El primer SUV híbrido enchufable de Mercedes-AMG tiene 680 CV y tecnología de Fórmula 1

La división Mercedes-AMG es sinónimo de coches radicales, caracterizados por equipar propulsores de alto rendimiento, chasis con una puesta a punto más deportiva y un gran despliegue tecnológico. Y en esta ocasión, no iba a ser menos. La firma alemana acaba de actualizar las dos variantes AMG del GLC, ambas con el motor AMG de dos litros y cuatro cilindros, pero electrificadas, pues una versión es híbrida suave (MHEV) y la otra, híbrida enchufable (PHEV). Este propulsor, conocido internamente como M139l, es, hasta la fecha, el único motor de producción en serie del mundo sobrealimentado con un turbocompresor eléctrico, y es un sistema derivado directamente de la tecnología del equipo Mercedes-AMG Petronas de Fórmula 1.

De este modo, el Mercedes GLC 43 4MATIC desarrolla una potencia de 421 CV y un par máximo de 500 Nm. El motor va asociado a un sistema de hibridación suave protagonizado por un motor eléctrico de 14 CV. Este último proporciona un impulso de potencia temporal, así como funciones en modo planeo y la recuperación de energía. Al mismo tiempo, la tecnología de 48 voltios aumenta el confort en marcha, ya que las transiciones de arranque y parada son casi imperceptibles. Con esta carta de presentación, esta versión es capaz de acelerar de cero a 100 km/h en 4,8 segundos, con una velocidad máxima limitada electrónicamente a 250 km/h.

En el caso del GLC 63 S E Performance, esta variante se convierte en el primer SUV híbrido enchufable de AMG, y su rendimiento es de infarto: 680 CV y un par motor de 1.020 Nm. Asociado al sistema de tracción total AMG Performance 4MATIC+, y con dirección activa del eje trasero de serie, el SUV alemán es capaz de acelerar de cero a 100 km/h en 3,5 segundos, y alcanza los 275 km/h, fijados electrónicamente. El motor eléctrico, que rinde 204 CV, está situado en el eje trasero, donde se integra con una transmisión eléctrica de dos velocidades y el diferencial trasero de deslizamiento limitado controlado electrónicamente en una unidad motriz eléctrica compacta. La batería ligera de 400 voltios también está situada en la parte trasera, encima del eje, y tanto esta como el motor eléctrico han sido desarrollados en exclusiva por los ingenieros de la división AMG de Mercedes-Benz.

De hecho, con este diseño la marca alemana asegura que el propio motor eléctrico actúa directamente sobre el eje trasero y, por tanto, puede convertir su potencia de una forma más directa en propulsión, para obtener ese impulso extra al arrancar, acelerar o adelantar. Además, el conductor experimenta inmediatamente un notable aumento de las prestaciones gracias al diferencial trasero de deslizamiento limitado integrado, y controlado electrónicamente. Y si se produce deslizamiento en las ruedas del eje trasero, la potencia motriz del motor eléctrico también se transfiere a las ruedas delanteras según sea necesario para obtener más tracción. Mientras, un actuador eléctrico engrana la segunda marcha a unos 140 km/h como máximo, lo que corresponde a la velocidad máxima del motor eléctrico, de unas 13.500 revoluciones por minuto.

En el GLC 63 S E Performance, la batería ofrece una capacidad de 6,1 kWh, 80 kW de potencia continua y 150 kW de potencia máxima durante diez segundos. De hecho, esta batería está diseñada para suministrar y consumir energía con rapidez, no para ofrecer la mayor autonomía posible. No obstante, la autonomía eléctrica es de 12 kilómetros, cifra que permite moverse por un radio de actividad práctico, por ejemplo, para una conducción tranquila y totalmente eléctrica desde la zona residencial hasta las afueras de la ciudad o hasta la autopista.

En ambas versiones, los GLC están asociados a una transmisión automática de nueve relaciones, AMG Speedshift MCT 9G, en la que un embrague de arranque bañado en aceite sustituye al convertidor de par. Esta dispone de varios modos con los programas de conducción Sport y Sport+, sumado al Race Start, que garantiza una aceleración sobresaliente desde parado. La función de arranque y parada Eco se activa automáticamente en el programa Confort; mientras la función Planeo puede activarse en el modo Individual. Sin embargo, a través del sistema AMG Dynamic Select, los modelos tienen sus propios programas de conducción: cinco en el caso del GLC 43, ocho en el GLC 63 S. Estos afectan al comportamiento de la dirección, la caja de cambios o el control de estabilidad, con tres modos distintos.

Donde sí coinciden ambos modelos es en el sistema AMG Ride Control con sistema de amortiguación adaptativa. La base para ello la proporciona el eje delantero, con manguetas de dirección especialmente desarrolladas y articulaciones de suspensión en el brazo de control del muelle, y el eje trasero, que también dispone de elastocinemática diseñada para el dinamismo de conducción. Además, el sistema adapta continuamente la amortiguación en cada rueda individual a la demanda actual, siempre teniendo en cuenta el nivel de suspensión preseleccionado, el estilo de conducción y el estado de la superficie de la carretera.

