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El Parlament intenta ganar tiempo pero acata la decisión de la JEC sobre Borràs
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Tras su condena

El Parlament intenta ganar tiempo pero acata la decisión de la JEC sobre Borràs

Borràs siempre ha argumentado que se están vulnerando sus derechos, en especial la presunción de inocencia, y que no tiene que dejar la presidencia del Parlament hasta que agote el último recurso

Foto: Laura Borràs. (EFE/Marta Pérez)
Laura Borràs. (EFE/Marta Pérez)
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El Parlament ha votado este jueves en el pleno presentar un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Supremo, pidiendo la suspensión de la decisión de la Junta Electoral Central (JEC) suspender el derecho de Laura Borràs después de haber sido condenada por prevaricación y falsificación en la época en que presidía el Institut de les Lletres Catalanes. Esa vía ya se intentó con Quim Torra y Pau Juvilla, cuando también fueron suspendidos por la JEC, y no funcionó. En la reunión de la Mesa del Parlament, el PSC ha votado en contra por considerarlo una pura táctica dilatoria. La presidenta en funciones del Parlament, Alba Vergés aparenta así resistirse pero en la práctica evita desobedecer e incurrir en un nuevo delito.

Laura Borràs ha llegado así al final del camino de la vía que había escogido: resistirse hasta el final para mantener la presidencia del Parlament pese a que ERC y la CUP no le apoyaban y que en su propio partido de puertas adentro se mostraban muchas reservas con una estrategia que puede perjudicarles cara a las municipales.

Foto: Isabel Rodríguez en una imagen de archivo. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

Borràs siempre ha argumentado que se están vulnerando sus derechos, en especial la presunción de inocencia, y que no tiene que dejar la presidencia del Parlament hasta que agote el último recurso. En este momento el fallo del TSJC sobre Laura Borràs ya se encuentra recurrido ante el Tribunal Supremo.

En el Parlament se estuvo esperando la notificación durante todo el día. Llegó a la hora de comer. En un día de pleno, se priorizó la continuidad de la jornada a las declaraciones sobre el futuro de Laura Borràs.

Foto: La expresidenta del Parlament Laura Borràs. (EFE/Quique García)

Con la decisión de presentar un recurso, que acompañará al recurso que también presentará la propia Borràs, el Parlament ganará unos días. Pero en la práctica sólo alargará la agonía de la presidenta suspendida en funciones. La jurisprudencia dice que el Supremo zanja muy rápido este tipo de cuestiones. Borràs no perderá su condición de diputada hasta que el Alto Tribunal rechace ambos recursos.

Este jueves la JEC se ha limitado a notificar al Parlament que ayer se acordó “dejar sin efecto la credencial” de Borràs, declarar su vacante y expedir la credencial al siguiente candidato de la lista de JxCAT por Barcelona, que es Antoni Castellà, líder de Demócratas y flamente portavoz del Consell por la República, según explican fuentes parlamentarias.

Vergès y la gesticulación

Pero esta notificación carece, por ahora, de valor ejecutorio. Se entiden que la JEC aún no ha emitido una orden directa al Parlament sino que sólo se ha notificado la decisión, sin más.

Vergés y el Parlament todavía mantienen así un pequeño margen más que de actuación de gesticulación cara a su votante independentista. Más allá de eso, la partida ha terminado. Solo aumentará la bronca interna entre los partidos soberanistas y los constitucionalistas, alrededor de la salida de Borràs y de la pérdida de su escaño.

El Parlament ha votado este jueves en el pleno presentar un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Supremo, pidiendo la suspensión de la decisión de la Junta Electoral Central (JEC) suspender el derecho de Laura Borràs después de haber sido condenada por prevaricación y falsificación en la época en que presidía el Institut de les Lletres Catalanes. Esa vía ya se intentó con Quim Torra y Pau Juvilla, cuando también fueron suspendidos por la JEC, y no funcionó. En la reunión de la Mesa del Parlament, el PSC ha votado en contra por considerarlo una pura táctica dilatoria. La presidenta en funciones del Parlament, Alba Vergés aparenta así resistirse pero en la práctica evita desobedecer e incurrir en un nuevo delito.

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