Cómo ser un buen amigo cuando despiden a un compañero de trabajo

Aunque el mercado laboral sigue gozando de buena salud, un repaso a LinkedIn deja claro que los despidos están afectando a algunos sectores. Más de 250.000 trabajadores del sector tecnológico han perdido su empleo en los últimos meses, según Layoffs.fyi, y algunas reducciones de plantilla se han extendido a otros sectores de la economía: empresas como Dow Inc., Walt Disney Co. y 3M Co. han anunciado despidos. Para los compañeros y amigos de esos trabajadores, la pregunta de cómo ayudar puede tener varias respuestas.

Dado que la búsqueda de un nuevo empleo a menudo se reduce a quién conoces, puede que sea el momento de recurrir a tu red de contactos para ayudarles a hacer nuevas conexiones. Las recomendaciones de antiguos compañeros de trabajo y mentores pueden ayudar a trazar la trayectoria de un cambio profesional futuro, pero también hay otras formas de ser útil. Estos son algunos consejos de preparadores profesionales y personas que han pasado por un despido sobre cómo ayudar a un amigo o compañero de trabajo cuyo puesto ha sido suprimido.

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Piensa en términos prácticos

Cuando Brian Anderson, gestor de cuentas técnicas en la nube de San Antonio, vio en LinkedIn la publicación de una compañera de trabajo que había sido despedida y buscaba nuevas oportunidades, quiso ofrecer algo más que simpatía. Dejó un comentario en su publicación y etiquetó a dos reclutadores con los que había trabajado en el pasado, recomendándoles que se pusieran en contacto.

Anderson, de 46 años, cuenta que fue despedido de un trabajo a principios de la década de 2000, y recibió mucha ayuda de personas que le pusieron en contacto con personas que le ayudaron en su búsqueda de empleo. En un caso, le pusieron en contacto con alguien que le remitió a otra persona, y esa persona pudo ayudarle a conseguir un nuevo empleo.

"Ser capaz de darle algunos contactos y ampliar su red va a ser crucial para que consiga su próximo puesto, sea cual sea", afirma Anderson. "Lo fue para mí".

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Tiéndele la mano

Es probable que las personas que han sido despedidas estén lidiando con una serie de emociones, desde la rabia a la tristeza, pasando por el miedo. Aunque estas situaciones pueden ser incómodas o tensas, los asesores profesionales afirman que los antiguos colegas y amigos del trabajo no deben evitar a las personas que han sido despedidas.

A menudo, los antiguos compañeros se sienten culpables por haber sobrevivido a una ronda de despidos, o impotentes, por lo que a menudo optan por pasar desapercibidos o no dicen nada. Sin embargo, ponerse en contacto, aunque sea mínimamente, puede tener un impacto.

David Lancefield, coach ejecutivo afincado en Londres que ha trabajado con la BBC, NBCUniversal Media LLC y Microsoft Corp. recomienda empezar con un correo electrónico preguntando cuándo es un buen momento para hablar. Sé empático y deja clara tu intención de ayudar. "El punto de partida sería decir: Mira, me he enterado de la noticia. Quería ponerme en contacto contigo como buen amigo", explica. Dale tiempo a la persona para que responda cuando se sienta preparada, y recuerda que puede necesitar tiempo a solas para procesar la pérdida de su trabajo.

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Qué decir

Una vez que habéis empezado a hablar, Lancefield recomienda que, en lugar de un "¿cómo estás?" genérico que puede parecer una simple cortesía o provocar un torrente de emociones, di que quieres ser el mejor amigo o colega posible. Pregunta cuál es la mejor manera de ayudar.

Durante la conversación o en los correos electrónicos siguientes, evita frases como "Cualquier empresa tendría suerte de tenerte" o "Estoy seguro de que pronto encontrarás algo". Por muy buena intención que tengas, pueden sonar como que estás restando importancia a lo que le ha ocurrido o a cómo ve su situación, afirma Lancefield. Escúchale, observa su comportamiento e intenta comprender su mentalidad. "Si la gente se siente cómoda contigo, dirán lo que quieran decir", afirma Lancefield.

Recomienda hacerles preguntas para averiguar sus objetivos profesionales actuales, si quieren seguir en su campo o probar algo diferente. Esos datos te permitirán ayudarles de forma más pertinente, por ejemplo enviándoles oportunidades de empleo concretas o compartiendo información sobre formación o desarrollo de habilidades.

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Pídeles ayuda

Hay algunas reglas básicas si te ofreces a presentarles a tus contactos. En primer lugar, asegúrese de que el contacto que le quieres presentar está dispuesto a ello y no le pilla desprevenido. Según Diane Darling, autora de un libro sobre redes de contactos que ha impartido clases en la Harvard Business School, Cisco Systems Inc. y Bank of America Corp., es una buena idea preguntar a antiguos colegas cómo quieren que les presentes. Por ejemplo, ¿quieren que destaques su experiencia directiva o su capacidad técnica?

Puede ser útil pedirle que te envíe una breve descripción para utilizarla en el correo electrónico de presentación. También puedes ofrecerte a escribir recomendaciones o publicarlas en LinkedIn, destacando lo trabajadora que es la persona y citando ejemplos concretos de grandes victorias y tenacidad, prosiguió Darling, y añadió que cree que este tipo de recomendaciones en línea son realmente útiles.

También es importante saber cuándo hay que dejar de entrometerse. "Me pongo en contacto con ellos con bastante frecuencia si la relación es relativamente estrecha", explica. "Puedo decirles: quiero saber cómo estás. Si eso te molesta, dímelo".

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Aprender de la experiencia

Mariah Rogers afirma que algunos de los mensajes más eficaces que recibió tras ser despedida de su trabajo como ingeniera analítica en una empresa de tecnología de energía limpia en diciembre fueron personas que conocía a través del trabajo y de grupos profesionales que querían ayudarla a perfeccionar la forma en que presentaba sus habilidades.

"Algunos contactos me enviaron artículos escritos por orientadores profesionales sobre la marca personal y la redacción de currículos, otros me ayudaron a practicar las preguntas de la entrevista y otros me dieron recomendaciones para el trabajo", explica. Sus antiguos colegas y contactos en el sector también le ayudaron a desarrollar una estrategia acerca de lo que debía buscar en su próximo trabajo.

Rogers, que tiene 28 años y vive en Irvine (California), está convencida de que, al contar con la ayuda de sus amigos durante la búsqueda, obtuvo mejores resultados en las entrevistas y acabó triunfando. Empezó a trabajar el 7 de febrero como ingeniera sénior de datos y análisis en Cypress.io, un fabricante de herramientas de automatización de pruebas para desarrolladores web con sede en Atlanta.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal