Cinco emails que tienes que mandar antes del 31... por el bien de tu carrera profesional

Sí, sabemos que estás ocupado tachando cosas de tu lista de tareas para fin de año. Pero esta es una tarea fácil de añadir que podría aportar beneficios importantes en el futuro: conecta con cinco personas que podrían tener un impacto positivo en tu trayectoria personal en 2023.

No hay mejor momento que el fin de año para ampliar tu lista de aliados profesionales. Hay tanta gente que ha cambiado recientemente de trabajo, o incluso de sector, que incluso las mejores redes de networking necesitan una revisión. Y aunque sigue habiendo ofertas de empleo, cada vez son más las empresas que reducen su plantilla y los empresarios que temen que haya más despidos en camino.

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Enviar un mensaje a alguien con quien no has hablado en varios años o tratar de convertir un contacto lejano en una relación puede resultarte incómodo. Aquí tienes cinco perfiles con los que contactar, y nuestros consejos para hacerlo con gracia.

1. Un miembro de tu círculo cercano con buenos contactos

El buen samaritano profesional al que acudes cuando necesitas urgentemente algún consejo, encontrar ofertas de trabajo o a alguien que te recomiende. Piensa en quién podría ayudarte de forma efectiva si te despidieran de repente.

Te proponemos un ejercicio rápido para ver a quién deberías incluir en este apartado. Imagínate que acabas de saber que podrías quedarte sin trabajo. Tómate cinco minutos para apuntar los nombres de las primeras seis a ocho personas a las que pedirías ayuda.

Invítales a comer o a tomar algo a principios de año, o propón una llamada telefónica de 20 minutos para poneros al día

Son personas a las que conoces bien: compañeros de trabajo cercanos, antiguos compañeros de trabajo, mentores. Incluye en tu lista a aquellos que hacen networking de forma asidua y tienen un buen historial a la hora de reunir información sobre la marcha de tu sector profesional.

Elige a una persona de esta lista a la que mandarle un correo electrónico. Recuerda, se trata de una persona a la que pedirías que utilizase sus contactos para ayudarte sin pensarlo dos veces, así que no te atasques mucho con el mensaje. Invítales a comer o a tomar algo a principios de año, o propón una llamada telefónica de 20 minutos para poneros al día.

Deja claro por qué quieres conectar con ellos: estás pensando en cómo impulsar tu carrera profesional y te encantaría recibir algún consejo, o quieres saber más sobre el cambio de sector que han hecho hace poco porque te estás planteando hacer algo similar.

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2. El "influencer"

La siguiente persona a la que contactar es alguien que podría aportar a tu carrera profesional… si tuvieseis una relación más cercana. No dediques muchas líneas al principio de tu mensaje a adulaciones o largas explicaciones.

Pide lo que quieras pedir de forma rápida y educada, y evita expresiones muy manidas. Prueba mejor con algo como:

• "Me encantaría saber tu opinión, dado que has pasado por lo mismo".
• "Escuché tu intervención/me gustó lo que escribiste/me pareció interesante lo que dijiste en la reunión sobre _____ y me encantaría saber más".
• "He seguido tu trabajo de cerca. Lo que hiciste con ______ me pareció especialmente interesante, ya que estoy trabajando en algo parecido".

Enfatiza experiencias compartidas y sé específico: si fuisteis a la misma universidad, si ambas sois mujeres que se dedican a la ingeniería civil… Mencionar factores en común podría permitirles saber cuál es la mejor forma de ayudarte.

"Si te graduaste de la Academia de las Fuerzas Armadas y me pides algo de mi tiempo, lo sacaré de dónde sea", afirma Trier Bryant, cofundador de la empresa de consultoría laboral Just Work y egresado de dicha Academia, que pasó más de 15 años en el ejército.

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3. La persona VIP

En tercer lugar, contacta con un profesional de alto nivel que pueda darte acceso a las oportunidades adecuadas, o a alguien que pueda hacerlo por él. Podría ser un ejecutivo de tu red de contactos que esté ascendiendo rápidamente, el antiguo jefe de tu jefe, ese emprendedor que dejó un comentario en una de tus publicaciones en LinkedIn…

Si aún no le conoces en persona, ¿sabes de algún contacto mutuo que os pueda conectar? Si es así, ofrécete a redactar el mensaje y envíales un breve resumen de tu buena fe y tus objetivos para orientarles.

