Es noticia
SVB (California) y Credit Suisse (Suiza) solo se parecen en una cosa... y no es buena
  1. Mercados
  2. The Wall Street Journal
TEMOR A UNA CRISIS FINANCIERA

SVB (California) y Credit Suisse (Suiza) solo se parecen en una cosa... y no es buena

La gran crisis financiera de confianza comenzó la semana pasada con el colapso del prestamista de criptomonedas Silvergate (SI), y se extendió al favorito de Silicon Valley

Foto: Sede de Credit Suisse en Zúrich, Suiza. (Getty/Arnd Wiegmann)
Sede de Credit Suisse en Zúrich, Suiza. (Getty/Arnd Wiegmann)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Bienvenidos a la gran crisis financiera de confianza. Comenzó la semana pasada con el colapso del prestamista de criptomonedas Silvergate (SI), y se extendió al favorito del capital de riesgo SVB Financial (SIVB), matriz de Silicon Valley Bank, antes de derribar a Signature Bank (SBNY), que también tenía conexiones con las criptomonedas. Ahora, la crisis de confianza se ha extendido al Credit Suisse de Suiza, un "banco de importancia sistémica mundial" que lleva varios años dedicados a una reestructuración sin muchos resultados que mostrar.

* Si no ves correctamente este formulario, haz clic aquí.

Con Credit Suisse en los titulares, las acciones bancarias vuelven a verse afectadas. Las acciones de Credit Suisse (CS), que llegaron a superar los 75 dólares por acción antes de la crisis financiera mundial, entraron en 2023 en torno a los tres dólares y cotizaban a menos de dos dólares el miércoles por la tarde, lo que supone una caída de más del 21% respecto al cierre del martes. Otros bancos europeos sufrieron fuertes caídas: Société Générale (GLE.France) se desplomó un 12,2%, Deutsche Bank (DB) cayó un 8,6% y UBS Group (UBS), un 8,5%. Ni siquiera los grandes valores bancarios estadounidenses han sido inmunes: JPMorgan Chase (JPM) ha caído un 5,1%, Goldman Sachs (GS) un 4,8% y Morgan Stanley un 6,6%.

Todo esto nos lleva a preguntarnos: ¿cómo ha salpicado la quiebra de Silicon Valley Bank, un banco regional de 212.000 millones de dólares con una base de depósitos concentrada, a Credit Suisse y al sistema bancario mundial?

Foto: El banco suizo Credit Suisse está en el ojo del huracán por su desplome en Bolsa (REUTERS/Denis Balibouse)

SVB y Credit Suisse no parecen tener mucho en común. A diferencia de los bancos regionales estadounidenses que quebraron durante el fin de semana, Credit Suisse es una institución mundial. Tenía activos por valor de unos 530.000 millones de francos suizos (575.000 millones de dólares) en su balance a finales de 2022, más del doble que Silicon Valley Bank. Credit Suisse es uno de los más de veinte operadores primarios de la Reserva Federal. El Consejo de Estabilidad Financiera del Banco de Pagos Internacionales lo considera un banco de importancia sistémica mundial, o lo que es lo mismo, en términos coloquiales, "demasiado grande para quebrar". Además de la banca tradicional, también se dedica a la banca de inversión, la gestión de patrimonios y otras líneas de negocio en varios continentes.

También tiene muchos problemas. En los últimos años, Credit Suisse ha sido el miembro más enfermo del sector bancario europeo. Sufrió grandes pérdidas en operaciones con bonos basura a mediados de la década de 2010, estuvo en el centro de las caídas de Archegos Capital Management y Greensill Capital, y ha pasado por varios directores ejecutivos y presidentes, entre otros problemas y escándalos. El resultado fue una fuga de más de 110.000 millones de francos suizos de depósitos de clientes solo en el cuarto trimestre.

Foto: Oficina de Credit Suisse en Suiza. (Reuters/Arnd Wiegmann)

El último plan de reestructuración de Credit Suisse ha consistido en centrarse en su negocio de gestión de patrimonios y alejarse de la banca de inversión, al tiempo que recorta costes en todos los ámbitos. El banco ha acordado vender su grupo de productos titulizados a Apollo Global Management (APO) y ha sugerido que podría escindir su unidad de banca de inversión estadounidense Credit Suisse First Boston. En otoño obtuvo capital de un grupo de inversores liderado por el Banco Nacional Saudí para financiar la transformación. Toda esa reorganización cuesta dinero y lastra el flujo de caja. Después de ganar 2,32 dólares por acción en 2021, Credit Suisse perdió 2,77 dólares en 2022 y los analistas prevén que perderá 31 centavos en 2023.

