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Mestalla más allá del fútbol: por qué sus cien años merecen mayor interés de Valencia
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URBANISMO

Mestalla más allá del fútbol: por qué sus cien años merecen mayor interés de Valencia

¿Tiene el estadio de Mestalla un significado cultural? En su nueva condición de estadio zombie, el campo del Valencia ha celebrado su centenario en la clandestinidad, a pesar de las reivindicaciones sobre su simbolismo urbano

Foto: Manifestación organizada contra la gestión de Peter Lim EN 2021. (EFE/Juan Carlos Cárdenas)
Manifestación organizada contra la gestión de Peter Lim EN 2021. (EFE/Juan Carlos Cárdenas)

Mestalla cumplió esta última primavera cien años. Uno de los edificios que mejor explica la cultura de masas en Valencia. También uno de los pocos que desde su origen, en 1923, mantiene intacto su uso y su fuerza social. Debería haber sido, entonces, una cita que la ciudad hiciera suya. Pero, por el contrario, Mestalla celebró su centenario en una fiesta sin invitados, de manera clandestina y sin apenas honores: ni de su propio club, desubicado y con una propiedad instalada en la nube, pero tampoco de su propia ciudad: Valencia ha concluido que el estadio no va con ella.

Influye en gran medida el carácter zombie del viejo estadio: sigue vivo, aunque todos lo daban por muerto. En mitad de un proceso eterno para dejar el recinto y mudarse al Nou Mestalla -un cambio más propio del mito de Sísifo-, los muros grises de Mestalla se han convertido en una molestia, testimonio de que por mucho que el Valencia y su ciudad lo intenten, el estadio más antiguo de la Liga sigue abriendo sus puertas cada quince días.

El poder simbólico de un estadio para una ciudad se evidencia en casos como el de San Siro, estadio del Milán y el Inter que, ante el reemplazamiento de ambos clubes, debía ser demolido. El organismo de protección del patrimonio de la región de Lombardía, sin embargo, lo ha indultado al considerar que el estadio, por su significado cultural, es relevante para Milán.

Foto: Fachada del actual estadio del Valencia CF.

Más allá de la equivalencia arquitectónica (San Siro es uno de los estadios con mayor complejidad e ingenio edificatorio), ¿tiene Mestalla un recorrido cultural?, ¿su función patrimonial merece más atención? Iván Cabrera -director de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Politènica de Valencia- otorga a Mestalla la fuerza de "hito urbano que ayuda a fomentar la identidad de sus ciudadanos". Posee, considera, "una entidad que dota de carácter al barrio". Lo valora no tanto por sus "características arquitectónicas" como por "la relevancia de la parcela que ocupa, en la confluencia entre la Avenida de Aragón y Blasco Ibáñez".

Un sentido de centralidad urbana que le otorga "carácter de icono". Paradójicamente, cree Cabrera, "el barrio de Aragón es lo que es por el estadio de Mestalla. Nos guste o no, el fútbol en el siglo XX, y parece que en el siglo XXI, es uno de los fenómenos sociales con mayor capacidad para movilizar. Mestalla es un recordatorio para cuando se quiere conocer la cultura de masas de la ciudad".

Foto: La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, y la presidenta del Valencia CF, Layhoon Chan.

Ernesto Colomer, Doctor Ingeniero de Camino, Canales y Puerto, y profesor de la UPV, reivindicaba la fuerza de Mestalla como símbolo urbano. "Es una construcción desordenada que va más allá de un recinto deportivo", explica. "Es, la singularidad, el mayor valor patrimonial que tiene hoy Mestalla. Cualquiera puede diseñar actualmente un estadio 5 estrellas con todas las comodidades imaginables, pero ese recinto podría ser fácilmente replicable en cualquier ubicación. No sucede eso con Mestalla".

Los sucesivos parches -como cicatrices de múltiples heridas- cree Colomer que son parte de su sentido icónico: "Cada reforma, cada intervención, explica una época con sus pros y contras. Hoy te queda un estadio que es uno de los puntos más visitados de la ciudad, icónico, como nos dijeron que iba a ser el Nuevo Mestalla. Especialmente valorado por el visitante británico por su alta singularidad, su verticalidad, su capacidad de ser parte del propio partido. Es un estadio que solo podría estar aquí. Nadie entendería canjearlo por un copy-paste que te podrías encontrar en cualquier ciudad".

