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¿Por qué al PP de Galicia se le atragantan las ciudades? El talón de Aquiles de Feijóo
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ELECCIONES MUNICIPALES 28-M

¿Por qué al PP de Galicia se le atragantan las ciudades? El talón de Aquiles de Feijóo

Los sondeos les sonríen y la abstención les favorece pero al PP de las mayorías absolutas en Galicia se le atasca el voto urbano y el gobierno de las siete principales ciudades

Foto: El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Ángel Medina G.)
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Ángel Medina G.)

Alberto Núñez Feijóo se juega el pundonor en su primer examen electoral desde que se mudó a Génova 13. Desde los tiempos del fraguismo, el PP tiene en Galicia un granero de votos que nadie discute pero las municipales del 2019 les dejaron muy mal sabor de boca y el peor resultado de su historia: un 33,35% del voto, muy lejos del 51,7% de Manuel Fraga en 1997. En total, hace cuatro años obtuvieron 1.629 concejales que les valieron el gobierno de la mitad de los 313 ayuntamientos gallegos. Pese al predominio azul en los concellos interiores, rurales y envejecidos de la comunidad, Feijóo tiene su talón de Aquiles en las siete ciudades. El líder del PP se pone a prueba este domingo en su tierra con elecciones a la vista en 2024.

A Coruña, Vigo, Santiago, Lugo y Ferrol tienen alcaldes socialistas. En Pontevedra, persiste el BNG e incluso Ourense se le escapó a José Manuel Baltar -presidente de la Diputación metido en líos judiciales con Tráfico por conducir a gran velocidad- donde optó por investir a Gonzalo Pérez Jácome, de Democracia Ourensana creyendo, (erróneamente) que podría manejarlo.

Foto: El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome. (EFE Brais Lorenzo)

En la recta final de campaña que desemboca este domingo en las urnas, el PP de Galicia no tiene pronósticos que confirmen que recuperará terreno en las ciudades, con la incógnita abierta de Lugo y Ourense, y por tanto, mal resultado para su mayor ambición: recuperar el control de alguna otra Diputación provincial. Con las últimas encuestas como brújula, se tienen que conformar con Ferrol, la más pequeña de las siete urbes y la única que dan por reconquistada con una mayoría absoluta para José Manuel Rey Varela que está por ver cómo se traduce en escaños este domingo. Tanto es así que Feijóo cerró su minigira gallega de un día (viernes 19) en la ciudad naval tras pisar brevemente Pontevedra y Lugo. Con todo, Ferrol es un caso atípico porque el voto está tan atomizado que ningún alcalde ha logrado repetir mandato desde los albores de la democracia y el bastón baila de izquierda a derecha sin que llegue a cuajar ningún proyecto de ciudad.

Poco que hacer tienen los populares en Vigo contra un omnipresente Abel Caballero, el exministro socialista en los 80, que se reinventó como alcalde plenipotenciario y embajador de la Navidad y las luces en el mundo. En 2019 logró la gesta de que lo votaran prácticamente el 70% de los vigueses. Los sondeos dan por segura una reválida y ningún candidato popular acaba de cuajar para plantarle cara. Lo intenta Marta Fernández-Tapias, delegada de la Xunta en la ciudad, sobrina del naviero y exdirectora xeral de Administración Local con Feijóo.

Foto: Alfonso Rueda. (EFE/Xoán Rey)

En A Coruña, el apoyo de otras formaciones de izquierdas como BNG, Marea Atlántica o Podemos le permitirían a la socialista Inés Rey seguir gobernando, al igual que en Santiago, donde un veterano Xosé Sánchez Bugallo acusa más el desgaste pero confía en seguir dirigiendo el Pazo de Raxoi con el apoyo de nacionalistas y las mareas, donde se insertaron los morados. Más apretujado es el margen que le dan los sondeos a Lara Méndez, alcaldesa socialista de Lugo desde 2015. La ciudad de las murallas podría cambiar de color si Cs o Vox logran un solo concejal que incline la mayoría hacia la derecha.

