Valencia estrena capitalidad verde europea con la duda de Vox sobre política ambiental

Valencia ya es formalmente la ciudad más sostenible de Europa. La alcaldesa, la popular María José Catalá, abrió este jueves el programa de actividades para conmemorar este reconocimiento, que anualmente concede la Comisión Europea a aquellos municipios que destacan especialmente por sus políticas enfocadas al compromiso ambiental, la lucha contra el cambio climático y la descarbonización y los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. En el caso valenciano, el galardón, dotado con 600.000 euros, se libró en 2022, aunque es ahora cuando toma el testigo de Tallin, capital de Estonia. Solamente otra urbe española, Vitoria-Gasteiz, había obtenido este reconocimiento en 2012. Valencia es, además, la primera del Mediterráneo que recibe el premio.

“Nuestro objetivo es convertir la capitalidad verde en una palanca de mejora y transformación de la ciudad para que deje huelle een las generaciones futuras, para ello, vamos a incorporar un cuadro de indicadores para medir el avance hacia los objetivos propuestos, con una herramienta de medición pública de datos que aporte evidencias sobre las transformaciones que se producen en Valencia”, señaló la alcaldesa, que reclamó al Gobierno central que reconozca el galardón como acontecimiento de excepcional interés público, con el fin de que las empresas que patrocinen o se impliquen en actividades vinculadas al programa puedan beneficiarse de incentivos fiscales.

El consistorio valenciano sacó adelante hace varias semanas una moción solicitando al Ejecutivo de Pedro Sánchez esas exenciones. Su concreción va a depender de que la coalición gubernamental de PSOE y Sumar sea capaz de sacar adelante unos presupuestos generales del Estado (PGE), porque es ahí donde tiene que incorporarse. Pero esa moción requirió para salir adelante del respaldo de los grupos de la oposición, Compromís y PSOE, impulsores de la candidatura a capital verde europea la pasada legislatura. El actual socio del Partido Popular en el ayuntamiento, Vox, no respaldó la iniciativa, en línea con su posición negacionista sobre el cambio climático o los objetivos de la Agenda 2030.

Ningún concejal de Vox estuvo presente en la foto conjunta de la jornada de apertura de actividades celebrada en el Palau de la Música de Valencia, en la que sí figuraron ediles del resto de grupos de la corporación, incluido el exalcalde Joan Ribó, al que Catalá agradeció en su discurso la labor realizada.

"No creo en la capital verde europea", afirma el portavoz de Vox en Valencia

Oficialmente, dos de las ediles voxistas, Mónica Gil y Cecilia Herrero, estaban con gripe. El portavoz del grupo ulraconservador y teniente de alcaldía, Juan Manuel Badenas, alegó razones de agenda, pues mantuvo una reunión con el vicepresidente del Consell, Vicente Barrera, con el delicado asunto de Mestalla encima de la mesa. Catalá y Badenas mantienen posiciones distintas sobre cómo enfocar la culminación de las obras. El encuentro, no obstante, comenzó al menos dos horas después del acto de capitalidad.

Tras evidenciarse la ausencia de sus concejales, Vox anunció la presencia de Badenas en el Palau de la Música por la tarde, coincidiendo con el acto de firma de la carta de intenciones a la que asistieron el director general adjunto de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Patrick Child, y la ministra de Ciencia y Universidades, Diana Morant. Ahí sí hubo foto conjunta. "Ideológicamente, no creo en la capitalidad verde europea, pero a nivel institucional, como segundo teniente de alcaldía, vengo a representar al ayuntamiento y a sus ciudadanos", dijo Badenas en declaraciones recogidas por la Cadena SER. También acudió a los actos vespertinos de la gala el cuarto edil de Vox, José Gosálbez, que tuvo que asistir al consejo rector del parque natural de la Albufera.

El equipo de Catalá trató de restar trascendencia a la ausencia matinal de Vox. Sostienen que Gosálbez está haciendo un trabajo reseñable en el asunto de la Albufera y está muy implicado para tratar de que se reconozca el parque natural de la laguna reserva de la biosfera por parte de la Unesco. Pero las posiciones del grupo liderado por Badenas han generado dudas sobre el compromiso en materia de políticas ambientales y sobre su influencia en la gestión y ambición de las iniciativas del conjunto del equipo de gobierno municipal, más allá de los eventos y los discursos de la alcaldesa ante los medios de comunicación.

Catalá anuncia que a final de año se licitarán las obras del Parque de Desembocadura del Turia

Desde el PP y el entorno de Catalá, niegan que haya pasos atrás. Defienden su implicación con el proyecto y aspiran además a vincular y hacer partícipes en los objetivos de sostenibilidad a empresas y entidades del ámbito privado. En esta línea interpretaban los populares la presencia en la inauguración del naviero Vicente Boluda, muy vinculado al puerto de Valencia, cuya ampliaciones sucesivas tienen un impacto evidente sobre las playas del sur de la ciudad, que separan además el mar de la Albufera, el agua salada de la dulce.

Catalá también avanzaba por la tarde la firma de los contratos para la redacción del proyecto del Parque de Desembocadura, que culmina el ajardinamiento del Turia en su conexión con el mar. Las obras, cifradas en 16 millones de euros, se licitarían a final de este año, según dijo la alcaldesa. El tramo del cauce se extiende sobre algo más de 100.000 metros cuadrados.

Pero tras la inauguración formal, la portavoz de Compromís, Papi Robles, y Ribó denunciaron la paralización de proyectos que, a su juicio, avanzan en los procesos de descarbonización y sostenibilidad. "Esto no va de la marca personal de Catalá. Ha sido un proceso que ha pasado por toda la ciudadanía", señalo Robles, reprochando que solamente se haya reunido una vez la comisión compartida de seguimiento de la capitalidad verde.

Los valencianistas sostienen que el Gobierno municipal ha paralizado proyectos de renaturalización en barrios, tiene bloqueado el Plan Verde, que conlleva la plantación de 30.000 árboles, o ha ejecutado modificaciones en movilidad que elevan la presencia de tráfico privado contra los objetivos de calidad del aire y peatonalización. El consistorio también ha limitado al barrio de Ciutat Vella las zonas de bajas emisiones (ZBE), que debían entrar en vigor este año.

También los socialistas arremetieron contra la alcaldesa. La portavoz del PSPV-PSOE, Sandra Gómez, reprochó que la apertura de la capitalidad verde "coincida con el regreso de los coches y la contaminación", en referencia a la relajación de las restricciones de tráfico rodado que PP y Vox han aplicado en zonas como la calle Colón o el centro histórico. Gómez lamentó que la inauguración de la capitalidad verde "coincida con la reversión de proyectos aprobados que fueron la palanca para conseguir este reconocimiento". “Si hubiese sido alcaldesa en el mandato anterior, Valencia hoy no podría inaugurar la capital verde europea”, atacó la socialista a la nueva alcaldesa.