Foto: El esqueleto inacabado del nuevo Mestalla. (EFE)

La arquitecta e ilustradora Virginia Lorente presentó, para el centenario, la imagen comisariada por el colectivo Últimes Vesprades a Mestalla, en la que retrataba una escena familiar de acercamiento a la tribuna del estadio. "Pocos edificios hay en Valencia -entiende- que contengan más vivencias y emociones colectivas que el estadio de Mestalla. En la historia de esta ciudad, es un personaje imprescindible".

Valora también la inserción del viejo estadio en un paradigma urbano nuevo. “El concepto de las ciudades, sus prioridades, han cambiado mucho en los últimos quince años. Los recorridos peatonales, el transporte público han cobrado protagonismo frente al tráfico rodado (…) Y Mestalla ha ido integrando el crecimiento de la ciudad: el trazado generado por la peregrinación de aficionados hacia el campo desde los diferentes puntos de la ciudad, la multitud recorriendo los puentes… la llegada al campo, las luces, el rugido que se escucha desde la Avenida Aragón, resulta sobrecogedor. Su integración en la trama urbana tan consolidada le otorga un mayor dramatismo. Se siente el latido del campo”.

La inevitabilidad de su desenlace -la demolición de Mestalla para garantizar la mudanza al nuevo estadio, en la Avenida de las Cortes Valencianas- provoca que ni club ni ciudad contemplen ninguna alternativa a una mudanza que se inició en 2005, a pesar de casi veinte años de naufragio.

placeholder Estadio Mestalla. (EFE)
Estadio Mestalla. (EFE)

Una remodelación viable

Conocedores cercanos del funcionamiento y las estructuras de los estadios, Cabrera y Colomer coinciden en la viabilidad de que Mestalla se remodelara desde su actual ubicación. "Que el estadio pudiera remozarse y adecuarse en su nueva ubicación, o incluso demolerse parcialmente y volverse a reconstruir, no sería ninguna locura. Lo que le dota de interés es la ubicación", cree Cabrera. Según Colomer "es factible rehabilitar el estadio para 80 años más. Hemos de pensar que aún siendo un recinto centenario, la estructura actual no es tan antigua".

El tercer anillo se estrena a finales de los 90, sillas gol y sectores se construyen para el Mundial'82. Tribuna y anfiteatro sí es algo más antiguo (década de los 50). No obstante, es en su propia construcción tan sectorizada donde hoy encuentra su mayor potencial de rehabilitación. Además, no hay que olvidar la obra del Túnel Pasante ferroviario que tendrá estación en la misma Avenida de Aragón. Da igual que tarde cinco, diez o quince años, durante los próximos cien años Mestalla va a ser una parcela estratégica para el desarrollo de la ciudad de Valencia.

A diferencia de lo que sucedió con San Mamés, en Bilbao, cuando la directiva del Athletic encabezada por Arrate proyectó como única supervivencia para el club el traslado del estadio cerca del Guggenheim -en la Campa de los Ingleses-, pero finalmente el campo se reconstruyó desde la misma ubicación, considerado un caso de éxito, Valencia y el Valencia han olvidado la fuerza de Mestalla -simbólica y productivamente-, cegados por una herencia recibida que no parecen capaces de resolver.

Mestalla cumplió esta última primavera cien años. Uno de los edificios que mejor explica la cultura de masas en Valencia. También uno de los pocos que desde su origen, en 1923, mantiene intacto su uso y su fuerza social. Debería haber sido, entonces, una cita que la ciudad hiciera suya. Pero, por el contrario, Mestalla celebró su centenario en una fiesta sin invitados, de manera clandestina y sin apenas honores: ni de su propio club, desubicado y con una propiedad instalada en la nube, pero tampoco de su propia ciudad: Valencia ha concluido que el estadio no va con ella.

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