Es noticia
Los Ford S-Max y Galaxy se pasan a la hibridación eléctrica y a la etiqueta eco
  1. Motor
  2. Novedades
Mecánica de 190 CV tomada del Kuga

Los Ford S-Max y Galaxy se pasan a la hibridación eléctrica y a la etiqueta eco

Los monovolumen S-Max y Galaxy introducen una mecánica híbrida que reduce un 10% las emisiones en relación al diésel, que abandona la gama. Con descuentos, desde 31.385 euros

Foto: No hay cambios estéticos en las nuevas versiones Hybrid de S-Max y Galaxy. (Ford)
No hay cambios estéticos en las nuevas versiones Hybrid de S-Max y Galaxy. (Ford)

La 'dictadura' de los SUV, que en la gama Ford tiene representantes de todas las clases (desde los económicos Ecosport y Puma hasta el gigantesco Explorer, pasando por el polivalente Kuga), ha ido arrinconando comercialmente a los familiares monovolumen, deseados hace no tanto por una buena parte del público pero que ahora gozan de una demanda mucho más limitada. Y eso a pesar de que algunos siguen resultando de lo más interesantes, sobre todo si necesitamos mucho espacio y modularidad, nos movemos siempre sobre asfalto y buscamos una idónea relación precio-equipamiento-producto. Y ahí aparecen como buenos ejemplos los actuales S-Max y Galaxy, fabricados por la firma del óvalo en la planta de valenciana de Almussafes y que ahora, seis años después de su lanzamiento, encaran una especie de segunda juventud.

placeholder El S-Max mide 4,80 metros de largo por 1,92 de ancho y 1,68 de alto.
El S-Max mide 4,80 metros de largo por 1,92 de ancho y 1,68 de alto.

Y es que el S-Max y el Galaxy introducen ahora sendas variantes Hybrid que, propulsadas por una mecánica híbrida autorrecargable de 190 CV idéntica a la empleada en el Kuga FHEV, reducen un 10% las emisiones de CO2 en comparación con las actuales versiones diésel, que dejarán de comercializarse en nuestro país. Y hay otra virtud añadida, importante sobre todo para usuarios que frecuenten las grandes urbes: disfrutan de la etiqueta Eco de la DGT, con las ventajas que eso supone: acceso a zonas céntricas reservadas a vehículos poco contaminantes, descuentos al estacionar en las calles de ciertas ciudades o en el pago de impuestos... Manteniendo, además, las mismas siete plazas independientes de las que ya presumían e idéntica capacidad de maletero.

placeholder La instrumentación tiene algún cambio de funciones para adaptarse a la nueva mecánica híbrida.
La instrumentación tiene algún cambio de funciones para adaptarse a la nueva mecánica híbrida.

En concreto, tanto el S-Max Hybrid como el Galaxy Hybrid combinan un cuatro cilindros de gasolina 2.5 de ciclo Atkinson y 165 CV de potencia con un motor eléctrico que eleva la potencia conjunta a 190 CV, y que gracias a una batería de 1,1 kWh (autorrecargable durante la marcha, pues el frenado regenerativo captura hasta el 90% de la energía que normalmente se perdería) permite circular en modo eléctrico hasta dos kilómetros seguidos. Aunque el gran aporte de esa parte eléctrica es apoyar al 2.5 de gasolina para restarle trabajo constantemente, lo que deja el consumo medio WLTP en 6,4 l/100 km en el S-Max y 6,5 en el Galaxy, y asegura una autonomía teórica superior a 1.100 kilómetros. La potencia se transmite a las ruedas delanteras y la caja de cambios es la del Kuga FHEV, automática de tipo epicicloidal y que simula saltos entre marchas para optimizar su agrado. Además, de prestaciones no van mal, con una velocidad punta autolimitada de 185 km/h en ambos y aceleración de 0 a 100 km/h en 9,8 segundos en el caso del S-Max y en 10 exactos si hablamos del Galaxy.

placeholder Hasta 2.200 litros de capacidad de carga en el S-Max cuando abatimos las dos filas posteriores.
Hasta 2.200 litros de capacidad de carga en el S-Max cuando abatimos las dos filas posteriores.

Uno de los capítulos donde los vehículos monovolumen de Ford despuntan es la funcionalidad. Como decíamos al inicio, S-Max y Galaxy incorporan de serie tres filas de asientos, con un total de siete plazas totalmente independientes, de manera que las configuraciones interiores son múltiples. Pero es que, además, las tres butacas que componen la segunda fila son correderas por separado (podemos desplazarlas hasta 15 centímetros) y del mismo tamaño, cada una con un anclaje Isofix para una sillita infantil. Y contemplado desde el punto de vista del equipaje, los dos modelos aprueban con nota, pues el S-Max deja 1.035 litros de volumen para la carga con cinco plazas en uso y 2.200 si abatimos las dos filas posteriores, mientras que el Galaxy tiene 1.300 litros de capacidad con cinco plazas habilitadas y 2.340 si solo necesitamos dos plazas. El maletero con las siete plazas en uso puede defraudar (285 litros en el S-Max y 300 en el Galaxy), pero eso ayuda a entender mejor su filosofía: vehículos ideales para viajar cinco con todo lo imaginable, pero capaces de transportar a seis o siete en momentos puntuales, aunque sin tantas maletas.

placeholder El balance entre estabilidad y confort del S-Max es asombroso. En curva va mejor que algunos coches 'bajitos'.
El balance entre estabilidad y confort del S-Max es asombroso. En curva va mejor que algunos coches 'bajitos'.

