Volkswagen muestra las primeras imágenes del ID.7 Tourer, que debutará en 2024

Tras la llegada al mercado del ID.7, la primera berlina eléctrica de Volkswagen, ahora la marca alemana acaba de revelar los primeros datos e imágenes del ID.7 Tourer, que igualmente se convertirá en el primer familiar eléctrico del fabricante. Luciendo todavía un camuflaje de diseño otoñal en su carrocería, en los próximos meses conoceremos su aspecto definitivo, con el arranque de su comercialización previsto en Europa durante 2024. Y al igual que el ID.7, se fabricará en la planta de Volkswagen en Endem, siendo el segundo modelo que se produce en el noroeste de Alemania después del ID.4.

Este ID.7 Tourer tiene la particularidad de inaugurar una nueva denominación en Volkswagen, ya que para definir a los modelos familiares, la marca utilizaba Variant o Shooting Brake, como en el caso del Arteon, pero nunca antes había empleado el término Tourer. Lógicamente compartirá los elementos más destacados de la berlina, desde la plataforma MEB, la nueva generación de motores con hasta 286 CV, la última tecnología del fabricante y una autonomía que rondará los 700 kilómetros. En cuanto al coeficiente aerodinámico, si en el ID.7 es de 0,234, en el ID.7 Tourer es casi el mismo: 0,242.

Como en todos los modelos eléctricos ID., esta plataforma cuenta con cortos voladizos y una larga distancia entre ejes que beneficia el espacio interior. De este modo, Volkswagen afirma que el familiar puede albergar cinco adultos a bordo sin problema, y ha anticipado sus cifras de maletero: hasta 545 litros, cargado hasta la altura del respaldo del asiento trasero, y, si se abate la fila posterior, hasta 1.714 litros de volumen máximo.

Respecto a su camuflaje de inspiración otoñal, Volkswagen ha asegurado que se basa en la pintura multicapa que utilizó en el ID.7 cuando fue revelado en el CES de las Vegas a principios de este año, una exclusiva pintura que hacía brillar a la berlina porque se aplicaron 40 capas, algunas de ellas conductoras y otras aislantes. De este modo, 22 zonas del vehículo controlables por separado se electrificaban bajo la capa superior de pintura para que se iluminaran. De hecho, si se acoplaba al vehículo un sistema de sonido, el ritmo de la música se hacía visible a través de las distintas zonas individuales.