"Me gustaría poder contar con tu consejo"

Ve al grano sobre quién eres y qué quieres. El objetivo es conseguir que la persona a la que escribiste te responda "de forma detenida en el momento, en vez de atrasarlo indefinidamente", explica Dorie Clark, autora y profesora de educación ejecutiva en el Fuqua School of Business de Duke University y en Columbia Business School.

Por ejemplo, puedes escribirles algo como "quiero dedicarme a esto profesionalmente y me gustaría poder contar con tu consejo" o "me gustaría saber cómo superaste este obstáculo profesional que me he encontrado intentando adentrarme en el sector".

Haz que les sea fácil responder positivamente a lo que les pides. "Si les pides hablar por teléfono, asegúrate de que la llamada sea de 10 minutos", recomienda Clarke.

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4. El contacto perdido

Es el momento de la incomodidad. No has hablado con esta persona desde hace años y de pronto apareces en su bandeja de entrada, con la esperanza de que se acuerden de ti y no de todo el tiempo que hace desde la última vez que hablasteis.

Según Aimee Cohen, que dirige ON Point Next Level Leadership, una empresa con sede en Minneapolis que se dedica al coaching para ejecutivos y al desarrollo del liderazgo, no se debe evitar hablar de que ha pasado mucho tiempo. Ha abierto mensajes que decían "¡Qué recuerdos!" o "Sé que igual te da algo al ver de pronto mi nombre en tu bandeja de entrada, pero ____".

Explícales que ahora mismo no estás buscando nada, pero que te encantaría saber más sobre su puesto y sus experiencias

También puedes aprovecharte de que acabemos de pasar por una pandemia con un mensaje del estilo de "Aunque solo hayan pasado 3 años, parece como si hubiera pasado un siglo desde la última vez que hablamos".

Deja claro que sigues teniendo presente sus intereses y su experiencia y que consideras que podría serte de ayuda. Por ejemplo: "me encantaría quedar y hablar sobre qué estás buscando estos días", o "Sé que ha pasado mucho tiempo, pero he visto este pódcast sobre triatlones y me ha hecho pensar en ti. ¿Sigues compitiendo?".

Un error típico es contactar pidiendo directamente un favor, como puede ser algo de ayuda para encontrar un trabajo o una recomendación. Quieres contactar con ellos "desde una posición de poder, no por pánico", subraya Cohen. Explícales que ahora mismo no estás buscando nada, pero que te encantaría saber más sobre su puesto y sus experiencias.

Opinión

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5. El compañero de trabajo que se marcha

La marcha de un compañero de trabajo también crea oportunidades. Según Michele Woodward, que se dedica al coaching de ejecutivos y tiene su sede en Washington D.C., "el momento de dejar un trabajo es un momento de vulnerabilidad", independientemente de lo fabuloso que sea su siguiente puesto.

Lo mejor es contactar de inmediato, pero también se puede responder a mensajes de despedida más antiguos. Puedes empezar diciendo algo así como "me puse un recordatorio para preguntarte cómo te habían ido los primeros 90 días" o "me puse un recordatorio para preguntarte qué tal va el trabajo nuevo", sugiere Woodward.

También puedes hacerles alguna pregunta pertinente, como puede ser "¿Qué tal lleváis allí la vuelta a la presencialidad?". Se trata de volver a conectar, retomar la relación donde la habíais dejado y seguir adelante con ella.

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Planes para el futuro

Conviértete en un experto en mantenerte al día con distintos tipos de contactos. Aimee Cohen, de la empresa de liderazgo de Minneapolis, recomienda distintas frecuencias para hablar con distintos contactos:

• Contactos cercanos (tu antiguo compañero de trabajo del que te hiciste amigo y que se fue a otra empresa): una vez al mes.
• Contactos de nivel medio (el jefe con el que trabajaste un año antes de que les movieran a otra sección): una vez al trimestre.
• Contactos más lejanos (el compañero del departamento de finanzas con el que solías charlar en los descansos): dos veces al año.
• Conocidos (alguien del departamento de ventas con quien colaboraste una vez en el trabajo hace años): una vez al año, con un mensaje felicitándoles las fiestas, por ejemplo.

Ponte como objetivo escribir a tres contactos a la semana. Puede ser a alguien a quien ya tengas en tu lista y te toque escribirles, o alguien nuevo a quien quieras añadir a tu red de contactos.

—Con la contribución de Kathryn Dill.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal