¿Por qué resiste Peter Lim en el Valencia?

“Peter Lim lo tenía todo y todo lo destruyó”, escribió el periódico británico The Athletic. El diario francés L’Equipe lo tachó de “un libertino en España”. Y The New York Times recordó cómo Valencia primero le dio la bienvenida y después lo ha querido expulsar a toda costa. Los grandes periódicos internacionales coinciden en el diagnóstico: pésima gestión y rechazo frontal hacia su figura de la sociedad valenciana. Su reputación como hombre de negocios ha quedado muy tocada. Y sus únicas declaraciones, de mayo de 2021 en el Financial Times, cuando las protestas contra él ya estaba en marcha, no despejan las dudas: “Es bastante agradable. Tengo un club de fútbol y a ver qué pasa después. Nada más”. ¿Por qué sigue entonces?, ¿Por qué resiste tras nueve años como máximo accionista del Valencia CF?

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“Porque los políticos se han puesto de perfil, los del Gobierno valenciano y los de la oposición, y no lo han obligado a sentarse a negociar una salida”, rompe el hielo José Antonio Pérez, uno de los líderes de Libertad VCF, plataforma de oposición a Lim. Incluso cuando se han puesto de acuerdo los distintos grupos políticos, con la declaración del Valencia CF como Bien de Interés Cultural (BIC), falló el tiro, según Pérez, porque el presidente autonómico, Ximo Puig, se apresuró a decir que la Generalitat en ningún caso llegaría a expropiar al VCF. La consideración de BIC debería llevarse hasta el final, con la amenaza de la expropiación, para sentar a negociar a Lim, según Libertad VCF.

“Si no vende el club es porque sigue sacando beneficios con los jugadores”, interviene Fede Sagreras, presidente de la Agrupación de Peñas del VCF. A esa idea se une también José Antonio Pérez, pese a que el negocio de la compra-venta de jugadores parece acabado, con el equipo en zona de descenso y la mayoría de los jugadores devaluados. “Mira André Almeida: el VCF pagó 12 millones por el 80% del jugador al Vitoria de Guimaraes cuando el Benfica ofrecía 3 millones”. Es más: Pérez entiende que con las plusvalías de Cancelo, André Gomes y Rodrigo, propiedad de Lim antes de venderlos al VCF, el millonario de Singapur pagó los 20 millones de las acciones de la Fundación y entró en la entidad blanquinegra. “El dinero que ha metido Lim en el VCF lo ha capitalizado, porque ha pasado de tener un 70% de las acciones a un 100%”.

El plan urbanístico es otra de las razones por las que Lim podría haber postergado su adiós. Los 80 millones de euros CVC, el fondo de inversión que financia a la Liga, le ha caído del cielo. Es un dinero de los derechos televisivos a restar de los próximos 50 años, pero al máximo accionista del Valencia CF ya no estará aquí. Ese préstamo le ha permitido reactivar el plan urbanístico a fin de aumentar el precio de la entidad una vez decida venderla. “Si quitamos el escudo de la ecuación”, añade José Antonio Pérez, “sería una aberración que el Ayuntamiento se sentara a negociar (sobre el nuevo estadio) con unos señores de Singapur que lo han engañado reiteradamente”. “Las cartas están sobre la mesa”, explica el concejal socialista Borja Sanjuán, “Lim tiene recurrida la caducidad de la ATE y ya sabe cuál es la edificabilidad”. El Ayuntamiento no da luz verde al proyecto del nuevo estadio presentado por el VCF. “No queremos regateos: el VCF llegó a presentar un polideportivo sin paredes”, insiste Sanjuán. “Ellos saben las condiciones: aforo de 70.000, el polideportivo de Benicalap con IVA, las plazas de aparcamiento...”. Nadie quiere una foto con los representantes de Lim antes de las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo. A diferencia de las ventajosas condiciones de la ATE, ahora el Ayuntamiento obliga al VCF, a través de las fichas urbanísticas, a solo vender el viejo Mestalla cuando acabe el nuevo y a solo vender el terciario del nuevo Mestalla cuando ingrese en las arcas públicas los más de nueve millones por el polideportivo de Benicalap. El club ha llegado a un acuerdo para vender ese terciario por 30 millones a Atitlan, la empresa de Roberto Centeno, yerno de Juan Roig.

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“Donde se la juega de verdad el Valencia es en no descender”, apunta Sanjuán, valencianista convencido de que la mejor manera de que Lim venda la entidad valencianista es que siga en Primera División. “Hasta ahora, Lim ha ganado dinero, pero a partir de ahora le va a costar. Estará echando cuentas y esperando una oferta”.

“Es una cuestión de ego”, afirma un exempleado del VCF, “dentro de su cultura, sería un deshonor marcharse cuando todos le piden que lo haga. No es racional. La plantilla vale cada vez menos. Hace cuatro año, lo habría podido vender por 400 millones y ahora no le devolverían ni lo invertido (unos 300)”.

“Los políticos no se han dado cuenta”, proclama el abogado y experto en las cuentas del Valencia CF Gaspar Romero, “de que el riesgo no es que te quedes sin estadio, es que te quedes sin club”. Romero no entiende la idea de acabar un recinto de 70.000 localidades cuando el club cada vez es más pequeño. “Lim no tiene interés en seguir, pero tampoco en darle valor a la entidad: en invierno no se reforzó. Se le ha ido de las manos. Todos los acreedores están nerviosos. El 43% de los derechos de televisión están pignorados por Caixabank. De los 100 millones de ingresos, el 80% son los derechos de televisión y estos, en Segunda, pasarían de unos 70 millones a 20. Y la ayuda al descenso (por parte de la Liga) se la llevaría Rights and Media Funding (por un préstamo al VCF de 51 millones). Solo la banca y las instituciones pueden sacar esto adelante”.

Paco Roig abandonó la presidencia del Valencia CF el 1 de diciembre de 1997, poco después de soportar la bronca monumental de Mestalla exigiendo su salida tras caer 0-1 contra el Salamanca, gol de Pauleta: “Paco, vete ya”. Peter Lim, a 12.000 kilómetros de distancia, eso sí, ha resistido a todo tipo de gritos contra él, a un cartel en la ciudad deportiva de Paterna con el lema Lim, out, al Mestalla vacío mientras se jugaba contra el Celta y la hinchada estaba en los aledaños protestando, e incluso a unos mariachis cantándole a su testaferro, Anil Murthy, Rata de dos Patas de Paquita la del Barrio.

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Lim ha dejado de invertir en el Valencia CF, pero los aficionados siguen yendo al estadio a ver los partidos de su equipo, antepenúltimo clasificado, los entrenadores siguen aceptando dirigir al VCF (Gattuso y Baraja), y el director deportivo (Miguel Ángel Corona) se traga sapos enormes con tal de seguir en el cargo, por mucho que en esos viajes de peregrinación a Singapur se acuerde una cosa y cuando aterrizan en Valencia ya es otra, la contraria. La sociedad valenciana está en vilo por si el Valencia CF, tras cumplir 104 años, sigue o no en Primera División. Y por saber si Peter Lim, nueve años después, decide por fin marcharse de un lugar donde casi nadie lo quiere.