El Volkswagen eléctrico más radical es el ID.X Performance: 558 CV de potencia y tracción total

Hace unos días, en un evento celebrado en Locarno (Suiza), Volkswagen ha sorprendido con la presentación del inesperado ID.X Performance, un prototipo que toma como base la berlina ID.7, último lanzamiento de la marca, para dar como resultado el eléctrico más radical del fabricante alemán hasta la fecha. Un vehículo que, sin lugar a dudas, podría llevar las siglas GTI, como hacía recientemente el ID. GTI Concept, presentado en el pasado Salón del Automóvil de Múnich (IAA).

Este ID.X Performance destaca por varios aspectos, y uno de ellos es su elevada potencia (558 CV) gracias a la presencia de dos motores, con un asíncrono en el eje delantero y un síncrono en el trasero, para así obtener tracción a las cuatro ruedas. El par de accionamiento se controla mediante un gestor de la dinámica del vehículo, que también gestiona el funcionamiento del bloqueo del diferencial del eje trasero. Y es que si tomamos como referencia el ID.5 GTX, el último modelo de Volkswagen en recibir estas siglas, que hacen referencia a los eléctricos más deportivos, tiene una potencia de 299 CV. Es decir, este prototipo casi doble en caballaje al SUV eléctrico.

Otro aspecto que destaca de este prototipo es su estética deportiva y agresiva donde el splitter delantero o el difusor trasero son de carbono, cuenta con numerosos elementos aerodinámicos por toda la carrocería y un gran difusor trasero. Además, Volkswagen ha explicado que los ingenieros de la marca han aumentado la convergencia 80 milímetros y rebajado 60 milímetros la suspensión deportiva con muelles especialmente rígidos. Medidas buscan lograr una mayor agilidad en el manejo del vehículo. El prototipo está equipado con llantas de aleación deportivas de 20 pulgadas con una tuerca central monoblock y neumáticos de competiciones de medidas 265. Mientras, en la parte trasera destaca un alerón de carbono de gran tamaño para optimizar la carga aerodinámica. Además, los grupos ópticos traseros están tintados y los faros están unidos por una tira luminosa, con el logo de Volkswagen iluminado en rojo. Una tendencia que también vemos en el frontal, pero en este caso el logo luce en blanco.

En cuanto al interior, los elementos que destacan son los asientos tipo bucket de carbono, que según Volkswagen, proporcionan una sujeción óptima, los múltiples detalles rojos presentes en todo el habitáculo y una gran pantalla central de 17 centímetros de diagonal para controlar todas las funciones del coche. Como novedad, observamos como debajo de esta pantalla central aparece otra de menores dimensiones para controlar otras funciones del coche. Mientras, el cuadro de instrumentos, también digital, se integra en el salpicadero.

Por el momento, Volkswagen no ha revelado más detalles técnicos del vehículo, ni tampoco conocemos sus prestaciones. Pero la marca sí ha confirmado que el prototipo admite recargas en estaciones de corriente continua de hasta 200 kW. Y el ID.7 solamente llega a esta potencia en la versión Pro S con la batería de tamaño grande, es decir, de 91 kWh brutos (86 kWh netos), que promete una autonomía eléctrica de hasta 700 kilómetros.