La banca intenta frenar contrarreloj reembolsos de fondos de hasta 25.000 M

Los fondos de inversión españoles ya han sufrido reembolsos superiores a los 6.600 millones con la crisis del coronavirus, con 5.500 millones en marzo, el peor mes desde 2008, y otros 1.100 millones en las tres primeras semanas de abril. Pero la banca teme que no haya pasado lo peor, dado que muchos clientes podrían estar esperando a que pase el estado de alarma para acudir a la oficina y rebalancear su patrimonio de fondos a depósitos, un movimiento que podría acentuarse con la destrucción de empleo y la incertidumbre sobre el panorama económico.

Los reembolsos son un daño doble a la banca, al reducir los ingresos por comisiones y elevar los costes por la ‘multa’ del Banco Central Europeo (BCE) sobre la liquidez con la facilidad de depósito en el -0,5%. Si un cliente tiene 10.000 euros invertidos en un fondo con una comisión del 1%, la gestora del banco —los bancos comercializan principalmente fondos del grupo— gana 100 euros cada año por esta vía. No solo perdería estos ingresos en la partida de comisiones, sino que si el cliente deja el dinero en la cuenta corriente, le costará dinero al banco. La autoridad monetaria cobra hasta el 0,5% por el exceso de reservas de las entidades.

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Los bancos manejan diversos escenarios para prepararse en esta crisis, como aseguró este martes José Antonio Álvarez, consejero delegado de Banco Santander, en la presentación de resultados trimestrales. En el plano de los fondos, las divisiones de gestión de activos de varios bancos trabajan en un escenario en el que los reembolsos se dispararán tras el estado de alarma.

Es una hipótesis para la que se están previniendo los bancos españoles. “Nuestro escenario central es que haya reembolsos de entre un 10% y un 15% del patrimonio de individuos gestionado en fondos”, señala Sergio Redruello, 'managing director' de Alvarez & Marsal en España. Esta tesis supondría reembolsos de 20.000-25.000 millones (el patrimonio total es de 240.000 millones, pero no todo es de inversores individuales), y viendo el comportamiento de las primeras semanas de confinamiento, podrían cebarse en las gestoras de los bancos, en las que el peso de los fondos conservadores es mayor respecto a las gestoras independientes.

Nuestro escenario central es que haya reembolsos de entre un 10% y un 15% del patrimonio de individuos gestionado en fondos

Los bancos están implementando medidas para evitar esta posibilidad, y coinciden en limitar las pérdidas que pueden sufrir los clientes. Una opción es contratar instrumentos de protección de valor, que son garantías para determinados fondos. Las entidades están estudiando esta opción, y de hecho ya ha habido contratación por parte de un banco, según fuentes financieras.

Esta opción consiste en que la garantía limita las pérdidas a los partícipes, desincentivando que estos abandonen el fondo por miedo a las caídas que pueda sufrir. Por ejemplo, pueden limitarse los números rojos al 3% en un mixto conservador desde que se constituye con la aseguradora hasta el final de 2020. Se active o no, el coste va contra la rentabilidad del fondo. El coste de la garantía depende del riesgo del fondo en el que se aplique.

La banca vuelve a tirar de garantizados

Otra vía más tradicional es la de lanzar fondos garantizados para que los inversores que quieren salir de productos en los que han sufrido pérdidas puedan traspasar a vehículos sin riesgo. Los ingresos por comisiones disminuyen drásticamente para el banco, pero se evita que el cliente se vaya a liquidez o saque el dinero del banco, y así podría volver en el futuro a otros fondos de la casa. Estos productos se basan en crear estructuras de deuda pública para asegurar una rentabilidad prefijada.

