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El fútbol entra en campaña: debate en el Botànic por una posible intervención del Valencia CF
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FALLIDO ANTECEDENTE EN HUELVA

El fútbol entra en campaña: debate en el Botànic por una posible intervención del Valencia CF

El Ayuntamiento pide declarar BIC el club de Lim a petición de grupos de aficionados, que no descartan forzar una expropiación. Ximo Puig pincha el globo y no contempla la incautación

Foto: Pancartas contra Peter Lim el pasado fin de semana frente a Mestalla. (EFE)
Pancartas contra Peter Lim el pasado fin de semana frente a Mestalla. (EFE)

¿Intervención pública del Valencia CF? El debate se ha puesto de golpe encima de la agenda política autonómica y local después de que grupos de aficionados críticos con la gestión de Peter Lim en la sociedad deportiva, agrupados en torno al colectivo Libertad VCF, hayan impulsado el proceso para declarar al club blanquinero Bien de Interés Cultural (BIC). Los responsables de esta asociación se reunieron el miércoles con la vicealcaldesa socialista Sandra Gómez para trasladarle su solicitud, en la que venían trabajando desde hace meses, y pedirle que fuese el propio consistorio el que la elevase a la Conselleria de Cultura, competente para dar luz verde a la incorporación como BIC.

Tras informar también al equipo del alcalde Joan Ribó, de Compromís, y el Partido Popular, las dos formaciones que gobiernan el consistorio se lanzaron a respaldar la iniciativa. En el caso de los taronja, incluso a abrir la puerta a una posible expropiación del club si su propietario, el empresario de Singapur a través de Meriton, "no cumpla con su deber de preservación". Una posibilidad que implicaría un desembolso económico público y que el presidente de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, se vio forzado a descartar este jueves públicamente.

Foto: Manifestación contra la gestión de Pablo Comas y en defensa del Recre. (EFE)

En el debate se ha colado la hemeroteca y el proceso de expropiación que vivió otro club de fútbol declarado Bien de Interés Cultural, el Recreativo de Huelva. En el año 2016, el ayuntamiento de esta localidad andaluza decidió forzar la toma de control del club y arrebatárselo a una empresa de su expresidente, Pablo Comas. El Recreativo atravesaba una situación económica y deportiva compleja y la afición temía incluso por su continuidad. El consistorio, alegando el "abandono" de la sociedad deportiva, acudió al Jurado Provincial de Expropiaciones y ejecutó la toma de control, decisión que fue ratificada por el Juzgado de lo Contencioso de Huelva en 2022.

Ese proceso supuso para la Hacienda Pública local importantes desembolsos económicos y la asunción de deudas de hasta 30 millones de euros, sin que el equipo, que milita en la cuarta categoría española, la Segunda División RFEF, haya recuperado el estatus de los años dorados de principios del siglo XX, cuando llegó a jugar en Primera División.

El Recreativo de Huelva fue expropiado en 2016 por el Ayuntamiento, que todavía arrastra la deuda

La opción de abrir la puerta a que la Administración pública tome el control de la sociedad deportiva en un contexto de tormentoso divorcio entre los aficionados y la propiedad, nace de la propia petición de Libertad VCF y en el articulado de la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano. La asociación de aficionados justifica la declaración de BIC, que el Ayuntamiento quiere hacer extensiva también al Levante UD por su carácter centenario (Compromís ya lo había pedido para el Hércules de Alicante), para propiciar la protección, conservación, difusión, fomento y acrecentamiento del patrimonio cultural que representa el club del murciélago. "Entendemos que la historia del club, así como su papel vertebrador de la sociedad, de divulgación de la marca Valencia, de motor económico y de identificación de un pueblo, justifica sobradamente este paso que emprendemos hoy con esperanzas de que tenga buena acogida por las administraciones competentes", señala la comunicación.

