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JxCAT abre el melón de la inmigración para cerrar el paso a una candidatura de Orriols
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La alcaldesa de Ripoll, nueva amenaza

JxCAT abre el melón de la inmigración para cerrar el paso a una candidatura de Orriols

Los de Puigdemont están virando: menos independentismo y más temas políticos de siempre. Ahora le toca a la inmigración para conjurar el ascenso de la alcaldesa de Ripoll

Foto: El secretario general de JxCAT, Jordi Turull, en una reunión con el PNV. (EFE)
El secretario general de JxCAT, Jordi Turull, en una reunión con el PNV. (EFE)

Por sorpresa, JxCAT ha entrado en el debate de la inmigración. La dirección nacional del partido cierra filas con los alcaldes del Maresme que han pedido la expulsión inmediata de los inmigrantes que cometan delitos. No es casual. El partido hace tiempo que detecta que con el foco puesto solo en la independencia no crece. Y teme que la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols (Aliança Catalana), se presente al Parlament. Con su nuevo posicionamiento, intenta cerrarle esta vía a Orriols.

El secretario general, Jordi Turull, ha defendido en una entrevista en TVE que cualquier persona que quiera vivir en Cataluña debe cumplir con los "derechos y deberes". "Yo soy partidario de que la gente que hace suya la opción de que Cataluña sea su país se acoja a todos los derechos que cualquier ciudadano tiene. Pero también a todos los deberes", ha expresado el secretario general, respaldando a sus alcaldes.

Varios alcaldes catalanes han lanzado un grito de socorro para que la Generalitat y el Gobierno español les ayuden a gestionar la inmigración. En las últimas horas, los ayuntamientos de todo un puñado de municipios del Maresme y el de Guissona, en la Segarra, han reclamado apoyo, pero con exigencias muy distintas.

JxCAT ha pasado así en tres años de pedir que se cerrasen los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) a abogar por la expulsión de los inmigrantes. De coincidir con la CUP a situarse en un espacio entre el PP y Vox. El giro es radical, y solo puede entenderse por el miedo a la pérdida de la identidad de buena parte de la Cataluña interior a medida que crece el número de inmigrantes que se acomodan en el mercado laboral en los trabajos más duros y peor remunerados.

El foco en la inmigración llega en un momento en el que JxCAT está virando a la derecha

En el fondo, es un discurso muy cercano al de Orriols, que ha vivido del antiguo voto de JxCAT en Ripoll. El partido de Orriols está extendiendo su actividad a otras localidades de la Cataluña interior, como Manresa. Y en JxCAT están más inquietos por Aliança Catalana que por el "cuarto espacio" que la ANC está intentando impulsar con la creación de un grupo de trabajo que estudie una candidatura para las próximas autonómicas, previstas para marzo de 2025.

Guissona pide ayuda para acoger la ola de jóvenes senegaleses sin papeles que están llegando al pueblo. En cambio, en el Maresme, todos los alcaldes de JxCAT reclaman al Gobierno español que eche de España a los recién llegados que sean delincuentes reincidentes. Un discurso que conecta con la ultraderecha en diversos países de la UE.

Fue este miércoles cuando todos los alcaldes de Junts del Maresme cerraron filas en torno al alcalde de Calella, Marc Buch, que pidió la expulsión de migrantes multirreincidentes a raíz de un conflicto violento que vive el municipio, con 11 personas implicadas que han sido detenidas múltiples veces por hechos delictivos. "Marc Buch es una excelente persona y un excelente alcalde. Una persona muy firme y maja. Ha hecho un llamamiento desde la desesperación", ha añadido Turull, para que no quede duda de que el partido le arropa.

Giro a la derecha

El giro a la derecha de JxCAT es un hecho, y todo se acelera. Primero, el partido reconstruyó su relación con el PNV. Luego, Carles Puigdemont le anunció al líder conservador en la UE, Manfred Weber, que era capaz de pactar con el PP para derribar a Pedro Sánchez. Turull también planeó dar entrada a regidores del PDeCAT para cambiar la actual configuración de las bases del partido. Y el grupo parlamentario acorraló a la izquierdista Aurora Madaula. Ya hace meses que diversos columnistas del independentismo estaban poniendo el foco en la inmigración y pidiendo al partido que se posicionara. Ya lo ha hecho.

La necesidad de cambiar de foco no es solo ideológica, sino también estratégica. Hablar de la independencia cuando todo depende de la amnistía y Pedro Sánchez ha empezado a incumplir acuerdos no parece la mejor idea. Buscar otros temas que marquen la agenda política parece lo más oportuno.

Lo mismo en otros partidos

Lo mismo pasa en otros partidos. El presidente catalán, Pere Aragonès, quiere convocar a los partidos catalanes para sacar la Generalitat de Cataluña del régimen común de la financiación autonómica. Mientras, el secretario general del PSC, Salvador Illa, vuelve a una oposición centrada en temas básicos ajenos al independentismo, hasta ahora el eje central de la legislatura en Cataluña. Por eso pone el foco ahora en otras cuestiones, como la lucha contra la sequía o la reforma de la educación, fruto del descalabro de Cataluña en el informe PISA.

El PSC entra así en modo precampaña, que prevé muy larga. Hasta marzo de 2025, si Aragonès, que gobierna en minoría con solo 33 diputados, no adelanta las elecciones.

Por sorpresa, JxCAT ha entrado en el debate de la inmigración. La dirección nacional del partido cierra filas con los alcaldes del Maresme que han pedido la expulsión inmediata de los inmigrantes que cometan delitos. No es casual. El partido hace tiempo que detecta que con el foco puesto solo en la independencia no crece. Y teme que la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols (Aliança Catalana), se presente al Parlament. Con su nuevo posicionamiento, intenta cerrarle esta vía a Orriols.

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