China abre sucursal en As Pontes: fabricará ruedas y setas comestibles en el Springfield gallego

As Pontes es un lugar particular en el que China ha puesto el ojo (y el dinero) con opción a cambio de ayudas públicas. ¿Y qué ha visto el gigante asiático en As Pontes? Suelo industrial, planta de gas, mano de obra cualificada y una autovía directa al puerto exterior de Ferrol (A Coruña) para exportar su mercancía por todo el corredor marítimo del Atlántico y, sobre todo, jugosos incentivos nacionales y europeos a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para la Transición Justa en una comarca históricamente castigada por el desempleo que, más pronto que tarde, echará el cierre a su central térmica, motor de la economía local.

¿Y qué tiene As Pontes de peculiar? Imaginen un poblado minero en el interior de Galicia, a caballo entre las provincias de A Coruña y Lugo, en torno a un yacimiento de lignito pardo. Junto a la mina, de la que salió el pan de centenares de familias durante décadas, se construyó la mayor central térmica de Endesa en los años setenta, con el dudoso honor de figurar entre las más contaminantes de Europa, según WWF. La planta de Enel debía estar apagada, pero la guerra de Ucrania aplazó la eutanasia programada por el Gobierno y la volvió a situar como pieza estratégica en el tablero energético nacional como seguro eléctrico. Hoy sigue funcionando a medio gas con dos de las cuatro chimeneas humeando. No es poca cosa en una central con casi 1.500 megavatios de potencia instalada.

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Lorena Bustabad. A Coruña

Cuando la mina se agotó, Endesa rellenó el inmenso hueco abierto en la tierra con agua del río Eume en un proyecto muy contestado por los ecologistas y que salió adelante con el plácet de la Xunta para crear, de la nada, un lago artificial de 865 hectáreas, tan grande como el centro de A Coruña y con un arenal incluido y pantalán para el recreo acuático. La playa de As Pontes, unos 400 metros de largo, presume de bandera azul de la Adeac. El reconocimiento la cataloga como un espacio limpio y accesible para el baño, pero a la sombra de una inmensa chimenea de 365 metros, más alta que la torre Eiffel y capaz de escupir tantos gases como los tubos de escape de dos millones y medio de coches.

Pues en este punto del mapamundi, conocido como el Springfield gallego por sus similitudes con el pueblo de Los Simpson, ha puesto el ojo China, que no da puntada sin hilo, para hacer inversiones estratégicas como plataforma de comercialización europea.

El proyecto que está más avanzado pasa por iniciar en julio la construcción de una gigantesca fábrica de neumáticos. Detrás está la empresa Sentury Tire SL —cotiza en la bolsa de Shenzhen, el equivalente al Ibex 35— que proyecta su factoría en una parcela de 26 hectáreas en el polígono industrial de Penapurreira (A Coruña).

Ojo a los datos que manejan: 531 millones de inversión (531.370.000 euros) para crear 750 empleos directos para producir 12 millones de neumáticos cada año. Cuentan con el entusiasmo de la Xunta de Alfonso Rueda, que heredó el Gobierno gallego con la mudanza de Madrid de Alberto Núñez Feijóo. Rueda ha dado prioridad a la planta de neumáticos al declararlo Proyecto de Interés Estratégico, tras un año de negociaciones con la delegación asiática, para recortar a la mitad la tramitación administrativa y que no se les escape el caramelo a otro pueblo. Tanto Rueda como el líder de los socialistas gallegos, Valentín González Formoso —que es alcalde de As Pontes y preside la Diputación de A Coruña—, recibieron en marzo al CEO de Sentury, Quin Long, que ya ha constituido una sociedad para operar en España en su desembarco galaico. La empresa china cuenta con oficina vacía en la villa minera a la espera de que tome posesión de ella el nuevo responsable del proyecto.

No hay nada casual en la elección de As Pontes como pequeña sucursal china del noroeste peninsular. Además de las ayudas públicas para nuevos proyectos, en la localidad coruñesa también se proyecta una planta de hidrógeno verde de Reganosa y EDP, que sería crucial para garantizar el abastecimiento de energía a una fábrica tan grande.

Sentury quiere hacer en As Pontes el proceso integral, desde fabricar el compuesto a los componentes, pasando por el montaje, vulcanizado y el almacenaje con un proceso automatizado que carga los neumáticos para su transporte y venta. "Es una infraestructura vital para dinamizar la economía local", manifestó Fernando Guldrís, director del Igape, el Instituto Gallego de Promoción Económica que empuja el proyecto, y trata de abrir rutas marítimas comerciales de Galicia hacia América del Norte. "Precisamente uno de los motivos es que la mayor parte de la producción de Sentury en Ferrolterra serán para exportar al mercado estadounidense vía Miami", señala el gobierno gallego.

“Estamos encantados de recibirlos porque el empleo previsto servirá para crear una nueva economía después de una etapa de mucho pesimismo en As Pontes porque el cierre de la térmica nos dejaba sin alternativas. Es un volver a empezar cerca de casa. Esto supone trabajo para las empresas locales de limpieza, auxiliares, mecanizado, para los bares, los restaurantes y el comercio local”, defienden desde Seara, la asociación que agrupa a empresas de la zona del Eume y Ortegal. El municipio pontés (9.974 vecinos), que llegó al 20,34% de desempleo en 2012, ha logrado remontar y reducirlo hasta un 7.77% en febrero de 2023, en parte animado por los trabajos previos y las buenas perspectivas empresariales.

En fase de estudio, pero también avanzado, está la apuesta de Qihe Biotech, de ubicar en As Pontes su planta de cultivo de setas comestibles —shiitake, ostra y ostra rey— para Europa y que exportarían a través del puerto exterior de Caneliñas (Ferrol). Detrás del proyecto estaría la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cribao y su servicio para el transporte, tienen la autovía AG-64 que el expresidente gallego Manuel Fraga se empeñó en hacer pasar por As Pontes camino de su Vilalba natal. 40 kilómetros de autovía pública que le permite a los inversores chinos llevar sus productos al borde del mar en 30 minutos.