Vox Valencia intenta torpedear la hoja de ruta de Catalá y el PP con el nuevo Mestalla

La entrada de Vox en el Gobierno municipal de Valencia no ha variado su posición de torpedeo al plan diseñado por la alcaldesa, la popular María José Catalá, para intentar desbloquear la operación Mestalla con la finalización de las obras del nuevo estadio. El portavoz de la formación ultraconservadora, Juanma Badenas, que además es segundo teniente de alcaldía, compareció ante los medios de comunicación este miércoles para reclamar una solución completamente distinta a la que hasta ahora tiene encima de la mesa Catalá, evidenciando así una división en el ayuntamiento.

En la rueda de prensa celebrada un día antes de la junta de accionistas del Valencia CF, Badenas cuestionó la vigencia de las licencias de obras con las que el Ayuntamiento de Valencia está trabajando, todavía sin conceder, y propuso arrebatar a la sociedad anónima deportiva de Peter Lim la capacidad de ejercer de promotor del proyecto abriendo un proceso de ejecución subsidiaria para que sea un promotor tercero el encargado de culminar el nuevo estadio. La posición es la misma que mantiene el consultor Miguel Zorío, de Marea Valencianista, que asegura contar con constructoras interesadas en el proyecto, si bien Badenas sostuvo que la adjudicación se haría mediante un procedimiento "público y de libre concurrencia".

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"Existe un fondo de dinero proveniente del CVC y fondos del patrimonio del Valencia CF que podrían llegar a sumar los 150 millones que se necesitan para terminar las obras del Nou Mestalla. La ejecución subsidiaria no costaría dinero a los valencianistas y garantizaría la finalización del estadio", expuso, dando a entender que pasaría la factura económica a Peter Lim. "Esto no tiene por qué costar ni un solo euro al ayuntamiento. El que se ejecute subsidiariamente no significa que el incumplidor se vaya de rositas, sino que el coste es del incumplidor".

El PP asegura que las licencias "no están caducadas" y que el plan sigue sin cambios

Badenas quiere implicar en este proceso a la Generalitat, que hasta que finalizó la anterior ATE autonómica que marcaba las reglas urbanísticas tenía un papel de tutela. Para el portavoz de Vox, aquel vínculo con la ATE incumplida por Lim justificaría que ahora pudiera iniciar un procedimiento de ejecución subsidiaria. Para ello, esgrime un informe de la Abogacía de la Generalitat que proponía esta solución, si bien no está claro que una vez finiquitada la ATE el Gobierno autonómico pueda intervenir en una actuación urbanística de ámbito municipal.

La solución del dirigente de Vox, que ha adoptado un rol de verso suelto en su propia formación, supone dar un giro a la estrategia marcada por la actual alcaldesa. Catalá ha iniciado conversaciones con el equipo de Lim en Valencia para desbloquear la operación Mestalla. La primera edil popular ha condicionado la firma del convenio urbanístico que permitirá a la SAD optimizar los aprovechamientos de suelo residencial y terciario del solar del actual estadio, y también el terciario del nuevo, a que el Valencia obtenga la licencia de obras y muestre su compromiso con el proyecto arrancando los trabajos de edificación. El club cuenta con 80 millones de euros del acuerdo de CVC con La Liga y alrededor de otros 30 millones del preacuerdo para ceder espacio terciario a Atitlan, vinculado a que avancen las obras y se finalice el estadio.

Opinión

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Fuentes municipales cercanas al Partido Popular señalaron que el concejal de Urbanismo, Juan Giner, ya se ha puesto en contacto con Badenas para trasladarle que tanto los técnicos como el secretario municipal aseguran que las licencias "no están caducadas", por lo que pueden tramitarse con normalidad. Es la misma respoesta que recibirá Zorío, que ha recurrido la vigencia de esas licencias. "Giner ha tranquilizado a Badenas y todo sigue la hoja de ruta marcada", señalaron. Las mismas fuentes sostienen que la alcaldesa de Valencia está en contacto y "en plena sintonía con el presidente [de la Generalitat, Carlos Mazón] y el vicepresidente [el voxista Vicente Barrera] para seguir la hoja de ruta para la finalización del estadio". El Valencia CF ha contactado ya con la UTE constructora que hizo los trabajos inacabados (FCC y Bertolín) y ha recibido llamadas de interés de fondos de inversión por la parcela del viejo Mestalla, tal como adelantó El Confidencial.

Desde el departamento del vicepresidente de Vox, optaron por no entrar en polémicas con las posiciones diferentes entre Catalá y Badenas, ciñéndose a sus competencias sobre el asunto. "Nuestra función como Conselleria de Cultura y Deporte se basa en agilizar los trámites de la candidatura del Mundial de 2030 y en ello estamos trabajando", se limitaron a señalar a preguntas de este periódico.

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Lo cierto es que, más allá de las licencias necesarias para que comiencen las obras paralizadas en 2009, la posición de Vox sí puede trastocar las siguientes etapas de la operación Mestalla. El desarrollo del suelo sobre la parcela del viejo estadio y los beneficios en el nuevo, como los metros de uso terciario y hotelero, dependen de unas fichas urbanísticas que están en fase de tramitación. Las licencias no pasan por el pleno de la Comisión de Urbanismo. Dependen de los técnicos. Pero las fichas urbanísticas sí tienen que someterse a votación y servir de base para el convenio urbanístico que se firme con el Valencia CF.

La negativa de Vox a aceptar esas fichas obligaría a Catalá a negociar con los socialistas y los valencianistas si quiere sacarlas adelante. El expediente en trámite es el que dejó iniciado el anterior equipo de gobierno de Compromís y PSPV-PSOE. Fuentes socialistas sostienen que su posición es de entrada favorable a desatascar las bases urbanísticas, pero siempre que Catalá acuerde con Peter Lim un convenio "con exigencias y garantías reales, que no sea un traje a medida". El PSOE pretende asegurar que el magnate asiático cumplirá con la exigencia de construir un estadio de 70.000 espectadores y que no aprovechará el desbloqueo administrativo de la operación para dar un portazo sin cumplir antes con los compromisos que conlleva.