Probamos el nuevo CR-V, con la primera mecánica híbrida enchufable de Honda en Europa

De una tacada, Honda ha iniciado la comercialización en España de tres modelos nuevos, que ya hemos tenido ocasión de conducir: el e:Ny1, un SUV 100% eléctrico, el ZR-V, un SUV híbrido de talla media, y la nueva generación del CR-V, el SUV más grande de la marca disponible con dos motorizaciones híbridas: una autorrecargable (e:HEV), que puede ser tracción delantera o total, y otra enchufable (e:PHEV), siempre tracción delantera, con hasta 82 kilómetros de autonomía eléctrica. Esta última es pionera para la marca japonesa en Europa, ya que es la primera vez que ofrece esta tecnología en un modelo en la región europea. De hecho, no es la única primicia del CR-V, ya que también es el primer modelo en suelo europeo en equipar el Honda Sensing 360, el conjunto más avanzado de tecnologías de asistencia al conductor (ADAS) de Honda.

La sexta generación del CR-V, que nació en 1995, es más funcional y espaciosa que nunca, ya que ha crecido de tamaño en casi todas sus cotas respecto a su predecesor. Mide 4.706 milímetros de largo (+106 milímetros), 1.866 de ancho (+11) y 1.674 de alto (-5). Y su distancia entre ejes se ha estirado 39 milímetros hasta llegar a los 2.701 milímetros. Además, su maletero también es más grande, aunque con un matiz, ya que el maletero del híbrido convencional es de 587 litros en la versión 4x2 y de 579 en el 4x4. Mientras, en el híbrido enchufable asciende a 617 litros. Esto se debe a que en el PHEV la batería se ubica bajo los asientos y no debajo del maletero, como sucede en el e:HEV.

Las dos motorizaciones del SUV tienen muchas similitudes. Ambas cuentan con el motor de gasolina de ciclo Atkinson de 2.0 litros de inyección directa y cuatro cilindros, que desarrolla 148 CV, acompañado de dos motores eléctricos, que actúan de impulsor y generador. De este modo, la potencia combinada es de 184 CV y 335 Nm de par, siempre asociado a una transmisión automática. Sin embargo, la gran diferencia entre ambas motorizaciones se encuentra en la batería, ya que en el híbrido convencional tiene una capacidad de 1,1 kWh, mientras en el híbrido enchufable es de 17,7 kWh. Para cargarla, la potencia máxima que admite el SUV es de 6,8 kW, y si las condiciones son óptimas, Honda afirma que es posible cargar la batería al 100% en dos horas y media.

Esta variante PHEV homologa un consumo de 0,8 l/100 km con la batería totalmente cargada o 6,2 l/100 km con la batería descargada. Este último dato es inusual que la marca lo ofrezca, pero con ella Honda quiere explicar que aunque la batería se descargue por completo, el consumo no se dispara, ya que el CR-V se convierte en un híbrido tradicional, ofreciendo prestaciones comparables a la versión e:HEV. De hecho, para entender mejor este funcionamiento, la marca explica como el SUV nunca descarga la batería por completo, siempre deja un remanente. En nuestra prueba de unos 80 kilómetros de recorrido es difícil sacar conclusiones, ya que la autonomía eléctrica el SUV estaba una raya por debajo de la mitad. No obstante, en el recorrido se fue descargando, pero las últimas dos rayas nunca llegaron a desaparecer, y el consumo combinado fue de 3,7/100 km.

El híbrido enchufable equipa un modo denominado Charge, que en marcha permite recargar la batería utilizando el motor de combustión, pero a un mayor coste, ya que para ello requiere del gasto de combustible. En cuanto a los modos de conducción, a los ya clásicos en Honda (Eco, Normal y Sport), se suma el nuevo modo Snow, que optimiza la tracción de las ruedas en condiciones de firme resbaladizo. A ellos se suman dos modos especiales para esta tecnología: EV, que permite la conducción 100% eléctrica, y Advanced Eco Assist, que ayuda a realizar una conducción más eficiente. Además, la capacidad de remolque se ha mejorado considerablemente con la incorporación de un bloqueo de relación corta y el nuevo modo de conducción Tow. Esto permite a la variante híbrida enchufable remolcar hasta 1.500 kilogramos (con freno), ya que la capacidad de remolque de la versión híbrida autorrecargable es de hasta 750 kg. Además, el CR-V también equipa el asistente de control en descensos.

Al volante del PHEV

Dinámicamente, el CR-V es un coche agradable de conducir, con gran aplomo y es fácil sentirse cómodo al volante. Lógicamente estamos ante un coche de grandes dimensiones, y pese a pesar 1.825 kilogramos, no se siente un coche torpe o pesado, y se mueve bien incluso en curvas reviradas. Sucede lo mismo con la suspensión, ya que es confortable y absorbe correctamente las irregularidades que encontramos a nuestro paso. En cuanto a las prestaciones de esta variante híbrida enchufable, tiene una respuesta correcta con una aceleración de 0 a 100 km/h en 9,4 segundos y una velocidad máxima de 195 km/h.