Otro elemento a destacar es la estabilización activa del balanceo AMG Active Ride Control, de serie en el GLC 63 S. En lugar de utilizar barras estabilizadoras rígidas convencionales, el sistema compensa los movimientos de la carrocería de forma electromecánica. Además, los GLC cuentan con una dirección de tres etapas sensible a la velocidad. Es decir, a altas velocidades, la asistencia de la dirección disminuye, mientras que a bajas velocidades aumenta de forma constante.

Por otro lado, la dirección activa del eje trasero también se incluye de serie. Funciona con un ángulo de giro máximo de 2,5 grados, pues las ruedas traseras giran en sentido contrario a las delanteras a velocidades de hasta 100 km/h. De este modo, se acorta virtualmente la distancia entre ejes, lo que se traduce en una entrada en curva mucho más ágil, un menor esfuerzo de la dirección y una mayor maniobrabilidad.

En el apartado de frenos, el GLC 43 monta unos discos de freno ventilados y perforados de 370 x 36 milímetros, con pinzas fijas de cuatro pistones, mientras que en el trasero, los discos son de 360 x 26 milímetros, con pinzas flotantes de un pistón. En el caso del GLC 63 S, el sistema de frenado es más potente: pinzas fijas de seis pistones delante, con discos de freno ventilados y perforados internamente de 390 x 36 mm, y pinzas flotantes de un pistón detrás, junto a discos ventilados y perforados internamente de 370 x 26 milímetros.

Distinción AMG fuera y dentro

En el exterior de los GLC destaca la parrilla del radiador específica, con montantes delanteros y el paragolpes frontal con flics, tomas de aire deportivas y un elemento embellecedor cromado. Los mencionados flics, las grandes entradas y las cortinas de aire dirigen el flujo de aire específicamente a distintas funciones. Las taloneras laterales integradas, el paragolpes trasero en forma de difusor, en el caso del GLC 43, o el difusor adicional en el GLC 63 S, y las dos salidas de escape dobles (redondas en el GLC 43 o trapezoidales en el GLC 63 S) completan el diseño.

Mientras, en el interior, los asientos específicos de AMG lucen un símil de cuero con gráficos y tapicería distintiva que añaden un toque deportivo. En opción, se ofrecen tapizados de cuero y nappa con el escudo AMG en relieve en los reposacabezas delanteros. También como opcional están los asientos AMG Performance. En el caso del volante, está achatado en la parte inferior, perforado en la zona de agarre y equipado con levas de cambio de aluminio de color plateado. Los dos botones redondos del volante AMG permiten manejar con rapidez las funciones de conducción dinámica y los programas de propulsión AMG Dynamic Select. De hecho, los detalles típicos de AMG aparecen por todo el coche, ya sea en los pedales deportivos, las alfombrillas AMG o los umbrales de la puerta iluminados con la inscripción.

Siguiendo en el habitáculo, el sistema de infoentretenimiento MBUX incluye varias pantallas y funciones específicas de AMG. Entre ellos se incluyen pantallas especiales en el cuadro de instrumentos, en la pantalla central multimedia con orientación vertical de la consola central y en el Head-up Display opcional. Además, el modo Supersport ofrece la posibilidad de mostrar diversos contenidos a través de una estructura vertical, en el que se incluye un menú de configuración que muestra los ajustes actuales del tren de rodaje o la transmisión. Además, el conductor también puede visualizar un mapa de navegación o datos de consumo con este modo.

Por otro lado, como opcional en el GLC 43 y de serie en el GLC 63 S, el AMG Track Pace es el sistema de registro de datos para uso en circuito. El software registra más de 80 datos específicos del vehículo, como la velocidad, la aceleración y el ángulo de giro. También se ofrece como información la visualización de los tiempos por vuelta y por sector, así como herramientas adicionales de entrenamiento y análisis.

En el apartado de seguridad, ambas versiones del SUV germano tienen numerosos sistemas de asistencia a la conducción, algunos de ellos perfeccionados. El equipamiento de serie incluye Attention Assist, Active Brake Assist, Active Lane Keeping Assist, Speed Limit Assist y el paquete de aparcamiento con cámara de marcha atrás.

Serie 'Edition 1' durante un año

Como una edición especial, el GLC 63 S E Performance, en los colores exteriores gris grafito magno o plata high-tech magno, estará disponible durante un año a partir de su lanzamiento. Esta versión está equipada con llantas forjadas AMG de 21 pulgadas en diseño de radios cruzados y acabadas en negro mate. Mientras, y en contraste, las pinzas de freno están pintadas en amarillo. En cuanto al paquete aerodinámico AMG, incluye un splitter frontal de mayor tamaño en negro brillante con apliques laterales, el borde de separación del flujo de aire en el color de la carrocería y apliques adicionales para las salidas de aire en el paragolpes trasero en negro brillante.

Del mismo modo, el interior también se caracteriza por el contraste del negro y el amarillo. En este caso, los asientos AMG Performance son de serie y tiene los logotipos 'Edition 1' en los reposacabezas delanteros. En el habitáculo, los cinturones de seguridad o los embellecedores AMG con pespuntes lucen la tonalidad amarilla, al igual que otros elementos. Además, cada cliente recibirá una cubierta AMG personalizada para proteger el coche con el logotipo 'Edition 1'. Esta tiene un revestimiento exterior transpirable de tejido de fibra sintética resistente al desgarro, y su tejido interior antiestático de franela protege el vehículo en el garaje del polvo y los arañazos.