Puigdemont abre su lista de país y da entrada a partidos soberanistas radicales minoritarios

Carles Puigdemont ha firmado este martes en el sur de Francia el acuerdo de Vernet, un pacto para integrar en su candidatura a siete partidos minoritarios del soberanismo de corte radical. El más importante y el único que tiene representación en el Parlament es Demòcrates, la escisión independentista de Unió, que ahora lidera el diputado Toni Castellà. Así da el primer paso para justificar lo que denomina “lista de país”, aunque el grueso de las organizaciones firmantes sean grupos extraparlamentarios con sólo cientos de militantes.

Los partidos que se integran son Joventut Republicana, Alternativa Verda, Reagrupament, Acció per la República, Estat Català, Moviment d’Esquerres de Catalunya (Mescat) y Demòcrates, los cuales se comprometen, según el texto literal del acuerdo, a "acompañar al presidente Carles Puigdemont en su camino hacia la restitución plena”.

A efectos prácticos, Puigdemont dispone de 30 puestos en las listas con capacidad de salir en la situación de empate técnico que tiene con ERC, según todas las encuestas. Con este acuerdo y si además quiere sumar a independientes, tipo Lluís Llach, quedarán solo 15 para los miembros del partido. Lo mismo que le hizo al PDeCAT en 2017, cuando también se presentó a distancia presidir la Generalitat.

El secretario general de JxCAT, Jordi Turull, ha firmado como uno más. Una rúbrica que también supone entregarle a Puigdemont la mitad del futuro grupo parlamentario para que haga y deshaga. Puigdemont ha reconocido que “los pueblos pequeños, amenazados tienen una manera de ganar, que es la suma": "No es sencillo, pero no hemos venido a hacer política para estar cómodos”. Turull, desde luego, no lo estará.

El logo y el color turquesa de JxCAT han estado ausentes de nuevo. Es solo la plataforma del 'president'. No hay más. JxCAT pone los recursos, pero solo obtendrá la mitad del premio. En su intervención Puigdemont ha resaltado tres ideas fuerza: un regreso a que “España nos roba”, una desprecio a la actual presidencia de Pere Aragonès y una defensa de que JxCAT no se ha rendido ante la presión del Gobierno de España.

El 'expresident' no ha hecho ninguna propuesta concreta, aunque ha planteado tres temas que le preocupan: la sequía, la inmigración y los trenes de cercanías. Pero de nuevo ninguna idea concreta sobre estos temas.

Sin mencionar a Aragonès

Pere Aragonès no ha sido mencionado en el discurso, pero Puigdemont ha pedido el voto y se ha referido a la fase a la que quiere dar carpetazo como "una etapa histórica después del letargo, el paréntesis, la represión y la rendición". Y en otro momento ha denunciado que “el país no avanza con un Govern que sale rendido de casa”. Todo apunta a que el principal objetivo de JxCAT no es tanto ganar las elecciones como quedar por delante de los republicanos.

Sí ha nombrado a los “señores Illa y Fernández”, denunciando que “sobrealimentan” la economía de Madrid en detrimento de Cataluña. Para Puigdemont, “hay una represión de baja intensidad, menos perceptible que la otra, que es la represión económica”.

De nuevo el discurso de Puigdemont careció de propuestas concretas de gestión

El único proyecto es la independencia. "Ninguna de las propuestas formuladas desde el Estado español ha desmentido la idea de que la mejor solución de futuro por Cataluña es la independencia bien gestionada", ha asegurado Carles Puigdemont, que de nuevo se ha limitado a una declaración institucional sin aceptar preguntas.

Volver al frentismo

En el manifiesto que han firmado JxCAT y los otros siete partidos se recoge que "ha de escoger entre quienes quieren acabar el trabajo de hundir a la nación convirtiéndola en una región más de España y quienes queremos terminar el trabajo que empezamos para que Cataluña sea reconocida en el concierto de las naciones independientes del mundo". Se trata de volver al frentismo entre catalanes, obviando que más de la mitad de los catalanes no está por la independencia.