ERC y JxCAT negocian un candidato independiente para suceder a Borràs con el 23-J de fondo

La presidenta en funciones del Parlament, Alba Vergés, ha decidido finalmente acatar la decisión del Tribunal Supremo y quitar el escaño a su predecesora Laura Borràs. Tras meses de agonía, se aplica el reglamento de la Cámara, que marca que si una persona es condenada por corrupción ha de dejar el escaño. Borràs, que fue condenada por falsedad y prevaricación, considera que ese artículo vulnera su presunción de inocencia. Pero nadie en la Mesa estaba decidido a complicarse la vida jurídicamente por ello. La negociación por la sucesión ya está en marcha, con ERC y JxCAT como actores principales y las elecciones generales como telón de fondo.

El próximo viernes 9 de junio, tendrá lugar el pleno en el que se votará nombrar a la sustituta de Laura Borràs y que ha sido convocado ya por la Mesa del Parlament. Con esta decisión, el órgano de gobierno de la Cámara ha optado por retirar las credenciales a la expresidenta y poner fin a la situación de interinidad de la institución, que se arrastra desde hace meses. A Borràs se le ha comunicado por mail. En su entorno, la decisión ha sido calificada de “infamia”.

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ERC y JxCAT ya están negociando la sustitución para que recaiga en una persona de JxCAT y, sobre todo, que sea una persona independentista, como indicó Pere Aragonès en su última intervención. Una nueva presidenta del Parlament independentista sería la piedra angular del “frente democrático” que está pidiendo el presidente catalán para frenar una posible victoria del PP y Vox en las generales.

La persona que más números tiene para ser la escogida es la antigua alcaldesa de Vic, Anna Erra, como en su día ya adelantó El Confidencial. Erra es muy independentista, pero con un perfil ligeramente más moderado que Laura Borràs. ERC busca hacer gestos hacia su electorado de que está trabajando por la unidad independentista y el relevo de Borràs es perfecto para escenificar un primer paso en esa dirección. Los republicanos creen que pueden recuperar una parte de los 302.000 votos perdidos en las últimas elecciones locales.

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La decisión del Parlament sigue la senda que ya marcó la propia Borràs con el caso Pau Juvillà. En una situación muy similar, se retiró el escaño al diputado de la CUP tras una condena después de que el Tribunal Supremo diese la razón a la Junta Electoral. Ambos casos reflejan lo mismo: que la clase política independentista ha renunciado a un choque directo con el Estado, cuyo primer paso siempre es la desobediencia.

Decisión en el partido

Cuando el auto del Tribunal Supremo fue comunicado a la Mesa del Parlament, ya estaba todo el pescado vendido. Los altos cargos de la Cámara no hubiesen seguido a los políticos. Pero ni Vergés ni el resto de miembros de la Mesa estaban dispuestos a correr ningún riesgo. Solo la secretaria, Aurora Madaula, ha votado en contra, según explican fuentes parlamentarias. Madaula es del núcleo duro de los seguidores de Laura Borràs.

En la Mesa, solo Aurora Madaula (JxCAT), cercana a Laura Borràs, ha votado en contra de la decisión de retirarle el escaño

Así, la Mesa "ha tomado nota" de que Laura Borràs pierde su condición de diputada desde este jueves,1 de junio. El Parlament llevaba meses intentando esquivar la decisión presentando diversos recursos, pero ahora esta vía, que ya se sabía que acabaría así, se ha agotado. La Cámara catalana se ha quedado sin más margen legal y la presidenta de JxCAT se va a casa.

Otra cosa es lo que hará el propio Junts, donde Borràs sigue siendo la presidenta del partido. En la formación, ella todavía cuenta con tirón entre las bases y esta política, que aboga por reactivar la declaración de independencia del 27 de octubre, se resiste a dar por acabada su carrera política.