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La falta de tirón de Yolanda Díaz y su guerra con Podemos lastran las opciones de vuelco en Galicia
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Elecciones del 18 de febrero

La falta de tirón de Yolanda Díaz y su guerra con Podemos lastran las opciones de vuelco en Galicia

Sumar, según las encuestas en el ecuador de la campaña, no llega al 5% necesario para obtener escaño en A Coruña y Lugo y echar al PP de la Xunta. La balanza a derecha o izquierda se decantará por uno o dos diputados

Foto: La vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz (c), asiste a un mitin en Ferrol con la candidata a la presidencia de la Xunta de Galicia Marta Lois y el exalcalde de Ferrol Jorge Suárez. (Europa Press/Kiko Delgado)
La vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz (c), asiste a un mitin en Ferrol con la candidata a la presidencia de la Xunta de Galicia Marta Lois y el exalcalde de Ferrol Jorge Suárez. (Europa Press/Kiko Delgado)
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En el ecuador de la campaña de las gallegas, se van confirmando los temores que unos y otros partidos aventuraban en el arranque. Los últimos sondeos publicados dan alas al vuelco. El BNG y el PSdeG tienen opciones de arrebatar al PP su feudo. La candidata Ana Pontón está ganando enteros. Se vio en el debate de la televisión pública autonómica. También se percibió que Alfonso Rueda no estaba cómodo. Los populares siguen lejos de los 42 escaños que firmó hace cuatro años Alberto Núñez Feijóo. Y en los laboratorios de los partidos ya tienen identificado que el resultado se decidirá por uno o dos diputados. El reparto de los llamados restos será determinante para que un bloque u otro tenga la llave de la Xunta de Galicia.

En la izquierda, la preocupación se centra en Sumar. Fuentes socialistas lamentan que en provincias como A Coruña y Lugo los de Yolanda Díaz podrían haberse hecho con un diputado clave en cada territorio de haber concurrido junto con Podemos. Pero los datos son demoledores: la formación ronda el 4% y los de Pablo Iglesias no llegan al 1%. En coalición, hubieran entrado e inclinado la balanza a favor del cambio. Desde el PSOE, no esconden su malestar con la vicepresidenta segunda. “Nosotros los aguantamos cuatro años y ella ni cuatro días”, en relación con la guerra que mantiene Díaz con los morados.

Desde Ferraz, se observaba ayer con cierto rubor el “espectáculo” de haber sacado las pertenencias de los diputados de Podemos de las dependencias que ocupa Sumar en el Congreso. “No nos beneficia a nadie”, es la reflexión más compartida entre los socialistas, que observan con preocupación que la marca de Díaz no termina de despegar. Galicia es un buen test, dado que es la tierra natal de la ministra de Trabajo.

Si en las generales el resultado no fue el esperado, al lograr siete escaños menos que Podemos, en la cita del 18 conseguir entrar sería toda una hazaña hoy con los trackings en la mano. La candidata Marta Lois tiene un perfil bajo al que tampoco ayuda que Pablo Iglesias haya pedido el voto para el BNG. Sumar tampoco puede esperar que ni un solo sufragio de los morados caiga en su cesta. “Los votantes de Podemos ven a Sumar como los de Izquierda Unida veían al PSOE. Nunca habrá trasvase”, explica un fontanero socialista.

El PSOE, tercero

En Ferraz, no hay tensión ante el 18-F. Eran terceros y serán terceros. La estrategia es llamar a la movilización en los últimos días para colocar el partido en cifras de las municipales. Pedro Sánchez traslada que el cambio es posible con el objetivo de que nadie se quede en casa. Volverá los próximos días a Galicia para apoyar a su pupilo, José Ramón Gómez Besteiro, que tiene encomendado si no se logra subir, al menos no retroceder. No descartan en el PSOE que incluso se mejore el resultado de hace cuatro años, lo que desde su análisis supondría una enmienda a la oposición dura contra la amnistía que está haciendo el PP.

Los de Feijóo también observan con el rabillo del ojo a Sumar. Si logra colarse Sumar, tendrán un problema. Génova va a desembarcar al completo en Galicia. Hay mucho en juego. En la cabeza de todos está el 23 de julio. No quieren repetir errores, aunque en los cargos del partido no se entiende que se repitan situaciones de las generales como negarse a debatir en RTVE. Otro punto que genera dudas es la nacionalización de la campaña. El equipo de Rueda no está cómodo, porque prefiere un perfil más bajo. Sus encuestas internas sí reflejan un voto de castigo al PSOE, que podría sufrir un fuerte batacazo, según fuentes populares. Incluso en este caso, si el trasvase es al BNG, puede seguir habiendo suma alternativa al PP.

Foto: Yolanda Díaz en un homenaje a José Couso en Ferrol. (EFE/Kiko Delgado)

Los populares van a entregarse a fondo en la recta final. Aspiran a dar la sorpresa con una victoria holgada que se traduzca en otra derrota para Sánchez. La lectura será que en la primera cita con las urnas tras el anuncio de la amnistía, los ciudadanos han expresado su rechazo. Para dar sentido al argumento del PP de que España está en un momento “crítico” por las alianzas del PSOE con los soberanistas, el resultado de Rueda debe ser tan contundente como la derrota de los socialistas.

En el ecuador de la campaña de las gallegas, se van confirmando los temores que unos y otros partidos aventuraban en el arranque. Los últimos sondeos publicados dan alas al vuelco. El BNG y el PSdeG tienen opciones de arrebatar al PP su feudo. La candidata Ana Pontón está ganando enteros. Se vio en el debate de la televisión pública autonómica. También se percibió que Alfonso Rueda no estaba cómodo. Los populares siguen lejos de los 42 escaños que firmó hace cuatro años Alberto Núñez Feijóo. Y en los laboratorios de los partidos ya tienen identificado que el resultado se decidirá por uno o dos diputados. El reparto de los llamados restos será determinante para que un bloque u otro tenga la llave de la Xunta de Galicia.

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