Pero el artículo 21 de la misma ley también establece como "causa de interés social para la expropiación" por la Generalitat de los bienes incluidos en el Inventario General del Patrimonio Cultural Valenciano "el peligro de destrucción o deterioro del bien, o el destino del mismo a un uso incompatible con sus valores". La redacción legal parece dirigida más bien a la aplicación sobre un bien físico, y no tanto inmaterial o societario. Aun así, la propia Libertad VCF defiende una posible aplicación por el rumbo de la dirección del Valencia CF: "Esta declaración permitiría a la administración la ejecución subsidiaria con el objeto de que se cumplan las mencionadas obligaciones y, llegado el caso, abre la vía del artículo 21 que habilita a la administración a expropiar el bien si existe peligro para la destrucción o deterioro del mismo", afirma sobre la figura del BIC.

Foto: Los miembros de Libertad VCF durante la protesta celebrada durante el último partido de Liga. (Cedida)

La afición valencianista está muy encendida con la gestión de Peter Lim, al que hace responsable, por falta de compromiso económico con una SAD a la que ya ha hecho varias inyecciones de capital, de los malos resultados deportivos. El Valencia CF está ahora mismo en puestos de descenso y se aventura un final de temporada de mucho sufrimiento. La tensión se palpa en cada comparecencia pública. El pasado sábado se produjo una manifestación multitudinaria a las puertas de Mestalla mientras el equipo jugaba dentro del estadio con las gradas medio vacías. La presión es muy fuerte para que abandone proyecto. Y aunque Libertad VCF sostiene que la declaración de BIC pretende de arranque un reconocimiento legal a la aportación cultural del club, la referencia a esa posible intervención o expropiación no es inocente y llega además en pleno ambiente preelectoral.

El fútbol y la situación social del Valencia han entrado de lleno en campaña, con los partidos políticos sobreactuando y tratando de no perder votos en la afición valencianista. El respaldo que el miércoles hizo Compromís a la iniciativa de protección a través de sus redes sociales, recordando que el BIC faculta a la Generalitat a "expropiar" el club si el propietario no cumple con su "deber de preservación" y que la Administración autonómica tendría derecho de tanteo y retracto en el caso de que Lim quisiera vender la sociedad deportiva, es atemperado de puertas hacia dentro por el equipo de Ribó y también de Gómez. Fuentes municipales apoyan proteger la imagen y enseñas del club, pero marcan distancias ante la vía de una intervención pública de la gestión.

Ni expropiación ni incautación

Este jueves, Ximo Puig también tuvo que pronunciarse. En una entrevista en Onda Cero desvinculó el reconocimiento como bien cultural de una posible toma de control público contra el máximo accionista. "El propietario es el que es y lo que no se puede imaginar ninguno es que pueda producirse algún tipo de incautación o expropiación porque eso no se puede producir y la Generalitat no sería quién para hacerlo", trató de zanjar.

Lo cierto es que la situación económica del Valencia CF, y también del Levante UD, ya tuvieron un coste importante para las arcas autonómicas la pasada década. Las dos sociedades deportivas fueron víctimas de las ambiciones de mandatarios deportivos ligados al ladrillo y a los excesos económicos previos al pinchazo de la burbuja inmobiliaria. La Generalitat terminó asumiendo y tutelando el control a través de fundaciones y absorbiendo parte de deuda impagada y avalada por la Generalitat. La propiedad del Valencia CF fue a parar a Peter Lim en otoño de 2014, que se quedó la SAD con sus deudas con Bankia y CaixaBank y sus proyectos urbanísticos pendientes de completar. El Levante UD sigue bajo el paraguas de una fundación tenedora de sus acciones tras haber superado en 2018 un concurso de acreedores.

¿Intervención pública del Valencia CF? El debate se ha puesto de golpe encima de la agenda política autonómica y local después de que grupos de aficionados críticos con la gestión de Peter Lim en la sociedad deportiva, agrupados en torno al colectivo Libertad VCF, hayan impulsado el proceso para declarar al club blanquinero Bien de Interés Cultural (BIC). Los responsables de esta asociación se reunieron el miércoles con la vicealcaldesa socialista Sandra Gómez para trasladarle su solicitud, en la que venían trabajando desde hace meses, y pedirle que fuese el propio consistorio el que la elevase a la Conselleria de Cultura, competente para dar luz verde a la incorporación como BIC.

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