectadas por la pérdida de masas heladas, con consecuencias enormes.