En cuanto al interior, con un aspecto muy similar al del Civic y ZR-V, nos encontramos un volante de tacto agradable con botones para controlar distintas funciones del coche, un cuadro de instrumentos de 10,2 pulgadas y una pantalla central de nueve pulgadas. Además, el conductor también dispone de un Head-Up Display, que se proyecta directamente sobre el parabrisas e informa sobre la velocidad del momento, los asistentes que se activan en la conducción o las indicaciones de navegación. Eso sí, Honda no ha renunciado a los comandos físicos, ya que la climatización se maneja a través de ruletas clásicas y botones. Como decíamos, el puesto de conducción saca muy buena nota, ya que es funcional y confortable. De hecho, Honda ha tratado de cuidar tanto la comodidad del conductor, que el CR-V equipa un asistente de giro que, si activamos el intermitente derecho (y solo el derecho), se proyecta en la pantalla central la imagen de la cámara del retrovisor derecho para que el conductor no tenga que desviar en exceso su mirada del frente. Eso sí, en esos momentos perderemos desde la navegación hasta la información que haya en la pantalla central, pero si no es del agrado del conductor, se puede desactivar en los menús del coche.

En la consola central sí encontramos una configuración distinta a la del Civic o la del ZR-V. De entrada, hay más espacio para depositar las llaves o dos móviles, aunque solo uno de ellos es posible cargarlo en una zona de carga inalámbrica de 15 W, con el triple de potencia que en el CR-V anterior. Además, para garantizar una carga más estable, se ha integrado un ventilador de refrigeración en esta área para reducir la generación de calor. Mientras, el cambio tiene un papel predominante, pero su configuración es algo complicada al principio, ya que para activar la marcha atrás (R) hay que introducir el dedo y subir hacia arriba el botón. Además, tenemos el selector D/B, este último Brake o freno. Y no es que sea una gran novedad, pero sí nos llama la atención que en el cambio, el CR-V sí tenga la opción B, pero el eléctrico e:Ny1 no.

Los asientos con regulación eléctrica, calefactados de serie y ventilados (en Advance), pero sin función de masaje, son realmente confortables. De hecho, en las plazas traseras ocurre lo mismo, y llama la atención el generoso espacio del que disponen los ocupantes. La reclinación de los asientos traseros ha aumentado 10,5 grados respecto al CR-V anterior, con ocho opciones seleccionables, y se deslizan hacia delante hasta 190 milímetros. Además, es el primer CR-V que equipa el Asiento Estabilizador del Cuerpo de Honda, pero solo para los ocupantes delanteros. Esta función incorpora una estructura de acolchado de resina planar para apoyar toda la parte inferior del cuerpo del ocupante, desde la pelvis hasta la región lumbar, para una mayor estabilización y sujeción.

Asistentes de seguridad inéditos

Como señalábamos al principio de este artículo, el CR-V se convierte en el primer modelo de la marca japonesa en equipar el Honda Sensing 360 en Europa, es decir, el conjunto de asistentes a la conducción más avanzados del fabricante. De este modo, el SUV equipa una cámara frontal de 100 grados orientada hacia la parte delantera, un radar de onda milimétrica y cuatro radares en las esquinas que propician una visión completa de 360 grados alrededor del vehículo. Este conjunto permite identificar las líneas de la carretera, los márgenes, las motocicletas, los ciclistas y otros vehículos.

También por primera vez en Honda, el CR-V incluye el sistema de Alerta de Tráfico Cruzado Frontal, que reduce las colisiones frontales en las intersecciones con poca visibilidad. El sistema informa al conductor acerca de la presencia de vehículos a la izquierda o a la derecha cuando se reanuda la marcha después de haber parado y al circular a baja velocidad. Otros asistentes son el sistema de Reconocimiento de Señales de Tráfico, que detecta y reconoce las señales de tráfico y las muestra en el panel de instrumentos; el Control de Crucero Adaptativo (ACC), para ajustar la velocidad con una sola pulsación a límites de velocidad específicos; o el sistema que proporciona una notificación previa de las señales (como una señal de stop próxima) para informar al conductor lo antes posible y ayudarle a prepararse con mayor antelación para las intersecciones.

Hay más asistentes inéditos hasta ahora en la marca en Europa como el Asistente de Atascos, que reduce la carga de trabajo del conductor en condiciones de tráfico denso a baja velocidad, ayudando al vehículo dentro de su carril, incluso desde 0 km/h; o el Asistente Activo de Cambio de Carril, que ayuda en el manejo de la dirección al cambiar de carril y se activa con el uso del intermitente. Otra nueva función es el sistema Parking Pilot, que proporciona asistencia adicional al conductor al supervisar las plazas de aparcamiento y resaltar en las pantallas del sistema de infoentretenimiento una posición adecuada para iniciar el aparcamiento asistido. Su funcionamiento es sencillo: el conductor tiene que elegir la ubicación en la que desea aparcar, y los sensores de la cámara y el sónar detectarán las condiciones del entorno para tomar el control automáticamente de las operaciones de aceleración, frenado, dirección y cambio de marchas para estacionar y salir del vehículo.

Por último en materia de seguridad, el nuevo CR-V incorpora once airbags, incluido un nuevo airbag central delantero que evita posibles colisiones entre el conductor y el acompañante, así como un nuevo airbag de rodilla para ambos.

Precios

El CR-V ya se encuentra disponible en los concesionarios de la marca japonesa en nuestro país, y las primeras unidades han comenzado a llegar en este mes de octubre. La nueva generación parte desde los 51.545 euros en su versión e:Hev Elegance 4x2, mientras que la variante e:HEV Advance 4x4 arranca en 56.565 euros. Si se opta por la variante híbrida enchufable, posicionada como tope de gama, el e:PHEV Advance Tech 4x2 tiene un precio de salida de 61.760 euros.