En Pontevedra manda el nacionalista Miguel Anxo Fernández Lores desde 1999, y aunque acusa el desgaste de seis mandatos consecutivos, es improbable que la ciudad caiga en otras manos. Caso aparte merece Ourense. Acapara más titulares como parodia política por los audios de su peculiar alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, bajo la lupa de la Fiscalía por cuatro presuntos delitos -prevaricación, malversación. cohecho y tráfico de influencias- que por sus acciones de ciudad.

Los ourensanos tienen un escenario todavía muy abierto en función del coste electoral de las últimas polémicas y tendrán que decantarse una de las seis listas que encabezan: Manuel Cabezas (PP), el exalcalde Francisco Rodríguez (PSOE), ambos con la intención de dejar fuera de juego a Jácome, de Democracia Ourensana, que llegó a gobernar aún siendo tercera fuerza en votos en mayo del 2019. En la ecuación, entrarán en juego también el peso que obtengan BNG, Agora Ourense o Vox, que también presenta lista.

Foto: La vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, y Borja Sémper en la pulpada de la Ascensión, en Compostela. Foto: EFE

Las sensaciones, afirma Pedro Puy, portavoz del PPdeG, “son buenas” y apuesta por alcaldías populares en Ferrol, Lugo y Ourense. “Somos prudentes con las encuestas, pero creemos que vamos a tener un resultado sensiblemente mejor que en las anteriores municipales”, afirmó. Desde el PSdeG planean echar el resto esta semana con el desembarco del expresidente Zapatero y cinco ministros con especial atención a Santiago y Lugo. El BNG, bajo el liderazgo de Ana Pontón, se mantiene estable con unas 24 alcaldías en localidades como Carballo, Moaña, San Sadurniño o A Pobra do Brollón y aspira a ser decisivo en otras. Pontón pide “llenar las urnas de papeletas” para derrotar a un PP desnortado”.

Objetivo: recuperar diputaciones

El PP gallego lo tiene difícil en Narón (Terra Galega), Vilagarcía de Arousa (PSdeG) u Oleiros (Alternativa dos Veciños) que son las siguientes en tamaño y población. Hay que descender hasta el puesto 11 para encontrar la primera localidad mediana en manos de los populares: Arteixo, con 33.076 vecinos. Y a partir de ahí también se les escapan Carballo, Ames Culleredo, Redondela o Cangas. Dicho de otro modo, entre las 20 primeras ciudades y villas gallegas, el PP tan solo ha logrado gobernar en tres -Arteixo, Ribeira y Marín- con los resultados del 2019.

Foto: El presidente de PP de la provincia de Ourense, Manuel Baltar. (Europa Press/Agostime Iglesias)

La consecuencia directa fue la pérdida de control de las Diputaciones provinciales (y el dinero e influencia que manejan). En 2019 cedieron Lugo. En 2015, las de A Coruña y Pontevedra. Solamente han resistido contra viento y marea en Ourense, con un José Manuel Baltar que la ‘heredó’ de su padre que apuntalaba su poder colocando a sus afines. A Baltar hijo le llegó ayer de Tráfico la información de que fue ‘cazado’ a 173 kilómetros por hora 54 minutos antes de pasar a 215 km/h por la A-52 en el coche oficial un domingo en dirección Madrid, sin explicar, aún, a qué acto acudía como presidente.

Alberto Núñez Feijóo se juega el pundonor en su primer examen electoral desde que se mudó a Génova 13. Desde los tiempos del fraguismo, el PP tiene en Galicia un granero de votos que nadie discute pero las municipales del 2019 les dejaron muy mal sabor de boca y el peor resultado de su historia: un 33,35% del voto, muy lejos del 51,7% de Manuel Fraga en 1997. En total, hace cuatro años obtuvieron 1.629 concejales que les valieron el gobierno de la mitad de los 313 ayuntamientos gallegos. Pese al predominio azul en los concellos interiores, rurales y envejecidos de la comunidad, Feijóo tiene su talón de Aquiles en las siete ciudades. El líder del PP se pone a prueba este domingo en su tierra con elecciones a la vista en 2024.

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