Cumplidas 72 horas de la desaparición de Julen, los equipos de rescate continúan con los intentos para encontrar al niño de dos años en el pozo de Totalán (Málaga) donde cayó el pasado domingo. Tardarán hasta tres horas en escarbar un túnel horizonal, que tendrá una inclinación de 15 grados, para acceder al orificio, que carecía de permisos por parte de la Junta de Andalucía y tampoco estaría correctamente sellado, en tanto que el encargado de realizar la prospección ha asegurado a la Guardia Civil que lo tapó con una piedra encajada cuando la Ley de Aguas marca la obligación de enterrar los agujeros con hormigón o residuos orgánicos. 

No hacerlo constituiría una infracción grave castigada con sanciones de entre 6.000 y 300.000 euros. El Confidencial ha podido confirmar la disposición de la familia a denunciar a la empresa que hizo las prospeciones de agua.

Mientras tanto, las caóticas labores de búsqueda del pequeño, que cayó a un agujero de más de 110 metros de profundidad, han tomado un nuevo rumbo con el hallazgo de pelos pertenecientes a Julen, según han confirmado las pruebas de ADN, y los distintos intentos de acceder al fondo del agujero propuestos por empresas privadas y particulares que trabajan junto a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el terreno.

El robot encargado de introducirse en un primer momento con una cámara en el interior del pozo sólo pudo alcanzar unos 75 metros de profundidad debido a un tapón de tierra donde pudo captar imágenes de una bolsa de chucherías que habría portado el pequeño. Ahora, un equipo compuesto por diez ingenierías punteras ha decidido que la mjeor manera de rescatar a Julen es abrir un túnel lateral y horizontal a cielo abierto, aunque se desconoce con exactitud el final del orificio.

"Es el sistema más seguro, pero tampoco se descarta ningún otro", ha indicado la subdelegada del Gobierno en Málaga, María Gámez, que insiste en que "hay que tener en cuenta la seguridad del pequeño, de acceder a él sin crear ningún daño y en el menor tiempo posible. Algunas soluciones son más lentas y por eso se ha descartado. El factor rapidez es muy relevante". 

Por su parte, la familia, que perdió un hijo hace dos años debido a un infarto, espera que su pequeño pueda salir, pero no ha podido ocultar su desesperación. "Muchos tuits de apoyo, muchos votos, pero medios ninguno. ¿Sabe usted lo que es aquí llevar 30 horas esperando a que saquen a tu hijo de un pozo? No se está haciendo una p... mierda", son las palabras que ha recogido 'El Programa de Ana Rosa' por parte del padre.

En la misma línea, han decidido romper su silencio ante las especulaciones de que el pequeño pudiera no encontrarse en el pozo. "Mi hijo está aquí, que nadie lo ponga en duda. Ojalá fuese imposible que estuviera en el pozo, como he oído. Ojalá fuese yo el que estuviera enterrado ahí abajo y que él estuviera aquí arriba con su madre", ha declarado José, el progenitor, en declaraciones a 'Diario Sur'.