La banca privada usa la crisis de Credit Suisse para atraer a sus clientes

Episodio repetido en la banca privada española. Las firmas especializadas en la gestión y asesoramiento de grandes patrimonios han sacado sus mejores galas para captar clientes de Credit Suisse, en medio de la crisis del banco, que este miércoles se desplomó en bolsa un 24%, hasta mínimos históricos, y los seguros de impago (CDS) se dispararon hasta superar en 16 veces, 800 puntos frente a 50, el nivel de su máximo rival suizo, UBS.

En medio de las dudas en la banca europea tras la caída de Silicon Valley Bank en Estados Unidos, Credit Suisse sigue siendo el eslabón más débil bajo la percepción de los inversores. Además, este miércoles el Banco Nacional Saudí, propietario del 9,8% y que fue el caballero blanco de la ampliación de capital del año pasado al invertir 1.530 millones de euros, dijo que no podría prestar más apoyo por límites regulatorios, al no querer sobrepasar el 10% del capital. A última hora de la noche, los supervisores suizos, FINMA (mercados) y SNB (bancario) emitieron un comunicado conjunto defendiendo la fortaleza de la banca suiza, incluyendo Credit Suisse, rechazando riesgo de contagio desde Estados Unidos y prometiendo liquidez si hace falta.

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La nota llegó tras desatarse el miedo en el mercado después del susto en California, que junto a las declaraciones del banco saudí había servido para volver a catalizar una huida de los inversores respecto a Credit Suisse. Y hay entidades con las puertas abiertas para que esto pase también con los clientes. No en vano, el año pasado el banco sufrió la salida del 10% de los activos gestionados en el área de grandes patrimonios, cifra que, según fuentes financieras, concuerda con los movimientos en España, donde la entidad mantiene su opacidad y no publica cifras.

“No hace falta ni llamar a los clientes, los que tienen capital en estos bancos salen despavoridos y los que tienen una segunda cuenta abierta en otro banco, se van a este”, asegura un ejecutivo de banca privada. De hecho, es habitual que los grandes patrimonios tengan posiciones en varias entidades, y estas lo saben, con lo que cuando es cliente compartido con Credit Suisse, tratan de aprovecharlo.

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Que el dinero es miedoso es una realidad que se encargan de recalcar los bancos cada vez que pueden. El propio Credit Suisse fue uno de los bancos más agresivos para captar banqueros y clientes de UBS en España. En este caso, no por crisis de la entidad suiza, sino por un proceso de venta muy poco transparente que finalizó en la compra de Singular Bank.

Ya el año pasado hubo una ofensiva de entidades competidoras, especialmente bancos extranjeros y algún español especializado, para llevarse clientes de Credit Suisse. La entidad suiza trató de convencer a los clientes para quedarse y ofreció varias soluciones, como ser pionera en pagar por los depósitos o facilitar a los clientes con más miedo que pudieran seguir gestionando las carteras desde Credit Suisse y que estas estuvieran depositadas en otra entidad para eliminar cualquier riesgo al respecto incluso si cayera el banco. En este sentido, hay que tener en cuenta que Credit Suisse trabaja con clientes que son grandes patrimonios, normalmente a partir de tres millones de euros, como gestor de sus inversores o asesor y como depositante.

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Ahora, el nuevo episodio de crisis ha sido repentino, concentrado en la tormenta de este miércoles, con el desplome de las acciones y el repunte de los CDS. “Estamos muy pendientes”, asegura el responsable de una entidad de banca privada. En los competidores, se da por hecho que incluso si llegara a ser insostenible la situación de Credit Suisse, habría rescate del gGobierno suizo, aunque esto son palabras mayores y, por ahora, lejanas.

Lo que es más cercano es que las entidades aprovechen para engordar sus carteras de clientes. Por ello, llaman y reciben llamadas de grandes patrimonios que trabajan con Credit Suisse, quien normalmente trabaja con clientes a partir de los tres millones de euros, y se estima que antes de la crisis del año pasado, tanto la propia como por el efecto mercado, con las caídas del valor de los activos, gestionaba unos 12.000 millones. Esta cifra procede de fuentes de Credit Suisse y del mercado, pero no hay dato oficial.

Credit Suisse creció entre 2021 y la primera mitad de 2022, tanto en clientes como en banqueros, al fichar varios equipos, especialmente de su rival UBS. Primero de la mano de Íñigo Martos, quien había relevado a un histórico, Miguel Matossian, en 2020, y cuando este se fue en diciembre de 2021, con Pablo Carrasco al frente de la ofensiva para contratar y crecer. Carrasco llevaba en el banco desde 2007, pero entre 2011 y enero de 2022 pasó por varias responsabilidades del grupo fuera de España.

Credit Suisse creció entre 2021 y la primera mitad de 2022, en clientes y en banqueros, al fichar equipos, especialmente de UBS

La situación actual se produce, además, a las puertas de que los banqueros cobren su bonus y se produzca el pistoletazo de salida habitual de cada año para que haya movimientos. Dicho de otra manera, todos los bancos coinciden en que hay banqueros de Credit Suisse llamando a la puerta, según fuentes financieras. No en vano, es una entidad que fue muy agresiva contratando en 2020 y 2021, incrementando y solapando equipos. Algunos no han cumplido sus expectativas al cambiarse, o no han logrado los resultados esperados. Y también hay banqueros que ya estaban molestos por los fichajes, como es habitual cada vez que una entidad de altos patrimonios crece rápidamente.

Los bancos más favorecidos a nivel comercial están siendo los no cotizados, ya que en general todas las entidades están sufriendo en bolsa. De hecho, Deutsche Bank, que con Martos ha fichado varios banqueros de Credit Suisse, se desplomó un 9,25% este miércoles, y Crédit Agricole, también activo en banca privada en España con Indosuez, un 5,21%. Santander (-6,9%), BBVA (-9,6%) o CaixaBank (-6,7%), grandes jugadores de banca privada, también han sufrido. Y a los norteamericanos como JPMorgan, Goldman o Citi, con posiciones importantes entre grandes patrimonios españoles, no les va mucho mejor desde la caída de Silicon Valley Bank.