Las acciones empezaron a caer con fuerza esta semana. El desencadenante nominal fue la admisión de "debilidades materiales" en los informes financieros de Credit Suisse para 2021 y 2022 el martes y la noticia el miércoles de que el Banco Nacional Saudí no suministraría más capital para mantener su participación por debajo del 10%.

Foto: La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado. (EFE David Fernández)

Como en el caso del SVB, las salidas de depósitos de clientes han sido un lastre para la liquidez del banco, al igual que sus costes de reestructuración. En conjunto, están afectando a su capacidad para hacer frente a las obligaciones a corto plazo, incluso si el balance general se mantiene dentro de los requisitos de capital regulatorio. Esto hace temer que, si continúan los flujos de salida, Credit Suisse se vea obligado a vender activos a largo plazo. Eso es lo que provocó la caída de SVB: muchos de sus activos se vendieron con grandes pérdidas después de que un año de subidas de los tipos de interés de la Reserva Federal hicieran caer el valor de los bonos de su balance. Como en el caso de SVB, los reguladores y los gobiernos se verán presionados para salvar la situación y evitar una crisis de confianza aún mayor o el contagio del sistema bancario mundial.

"A pesar de las protestas de Credit Suisse, parece inevitable que el Banco Nacional Suizo (BNS) tenga que intervenir y proporcionar un salvavidas", afirma Octavio Marenzi, director ejecutivo de la consultora de gestión Opimas. "El BNS y el Gobierno suizo son plenamente conscientes de que la quiebra de Credit Suisse o incluso cualquier pérdida de los titulares de depósitos destruiría la reputación de Suiza como centro financiero".

Foto: Logotipo de Credit Suisse. (Reuters)

El miércoles por la noche, el BNS y la Autoridad Suiza de Supervisión de los Mercados Financieros, o Finma, declararon que estaban dispuestos a proporcionar liquidez a Credit Suisse en caso necesario. [N.d.T.: el banco aseguró que pediría el rescate esa misma madrugada]

Aunque SVB y Credit Suisse tienen sus propios problemas específicos que no afectan a la mayoría de los demás bancos, todos comparten el mismo problema fundamental: los bancos dependen de la confianza para seguir en activo. En esencia, el modelo bancario consiste en pedir dinero prestado a una parte y prestárselo a otra. El balance saldrá bien mientras no haya muchas voces a ambos lados pidiendo su dinero a la vez.

Como se ha visto la semana pasada, las cosas pueden agravarse muy rápidamente. Los rumores o informes sobre retiradas de fondos por parte de los clientes estimulan más retiradas, provocando una corrida bancaria y creando una profecía autocumplida, especialmente para los bancos con problemas preexistentes que dificultan su liquidez o rentabilidad. Recuerda a la frase de Ernest Hemingway sobre quebrar "poco a poco, luego, de repente".

Foto: Logo de Credit Suisse junto a la 'app' de Silicon Valley Bank. (EFE/Jim Lo Scalzo)

Y cuando la confianza en uno o dos bancos se tambalea, los inversores buscan nerviosamente la siguiente víctima potencial, haciendo caer las acciones bancarias en general. Eso es exactamente lo que está ocurriendo ahora.

"Los problemas de Credit Suisse plantean una vez más la cuestión de si se trata del comienzo de una crisis mundial o simplemente de otro caso idiosincrásico", escribe Andrew Kenningham, economista jefe para Europa de Capital Economics. "Este es el tercer problema puntual en pocos meses, tras la crisis del mercado del gilt en el Reino Unido en septiembre y las quiebras de los bancos regionales estadounidenses la semana pasada, por lo que sería insensato suponer que no habrá más problemas en el futuro". Ahora depende de los reguladores evitar que la crisis de confianza se convierta en una crisis financiera en toda regla.

*Contenido con licencia de Barron’s.

Bienvenidos a la gran crisis financiera de confianza. Comenzó la semana pasada con el colapso del prestamista de criptomonedas Silvergate (SI), y se extendió al favorito del capital de riesgo SVB Financial (SIVB), matriz de Silicon Valley Bank, antes de derribar a Signature Bank (SBNY), que también tenía conexiones con las criptomonedas. Ahora, la crisis de confianza se ha extendido al Credit Suisse de Suiza, un "banco de importancia sistémica mundial" que lleva varios años dedicados a una reestructuración sin muchos resultados que mostrar.

Banca Bancos centrales Banco público
El redactor recomienda