Universidad, empresas y un edificio modernista: las claves de A Coruña como sede de la IA

La Terraza, un céntrico palacete modernista inaugurado en A Coruña en 1922, cuenta con todas las papeletas para convertirse en la sede de la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial (Aesia), después de que el Consejo de Ministros escogiera la ciudad gallega para albergar el que será el primer centro destinado al control de la IA en la Unión Europea. Una explosión de júbilo siguió al anuncio realizado por la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez. Culminan años de trabajo en una candidatura que promete “el ecosistema perfecto” para el nuevo polo del algoritmo, basado en la combinación de universidad, investigación y empresas.

La ministra portavoz desgranó las principales bazas de la propuesta coruñesa, que coinciden con las que promovió una candidatura que aglutinó a la Universidad de A Coruña (UDC), el ayuntamiento, la Xunta y la Confederación de Empresarios de Galicia. La presentación oficial del proyecto, a principios de noviembre, permitió visualizar el apoyo político y empresarial y ofrecer datos como la concentración en la comarca coruñesa del 40% del emprendimiento TIC gallego, con un elevado número de startups y más del 45% del empleo y del 50% de la facturación de este ámbito productivo.

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Rodríguez destacó de A Coruña la existencia de “un importante ecosistema universitario, tanto en la formación como en la investigación” relacionadas con la IA, y su “excelente” entramado empresarial, con dos hubs de innovación digital que generan un 10% del empleo gallego.

Una de las personas que acogieron con mayor entusiasmo la noticia fue la coordinadora técnica del proyecto, la catedrática de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial de la UDC Amparo Alonso. “Es un notición. ¡La noticia del año para nosotros!”, se felicitaba al poco de conocer la designación. Alonso considera que la Aesia situará Galicia “en el mapa de la inteligencia artificial en España y en Europa”, y actuará como un nodo de investigación que albergará a profesionales de múltiples disciplinas. “La de A Coruña era una candidatura ganadora, que aglutinará todo lo que pueda aportar el conjunto de Galicia y empresas con consumo importante de tecnología a nivel nacional e internacional como Inditex”, apunta la catedrática.

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A Coruña se impuso en Galicia a una criba inicial frente a Ourense, una decisión de la Xunta que provocó malestar en la ciudad descartada, que reivindicaba el factor en la lucha contra la despoblación, uno de los criterios del Gobierno en la adjudicación de la sede. Posteriormente, fue elegida frente a Zaragoza, Tenerife, Logroño, Gijón, Palma de Mallorca, Alicante, Segovia, Guadalajara, Granada, Barcelona y Salamanca, que también reclamaban la sede. La previsión inicial del Ejecutivo es realizar una inversión de cinco millones de euros, que ya figuran en los presupuestos generales del Estado, y se calcula que se crearán un centenar de puestos de trabajo.

Para lograr su objetivo, A Coruña puso sobre la mesa en su propuesta medidas que facilitan la movilidad de trabajadores, entre ellas, apoyo al personal desplazado en materia de vivienda o ayudas para las familias. El Gobierno tuvo en cuenta el amplio número de empresas que se dedican a este sector que apoyaron esta candidatura y la colaboración de la Xunta en el proyecto, según resaltó su portavoz.

En este sentido, en A Coruña se pone en valor el apoyo mostrado por más de 40 instituciones y empresas relacionadas con las tecnologías inteligentes, recabado por la Axencia para a Modernización Tecnolóxica de Galicia (Amtega). Amazon, Microsoft, Telefónica e Indra son algunas de las empresas que respaldaron desde España la candidatura gallega. La Xunta tenía desde mayo pasado el mandato del Parlamento gallego para favorecer la candidatura de Galicia, y con ese objetivo había encontrado señales de patrocinio desde Google Cloud, NTT Data, DXC Technology, Vodafone y Euskaltel-R. También desde Galicia, con Televés, Sate o Bahía Software y el sector de las tecnologías de la información y la comunicación, agrupado en el clúster y en la asociación Ineo, además de centros tecnológicos de investigación o el colegio de ingenieros informáticos.

Opinión

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Microsoft, por ejemplo, destacó las posibilidades de Galicia como “gran candidata” por “la madurez tecnológica como Administración bajo el liderazgo de Amtega” y “por el ecosistema de empresas privadas, en donde hay grandes representantes en los sectores textil, financiero, pesquero o alimenticio”. Subrayó igualmente el impulso a la inteligencia artificial como “desarrollo de talento” desde las tres universidades gallegas.

El apoyo político se plasmó en ese acuerdo de la Cámara autonómica, que aprobó por unanimidad una declaración institucional en la que dice “compartir” con la Unión Europea el objetivo del desarrollo de una inteligencia artificial “centrada en el ser humano y coherente con los derechos fundamentales”. El Parlamento invitó a las administraciones públicas, universidades y resto de agentes del conocimiento, agentes sociales y sociedad a “participar de una manera activa en el debate sobre el marco ético y normativo” en que se deben aplicar estas tecnologías. Y la alcaldesa, la socialista Inés Rey, echó el resto y aprovechó la presencia del presidente Pedro Sánchez en la ciudad en octubre, con ocasión de la cumbre de España y Alemania, para reclamar la sede.

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La apuesta gallega se completará con el denominado Nodo Galicia, un punto de conexión que ejercerá de tractor entre los agentes públicos y privados para poder establecer las bases de una IA ética y fiable. Las tres universidades gallegas trabajarán conjuntamente en un estudio sobre su marco ético y normativo y el potencial impacto de las tecnologías digitales. En A Coruña, se impulsa desde hace años el proyecto Ciudad de las TIC, un polo de innovación digital que contará con un parque industrial, un campus tecnológico y una incubadora de empresas de inteligencia artificial.

Pero no será en la Ciudad de las TIC donde se establezca la Aesia, sino en el centenario palacete La Terraza, en los jardines de Méndez Núñez, de acuerdo con las previsiones de los promotores de la candidatura. Allí, a pocos metros del mar, el edificio de 1.961 metros cuadrados que ahora acoge el centro emisor de RTVE, y donde antiguamente tuvieron su sede la Falange y el Deportivo de La Coruña, tiene todas las posibilidades de convertirse en la primera agencia de supervisión de inteligencia artificial de Europa. El notición con el que siempre soñaron la catedrática Amparo Alonso y muchos otros durante tanto tiempo.