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La negativa de Serret a dimitir da alas a Laura Borràs para seguir presidiendo el Parlament
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Ambas, inhabilitadas por el TSJC

La negativa de Serret a dimitir da alas a Laura Borràs para seguir presidiendo el Parlament

Laura Borràs ya tiene un nuevo argumento político para aferrarse a su cargo de presidenta del Parlament. La 'consellera' Meritxell Serret ha sido inhabilitada y no piensa abandonar

Foto: La 'consellera' de Acció Exterior, Meritxell Serret, en un acto con Pere Aragonès. (EFE/Quique García)
La 'consellera' de Acció Exterior, Meritxell Serret, en un acto con Pere Aragonès. (EFE/Quique García)

La negativa de la consellera de Acció Exterior, Meritxell Serret, a dimitir, después de haber sido condenada a un año de inhabilitación, ha dado alas a Laura Borràs para seguir atrincherada como presidenta del Parlament. Ambas han sido sentenciadas por el mismo tribunal, el Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), y aunque los delitos no resulten equiparables, sí lo son las circunstancias jurídicas: las dos pueden recurrir ante el Tribunal Supremo y las dos ya han anunciado que lo harán. Así que Borràs se carga de argumentos políticos para seguir defendiendo su negativa a dimitir, algo que cada vez incomoda más a ERC y también a buena parte de JxCAT, por la provisionalidad en que sume al poder legislativo en Cataluña.

La diferencia es la situación de su contexto legal. Borràs incumple un artículo del reglamento del Parlament que tiene rango de ley y que dice que en caso de que se abra juicio oral por un caso de corrupción se está obligado a dimitir. La prevaricación por la que ha sido condenada Borràs entraría de lleno en ese supuesto. Y el reglamento del Parlament tiene rango de ley.

Foto: Meritxell Serret en banquillo del juicio. (EFE/Andreu Dalmau)

Laura Borràs ha restado importancia a la situación de Serret en comparación con la suya: "Yo no necesito las acciones de Meritxell Serret para dimitir o no dimitir como presidenta. He explicado siempre que me han querido arrebatar las funciones de presidenta en aplicación de un artículo que no habían validado los juristas y que todos los letrados del Parlament han hablado de este artículo como inconstitucional y que vulnera la normativa europea sobre presunción de inocencia". Y añade la todavía presidenta que, "además, se dijo que era una aplicación automática del reglamento y no ha sido así. Después hemos tenido diputados acusados de malversación [Lluís Salvadó y Josep Maria Jové, los dos de ERC, a los que no menciona], que sí que es un delito que la gente asocia con la corrupción. Pero a mí se me aplicó de manera fraudulenta, arbitraria y partidista, porque después a estos diputados ni siquiera se les aplicó este artículo. Yo no dejaré que vulneren mis derechos sin batallarlo en los tribunales. Yo no me querellaré contra el Parlament, sino que llevaré esta vulneración de derechos que hará presumiblemente la JEC a los tribunales europeos. Yo no mee aferro al cargo, sino que me aferro a mis convicciones democráticas, me aferro a mi inocencia y no me aparto porque si me apartase ya no habría vulneración de derechos".

Merittxell Serret ha sido condenada por un delito de desobediencia por su actuación durante el 1-O. Los casos son muy diferentes. Y la motivación política del de Serret tiene poco que ver con la fragmentación de contratos en el Institut de les Lletres Catalanes en la época en que lo dirigía Borràs. Pero desde un punto de vista político, la situación resulta similar. Si Serret tiene derecho a mantenerse en el cargo hasta que su sentencia sea firme, lo mismo podría decirse de Borràs, que todavía retiene su escaño a la espera de una decisión de la Junta Electoral Central, según apuntan fuentes de JxCAT.

Foto: La 'exconsellera', Meritxell Serret, tras comparecer en el TS. (EFE)

Laura Borràs se apresuró ayer a mostrar su solidaridad con Serret a través de su cuenta de Twitter. “Nunca nos acostumbramos a ninguna condena por hacer posible la voluntad democrática de Cataluña. Votar no es delito. El 1 de Octubre no es un delito. Toda la solidaridad, consellera Meritxell Serret”, tuiteó la presidenta del Parlament, suspendida en funciones desde que se le abrió juicio.

No es lo que pasó en su caso. El propio Pere Aragonès le ha recordado a Borràs que lo suyo no es un caso de persecución política y que se trata de "una sentencia con unos hechos probados de prácticas de corrupción". Desde ERC, se lleva tiempo pidiendo a Borràs que dé un paso al lado para facilitar la renovación de la presidencia del Parlament, el segundo cargo por nivel de autoridad en Cataluña, ejercido en este momento de forma interina por Alba Vergés, también de los republicanos, como Serret y como Aragonès.

Doble rasero

Este doble rasero es más un criterio diferente. El nivel de exigencia que aplica el Parlament como institución no es el mismo que hay en la Generalitat, donde ninguna norma obliga a dimitir si se es condenado, una situación que depende más de la voluntad del presidente o del estado de la opinión pública.

Las dos están inhabilitadas, pero ERC apoya a Serret mientras pide la marcha de Borràs

Pero la coincidencia en el tiempo de ambos casos hace las comparaciones inevitables, como recuerdan fuentes de JxCAT. Y resulta evidente que tanto Serret como Borràs están igualmente inhabilitadas, es decir, no pueden ejercer legalmente el cargo.

Dos perfiles diferentes

Meritxell Serret y Laura Borràs cuentan con dos perfiles personales y políticos muy diferentes. Borràs tiene un carácter carismático, ha ganado primarias en su partido y se ha presentado a presidenta de la Generalitat. Serret, en cambio, fue la persona huida a Bruselas con un perfil más bajo. Su participación en el 1-O resultó más bien irrelevante, al contrario que la de su compañera de partido Marta Rovira. Nunca estuvo cómoda en Waterloo y su regreso fue criticado desde JxCAT como una claudicación. Y más cuando, un poco más tarde, se integró en la Generalitat como consellera de Acció Exterior.

Foto: La 'exconsellera' Serret, huida en Bélgica, se entrega en el Tribunal Supremo. (EFE)

Serret nunca ha tenido voluntad de liderazgo político. De hecho, empezó a tener experiencia en el área internacional cuando asumió la delegación de Bruselas de la Generalitat como una manera de conseguir un sueldo público, ya que carecía de trayectoria política en esa área, antes había sido la consellera de Agricultura en el ejecutivo de Carles Puigdemont. Serret es más bien propensa al pacto, mientras que Borràs va al choque, tanto contra España como en el Parlament y dentro de su propio partido. Lo curioso es que, sin tener nada que ver, ambas hayan acabado en una posición jurídica tan similar.

La negativa de la consellera de Acció Exterior, Meritxell Serret, a dimitir, después de haber sido condenada a un año de inhabilitación, ha dado alas a Laura Borràs para seguir atrincherada como presidenta del Parlament. Ambas han sido sentenciadas por el mismo tribunal, el Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), y aunque los delitos no resulten equiparables, sí lo son las circunstancias jurídicas: las dos pueden recurrir ante el Tribunal Supremo y las dos ya han anunciado que lo harán. Así que Borràs se carga de argumentos políticos para seguir defendiendo su negativa a dimitir, algo que cada vez incomoda más a ERC y también a buena parte de JxCAT, por la provisionalidad en que sume al poder legislativo en Cataluña.

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