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La segunda vuelta que buscaba Puigdemont, amenazada por la retirada de Pedro Sánchez
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El plan de Junts para el 12-M

La segunda vuelta que buscaba Puigdemont, amenazada por la retirada de Pedro Sánchez

JxCAT sabía que no podía ganar a Illa pero contaba con bloquear la investidura y forzar una segunda vuelta en octubre. Un plan que ahora se tambalea por las tensiones en Moncloa

Foto: Carles Puigdemont en un acto electoral en Francia. (EFE/David Borrat)
Carles Puigdemont en un acto electoral en Francia. (EFE/David Borrat)
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Carles Puigdemont tenía un plan que no pasaba por ganar las elecciones sino por gobernar gracias a forzar una segunda vuelta. Puigdemont siempre había sido consciente de que no podría ganar a Salvador Illa. Por ello, su baza siempre fue quedar segundo, por delante de ERC y de Pere Aragonès y luego jugar al bloqueo para forzar una repetición electoral en octubre. Ahora con el anuncio de que Pedro Sánchez estudia dejar la Moncloa esta posibilidad se complica por la oleada de simpatía popular que esta decisión está levantando y que podría concretarse este lunes si al final el presidente español renuncia a su cargo.

Puigdemont y su equipo de campaña aspiraban a dos cosas: quedar por delante de ERC y que la distancia con los republicanos fuese tan grande que obligase a los de Pere Aragonès a aceptar el abrazo del oso: una candidatura unitaria para el próximo mes de octubre encabezada por el propio Puigdemont. Y convertir así esa segunda vuelta en un plebiscito sobre su persona.

Por mucho que a candidatas como Jèssica Albiach (Comuns Sumar) les moleste, lo cierto es que Puigdemont había intentado que los comicios del 12 de mayo fuese un referéndum sobre su persona. Restitución, sigue siendo su principal mantra de campaña.

Hasta que llegó Pedro Sánchez y su carta declarando su hartazgo por los ataques a su familia. Si Puigdemont volvía por amor a Cataluña, Sánchez se marchaba por amor a su mujer. Subida la apuesta, las encuestas de la semana que viene dirán si después de lo que en Junts denominaron "efecto Puigdemont" hay ahora un "efecto Pedro Sánchez", que dispare al PSC hacia el Palau de la Generalitat.

placeholder Carles Puigdemont este sábado en un mitin en Argelers Sur Mer, Francia. (EFE/David Borrat)
Carles Puigdemont este sábado en un mitin en Argelers Sur Mer, Francia. (EFE/David Borrat)

La idea de bloquear las negociaciones y forzar una repetición electoral, que tenía ciertos visos de viabilidad hace una semana, ahora entra en una fase en la que resulta más improbable. Ya no sólo hace falta que los independentistas sumen lo bastante aunque no tengan la mayoría absoluta. Es necesario que el PSC no se dispare muy por encima de lo que marcan las encuestas en este momentos, con sondeos previos al anuncio de Pedro Sánchez.

El pasado viernes, con la carta de Pedro Sánchez bien fresca, una mesa electoral del PSC en Bellvitge, en L’Hospitalet de Llobregat vivió auténticas oleadas de gente mostrando su solidaridad con el presidente español. "Gente que nunca hubiésemos dicho que nos votaba", señala uno de los militantes que estuvo en este punto de propaganda electoral.

Foto: El expresident Puigdemont, en un mitin en Francia. (EFE/David Borrat)

El PSC de Salvador Illa podría obtener hasta 48 escaños, según el Centre d’Estudis d’Opinió de la Generalitat, tal y como refleja la parte alta de la horquilla. Las encuestas de la próxima semana podrían arrojar resultados aún más abultados a favor de los socialistas.

Preocupación en Vallespir

En Vallespir, en el sur de Francia. donde ahora reside Puigdemont, reina la preocupación. Ya no basta con que la mayoría independentista se quede a las puertas de la mayoría absoluta, ni de hundir los resultados de ERC. Se trata de que el PSC no obtenga lo que sería un resultado normal en unas generales en Cataluña —como en 2023 o como cuando Carme Chacón logró 25 escaños en 2008— pero que resultaría excepcional en unas autonómicas, en las cuales muchos votantes españolistas catalanes prescinden de acudir a las urnas.

El PSC puede obtener en unas catalanas los resultados de unas generales

Hace una semana la segunda vuelta en octubre de las elecciones autonómicas era una opción posible. Ahora, con Pedro Sánchez copando todo el protagonismo de la opinión pública esto cambia. Las elecciones catalanas se españolizan.

La carta de ERC

Además, al PSC siempre le queda la carta de ERC. A Puigdemont y JxCAT les conviene una repetición electoral. Pero a los republicanos de Pere Aragonès no tanto. La previsión para el 12-M es que ERC caiga de sus actuales 33 escaños. Sin embargo, una repetición electoral les podría hundir todavía más.

Esa sería la baza de Puigdemont para que ERC aceptase una reedición de Junts pel Sí, la coalición electoral entre republicanos y convergentes que ganó en 2015 y que acabó desembocando en la derrota independentista de 2017, con Puigdemont al frente y con otro nombre. Por tanto, la alternativa de ERC pasa por escoger entre ser fagocitados por Junts o quedar reducidos a una fuerza marginal en la segunda vuelta. Fuentes del PSC esperan que los de Oriol Junqueras prefiera pactar con los socialistas que estas otras dos opciones, aunque durante la campaña electoral estén asegurando que nunca respaldarán un gobierno de Salvador Illa en la Generalitat.

Carles Puigdemont tenía un plan que no pasaba por ganar las elecciones sino por gobernar gracias a forzar una segunda vuelta. Puigdemont siempre había sido consciente de que no podría ganar a Salvador Illa. Por ello, su baza siempre fue quedar segundo, por delante de ERC y de Pere Aragonès y luego jugar al bloqueo para forzar una repetición electoral en octubre. Ahora con el anuncio de que Pedro Sánchez estudia dejar la Moncloa esta posibilidad se complica por la oleada de simpatía popular que esta decisión está levantando y que podría concretarse este lunes si al final el presidente español renuncia a su cargo.

Carles Puigdemont Junts per Catalunya Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) PSC
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