Probamos el Volkswagen ID.3, renovado por fuera y por dentro para satisfacer más al usuario

Cuando llegó al mercado en 2020, el Volkswagen ID.3 recibió críticas por el conjunto de sus acabados. Los medios de comunicación primero y los usuarios después juzgaban excesivamente espartana la calidad de su interior, con unos materiales más sostenibles, de alto contenido reciclado, que aparentemente no correspondían con la calidad casi prémium de un producto de Volkswagen. “No lo supimos explicar bien”, reconocían esta semana en la presentación del renovado modelo, que ha sido convenientemente rediseñado para responder a las demandas de su clientela.

Esta inusual rapidez nos indica dos cosas: la importancia que tiene el ID.3 en el corto y medio plazo dentro de los planes de electromovilidad de Volkswagen, y la enorme capacidad de reacción del grupo alemán para dar respuesta adecuada a las sugerencias del mercado, mostrando un dinamismo y una capacidad resolutiva realmente excelentes.

Porque el ID.3 no cambia en su comportamiento dinámico, es el mismo coche con idénticas características técnicas y prestaciones, pero si vamos al detalle y lo comparamos con la versión anterior, que muy oportunamente pudimos contrastar frente a frente porque el departamento de comunicación de Volkswagen tuvo el acierto de aparcar una unidad del anterior ID.3 junto a la nueva versión para hacer más visibles los cambios, todas las modificaciones exteriores saltan a la vista.

El frontal del coche tiene la misma mirada, pero hay cambios notables, como la desaparición de la moldura negra que existía bajo el parabrisas, dejando el capó completamente uniforme. El paragolpes tiene un nuevo diseño, con una persiana eléctrica del radiador situada en el frontal, y unas entradas de aire en los extremos que contribuyen a mejorar el flujo del aire alrededor de las ruedas delanteras. En su conjunto, ofrece una imagen más agresiva y deportiva, de indudable atractivo, y estos cambios permiten alcanzar un coeficiente aerodinámico Cx de 0,26.

La parte trasera también ha recibido modificaciones, con nuevos grupos ópticos posteriores SBBR, realizados completamente en rojo, mientras que la zona sobresaliente del portón, que antes era reflectante, ahora se ilumina por completo, y la luz de los frenos se presenta en forma de X.

En los acabados interiores hay un notable salto de calidad. Los cambios en los materiales son evidentes, las superficies son suaves y mullidas, y verdaderamente ofrecen una mayor sensación de refinamiento. El salpicadero es de tacto suave, y las molduras de las puertas en su interior son de mayor tamaño y muy suaves, colaborando notablemente a la sensación de estar en un entorno acogedor y confortable. Tanto los guarnecidos como la tapicería se han realizado con un material de microfibra denominado Artvelours Eco. Otro detalle de diseño importante han sido las costuras realizadas en color de contraste. Y todos los acabados interiores están realizados en material sostenible, con un 71 % de contenido reciclado, lo que permite a Volkswagen seguir presumiendo con orgullo de que el ID.3 es el primer coche de la historia que se entrega neutro en CO₂.

Despliegue tecnológico

El nuevo ID.3 sigue contando con dos versiones, Pro y Pro S, que tienen la misma potencia de 150 kW (204 CV), pero difieren en la capacidad de la batería, su autonomía y la capacidad de recarga. En la versión Pro la batería tiene 62 kWh de capacidad frente a los 82 del ID.3 Pro S, y eso le permite alcanzar una autonomía máxima de 428 kilómetros, que en el caso de la versión Pro S llega hasta los 559 kilómetros.

En cuanto a la velocidad de recarga, la versión Pro carga de 0 a 100% en un enchufe doméstico de 11 kW en 6 horas y 15 minutos, pero si se enchufa en uno de corriente continua de 120 kW, se alcanza el 80% de la carga en 35 minutos. Con la versión Pro S, el tiempo de carga a 100% en un enchufe doméstico de 11 kW llega a las 7 horas y media, mientras que en un enchufe de corriente continua de 170 kW podremos cargar hasta el 80% en media hora.

En el salpicadero destaca el incremento de tamaño de la pantalla central de infoentretenimiento, que pasa de 10 a 12 pulgadas, totalmente de serie, mientras que el panel de instrumentos compacto mantiene la pantalla de 5,3 piulgadas, que se maneja desde el volante multifunción. Emplea la última generación de software 3.5, que mejora el rendimiento del sistema y puede recibir actualizaciones inalámbricas. Los propietarios de la anterior versión del ID.3 pueden actualizar este software y aprovechar todas sus utilidades.

Dispone del sistema Head-up Display de realidad aumentada, que proyecta información sobre el parabrisas, y también tiene Park Assist Plus con función de memoria. Incorpora un planificador de rutas inteligente que permite que la carga sea más fácil gracias al sistema Plug & Charge, que hace posible que el vehículo se identifique e inicie el proceso de carga cuando conectamos el cable a una estación de carga. El planificador de rutas calcula las paradas de recarga para optimizar el desplazamiento, y detecta las estaciones de carga que están ocupadas. Además, los puntos de interés se pueden transferir al automóvil utilizando la aplicación gratuita We Connect ID. También dispone de Travel Assist de forma opcional, con datos colaborativos de enjambre y control por voz basado en la nube, además de otra serie de ayudas a la conducción habituales como el control de crucero adaptativo (ACC) para el guiado longitudinal desde 0 km/h, o el asistente de carril, que en caso de disponer de los datos de enjambre permite al Travel Assist emplear sólo una marca de carril identificativa para mantener el coche en el carril en carreteras secundarias.

Se presenta en siete pinturas diferentes y con tres tipos de llanta, y cuenta con cuatro paquetes de opciones: Exterior, Interior, Asistentes y Confort, los tres primeros con una opción Plus aún más equipada.

El PVP inicial de la versión Pro es de 42.740 euros, pero al aplicarle las máximas ayudas del Plan MOVES III+ y la deducción de IRPF, podría quedar en un precio de 31.430 euros. Por su parte, el Pro S parte de 48.630 euros, y con las ayudas a la compra alcanzaría un precio de 37.150 euros. Volkswagen confirma que dispone de stock suficiente desde el pasado mes de julio, y marca un plazo de entrega de tres meses, una vez definida la configuración del vehículo.

En conclusión, el nuevo ID.3 es un coche más atractivo, resulta cómodo y ágil, está repleto de ayudas electrónicas y tecnología, es completamente configurable y contará con más opciones a partir de 2023 con la llegada de la batería Pure, de menor capacidad (58 kWh), así como la versión GTX. Tiene un interior acogedor y de una calidad que responde a los cánones de Volkswagen, que sus clientes normalmente esperan encontrar en cualquiera de los productos del fabricante alemán.