Atitlan ultima con el Valencia CF la compra del terciario de Nou Mestalla si acaba el estadio

El grupo inversor valenciano Atitlan ultima con el Valencia Club de Fútbol la compra de la pastilla de 40.000 metros cuadrados de suelo terciario anexo al nuevo estadio de Mestalla, todavía inacabado. Las dos partes llevan meses negociando el traspaso, que está condicionado a la consecución del acuerdo con el Ayuntamiento para firmar el convenio urbanístico definitivo y la finalización de las obras, paralizadas desde el año 2008.

Según ha podido saber El Confidencial de fuentes del mercado de toda solvencia, las negociaciones entre la sociedad anónima deportiva propiedad de Meriton (Peter Lim) y la compañía de Roberto Centeno y Aritza Rodero están avanzadas y permitirían al Valencia CF obtener los recursos económicos necesarios para terminar el estadio. El club cuenta con la liquidez de los 80 millones de euros del acuerdo de La Liga con CVC, pero necesitaría una financiación extra para culminar el proyecto.

La intención del grupo de yerno del dueño de Mercadona, Juan Roig, y Rodero es promover la construcción de dos edificios destinados a hotel y oficinas y un centro comercial junto al estadio y buscar posibles operadores para arrendarles los espacios. El plan tiene viabilidad si Lim finaliza las obras y completa la urbanización y construcción del Nou Mestalla para trasladar allí el cuartel general del equipo, con la consiguiente carga extra de actividad y afluencia de aficionados los fines de semana. De ahí la condición del acuerdo.

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El avance de la llamada operación Mestalla está pendiente del pacto definitivo con las autoridades locales para dar el visto bueno al convenio urbanístico que renueve la Actuación Territorial Estratégica (ATE), ya dada por caducada por la Conselleria de Política Territorial, que permitía la reclasificación de los solares y los aprovechamientos.

El acuerdo de Atitlan con Peter Lim está condicionado a la finalización de las obras

La última propuesta planteada al gobierno municipal compartido por Compromís y el PSPV-PSOE es adecuar el coso para 66.000 asientos, con posibilidad de ampliar en otras 4.000 sillas y elevar el aforo a 70.000 espectadores para acoger grandes eventos o competiciones internacionales, como partidos del posible Mundial del año 2030 por el que pujan España y Portugal.

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C. H.

Uno de los últimos escollos para alcanzar un acuerdo entre la Administración local y el Valencia CF está relacionado con los trabajos compensatorios que el convenio debe incluir en virtud de las permutas que permitieron a la SAD quedarse las parcelas del Nou Mestalla. Entre estos, está la finalización del Polideportivo de Benicalap, cuyo coste tiene que asumir el club que preside Lay Hoon Chan. El Valencia está dispuesto a desembolsar 8,1 millones de euros, pero esa cantidad no incluye el IVA y hay una disputa sobre quién tiene que afrontar el desembolso fiscal.

La firma del convenio, la venta del suelo terciario y el dinero de CVC permitirían a Peter Lim acabar el Nuevo Mestalla y liberar la parcela del viejo estadio, lo que situaría a la sociedad deportiva en un nuevo escenario, con la posibilidad de poner en el mercado el activo, reclasificado como residencial y terciario.

Lim tendría que negociar con su principal acreedor, CaixaBank, el cambio de garantía hipotecaria al nuevo estadio o la amortización de los préstamos pendientes. Pero, una vez realizado el traslado y derribado el viejo coso, las posibilidades de encontrar un comprador ajustando el precio del suelo a la demanda real se amplían. Quedaría saber si los ingresos obtenidos por el empresario de Singapur con la venta serían suficientes para sanear financieramente la SAD y hacerla atractiva para un posible comprador, en el caso que quiera desprenderse de ella, como le está exigiendo la afición valencianista desde hace meses, muy descontenta con su modelo de gestión y los resultados deportivos. Hasta ahora, el Valencia CF ha recibido ofertas, pero solo por el solar del viejo Mestalla, consideradas insuficientes por el magnate asiático.