Y nuestra opinión sobre las nuevas versiones Hybrid sube enteros después de conducirlas, porque exhiben un agrado general sorprendente, con una respuesta progresiva y bastante silenciosa de la mecánica, un trabajo del cambio realmente eficaz (aunque aceleres con fuerza no se produce ese ruidoso 'subidón' de vueltas que sí sufren los coches con transmisión CVT de variador) y consumos bastante ajustados, que a ritmos normales rondan los 6, 7 o, a lo sumo, 8 litros. Y tratándose de vehículos de más de 4,8 metros de largo, con mucho volumen, siete plazas y 190 CV, nos parecen valores razonables. Además, su dinámica es sorprendente... por buena. Y aunque el Galaxy ya va muy bien por comportamiento general, aquí nos quedamos con el S-Max, que al gozar de un centro de gravedad más bajo (la carrocería tiene 63 milímetros menos de altura) se enfrenta mejor a carreteras de curvas. Buena dirección, frenada potente y con un tacto de pedal correcto, y estabilidad de primera, pues siempre hemos dicho que el S-Max es más estable y divertido que algunos turismos más bajitos.

placeholder El Galaxy mide 4,85 metros de longitud por 1,75 de altura; pero su anchura es idéntica a la del S-Max.
El Galaxy mide 4,85 metros de longitud por 1,75 de altura; pero su anchura es idéntica a la del S-Max.

En cuanto a los precios, el S-Max Hybrid está disponible con cuatro niveles de acabado diferentes: Trend, con una factura PVP de 40.850 euros; Titanium, por 43.360 euros; ST-Line, por 45.460; y Vignale, por 50.600 euros. Y a todos les podemos completar el equipamiento con el Paquete X opcional, que por 3.500 euros suma de todo: apertura sin llave, portón manos libres, asistente precolisión, control de crucero adaptativo, asistente de aparcamiento, cámara de visión trasera, cámara frontal, navegador, equipo de audio Sony con 12 altavoces, faros LED dinámicos y detector de riesgos en ángulos muertos. Podríamos pensar que alguno de esos elementos debería venir de serie en acabados tan lujosos como el Vignale, pero lo cierto es que los precios son comedidos y se quedan en muy atractivos si aplicamos el descuento del 19,5% sobre el PFF anunciado por Ford, que resta además otros 1.500 euros si financiamos. Así, por ejemplo, un S-Max Hybrid ST-Line con paquete X se queda en unos 39.000 euros reales, y un S-Max Hybrid Trend, tal cual viene de serie, en 31.385 euros según nuestras cuentas.

placeholder La tercera fila está formada por dos plazas escamoteables. En la imagen, la del Galaxy.
La tercera fila está formada por dos plazas escamoteables. En la imagen, la del Galaxy.

Y si preferimos el Galaxy Hybrid, en ese caso la gama se reduce a un único nivel de acabado: el Titanium, con un precio PFF de 47.350 euros. Pero también podemos añadirle el paquete X, similar por dotación y precio al del S-Max. Y en este caso el descuento es aún mayor, pues Ford aplica ahora un 24,5% de rebaja, más otros 1.500 euros por financiación, lo que dejaría un Titanium con paquete X en solo 39.000 euros. Y, recordemos, con etiqueta Eco en todos los casos.

La 'dictadura' de los SUV, que en la gama Ford tiene representantes de todas las clases (desde los económicos Ecosport y Puma hasta el gigantesco Explorer, pasando por el polivalente Kuga), ha ido arrinconando comercialmente a los familiares monovolumen, deseados hace no tanto por una buena parte del público pero que ahora gozan de una demanda mucho más limitada. Y eso a pesar de que algunos siguen resultando de lo más interesantes, sobre todo si necesitamos mucho espacio y modularidad, nos movemos siempre sobre asfalto y buscamos una idónea relación precio-equipamiento-producto. Y ahí aparecen como buenos ejemplos los actuales S-Max y Galaxy, fabricados por la firma del óvalo en la planta de valenciana de Almussafes y que ahora, seis años después de su lanzamiento, encaran una especie de segunda juventud.

Gasolina Industria automóvil Ecología Familia Valencia
El redactor recomienda