Cuando los tipos de interés eran más altos, los fondos garantizados daban retornos también más elevados, lo que permitía a los bancos imputar comisiones más jugosas, que oscilaban entre el 1% y el 2%, pese a que no exigen gestión activa. La caída de los tipos restó atractivo a estos vehículos, de los que tira la banca con nuevos lanzamientos cuando hay turbulencias en los mercados. Así ocurrió en los cinco primeros meses de 2019, después de las pérdidas generalizadas el año anterior. Pero esta ronda de garantizados era de fondos que prometían rentabilidades netas a largo plazo de entre el 0% y el 0,3% anual y comisiones en la misma línea. Entre enero y abril de 2019, los bancos captaron 400 millones en garantizados, más que en 2017 y 2018, hasta elevar el patrimonio por encima de los 20.000 millones. La cifra se redujo en los siguientes meses. Este mes, han empezado con 16.000 millones.

En las últimas semanas, los bancos han llevado a cabo una nueva oleada de lanzamientos de fondos garantizados, aunque esta vez con rentabilidades aseguradas levemente mayores que hace un año gracias al repunte de los tipos de la deuda pública por la ola de ventas que hubo en marzo con la expansión del coronavirus, y que el BCE solo ha suavizado parcialmente con sus compras de activos.

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Banco Sabadell ha sido el último en lanzar un garantizado, el Sabadell Garantía Fija 17. El producto vence en 2028, y tendrá ocho vencimientos obligatorios del 0,3% del patrimonio. La TAE garantizada para los partícipes que estén hasta el final en el fondo es del 0,33%. La comisión de gestión es del 0,27%, con un 2% por reembolsos entre el 9 de junio de 2020 y la fecha de vencimiento, el 30 de julio de 2028.

Kutxabank, por su parte, ha lanzado en esta crisis el Kutxabank RF Horizonte 13, un fondo de retorno objetivo, con una TAE no garantizada del 0,3% para inversiones mantenidas hasta 2023. También hay opciones conservadoras. CaixaBank se ha inclinado con el CaixaBank Renta Fija Enero 2026 por un fondo de renta fija con un horizonte temporal de seis años, e invertido al menos en un 90% de la cartera en bonos con grado de inversión.

Fuera de la banca, Mapfre AM ha iniciado la comercialización del Mapfre Compromiso Sanitario. El fondo invertirá en una emisión de la Comunidad de Madrid cuyos fondos se destinan a material sanitario para combatir esta pandemia. El vehículo garantiza una TAE del 0,99% para inversiones que se mantengan hasta 2023.

La rentabilidad de los fondos garantizados se genera con los activos en los que invierten. Pero hay una garantía que normalmente es mediante el balance del banco. No es habitual que suceda, pero sí existen ejemplos. Hace un mes, Unicaja tuvo que abonar como garante 320.235 euros para el fondo Unifond 2020-III, que llegó a vencimiento con un valor liquidativo por debajo del necesario para devolver el capital con la rentabilidad prometida.

BBVA lidera los reembolsos

BBVA fue el banco que mayor volumen de reembolsos ha sufrido entre marzo y las tres primeras semanas de abril, con cerca de 1.400 millones en salidas netas. El banco también ha liderado junto a CaixaBank las captaciones en los últimos años, llevando al fondo Quality Inversión Conservadora a ser el fondo español más grande de la historia. Este producto sobrepasó los 11.000 millones a principios de 2020, pero pierde un 8% en el acumulado del año y estas pérdidas, junto a los reembolsos, han reducido el dinero gestionado por debajo de los 10.000 millones, según Morningstar.

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Los reembolsos de BBVA equivalen al 3,4% del patrimonio que tenía al cierre de febrero. La entidad sufre el mayor golpe en términos absolutos y relativos. En Bankia y Santander (sumando Santander AM y Allianz Popular), las salidas oscilan entre el 2% y el 3% del patrimonio en febrero, con reembolsos de 525 millones y 959 millones respectivamente.

CaixaBank AM, que lidera el 'ranking' de patrimonio, ha sufrido reembolsos por valor de 556 millones, el 1,2% del patrimonio. El mordisco roza el 2% en Sabadell AM, con reembolsos de 315 millones, y en Ibercaja y Bankinter están por encima del 1%.