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El juego de pactos poselectorales enturbia el relevo de Borràs en el Parlament
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El juego de pactos poselectorales enturbia el relevo de Borràs en el Parlament

PSC, JxCAT, ERC y los comunes prefieren aplazar la decisión sobre la presidencia hasta pasadas las elecciones para no enturbiar los posibles acuerdos, que serán obligatorios en la mayoría de casos

Foto: La expresidenta del Parlament Laura Borràs. (EFE/Quique García)
La expresidenta del Parlament Laura Borràs. (EFE/Quique García)
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PSC, JxCAT, ERC y los comunes prefieren aplazar el relevo de Laura Borràs en la presidencia del Parlament para después del 28 de mayo, una vez que se hayan celebrado las municipales, según explican fuentes parlamentarias. Por ahora, se han ganado unos días gracias a la presentación de un recurso contencioso administrativo ante el Tribunal Supremo. La sustitución de la líder de JxCAT implicaría una serie de pactos que los grupos evitarán en plena campaña en Cataluña.

Un pacto JxCAT-ERC —la solución más probable— para relevar a Borràs no sería suficiente. Suman solo 65 diputados y la mayoría en la Cámara catalana son 68. Se precisaría el apoyo de un tercero. Y aquí comienzan los problemas. Los comunes serían el socio ideal, pero no ahora, cuando Ada Colau y Xavier Trias están luchando a brazo partido por la alcaldía de Barcelona. Esta no solo tendrá gran relevancia en Cataluña, sino que en clave nacional puede marcar la diferencia para Pedro Sánchez. Lo mismo pasaría en el caso de que fuese necesaria una abstención del PSC. Dos casos de fotos incómodas que podrían desmovilizar a los votantes en las elecciones, que en el caso de las locales ya no tienen mucho tirón en Cataluña. La participación es la más baja, solo superada por las europeas.

El Parlament recurre la retirada del escaño a Laura Borràs

Una solución pasaría por que la Mesa del Parlament alegase algún tipo de problema jurídico y pidiese un estudio a los servicios legales de la Cámara, lo que daría tiempo suficiente para acabar la campaña con la actual presidenta en funciones, Alba Vergés (ERC), que ni molesta ni incomoda a la mayoría de los grupos.

Para el poder legislativo catalán, esta solución tendría un punto de incomodidad, ya que al final la presidencia del Parlament quedaría sujeta a los pactos electorales tras las municipales. Con ayuntamientos muy atomizados, como es el caso de Barcelona, aunque se gane, hay que pactar. Incluso puede haber acuerdos de segundos y terceros contra el primero, como el que forjó Manuel Valls para desplazar a Ernest Maragall de la alcaldía en 2019.

Foto: Laura Borràs abrazada a Quim Torra cuando se enteró de su sentencia. (EFE/Quique García)

Y no solo eso. Luego hay que pactar otros ayuntamientos. En Lleida y Girona, serán necesarios acuerdos complejos. Incluso en ciudades que no son capitales de provincia, pero que resultan estratégicas, como es el caso de Sant Cugat. Y luego la presidencia de las cuatro diputaciones. Algunas con mucho poder administrativo como la de Barcelona, donde hace cuatro años que gobiernan aliados el PSC y JxCAT. En todo ese maremágnum de alianzas, se acordaría la presidencia de la Cámara, lo que podría dar una oportunidad a los socialistas catalanes. Pero que también desdibujaría lo que ha de ser la segunda autoridad de Cataluña.

Dos acuerdos

Para añadir más complejidad a la caída de Laura Borràs, su sustitución necesita un doble pacto. Primero, en el seno de JxCAT; luego, en el Parlament. La razón estriba en que ERC pretende que el relevo de Borràs sea de su propio partido, como un gesto para mantener lo poco que queda de la maltrecha unidad independentista. Pero eso abre el melón de que Junts designe un candidato a presidir el Parlament y ahí tampoco hay acuerdo.

Primero JxCAT ha de pactar su candidato, y este después necesita el apoyo del Parlament

Laura Borràs y sus partidarios quieren tutelar un sucesor designado. En su caso, apuestan por la exalcaldesa de Girona Marta Madrenas. La ejecutiva del partido, en cambio, preferiría a la antigua alcaldesa de Vic Anna Erra. El secretario general de JxCAT, Jordi Turull, tendrá que hacer equilibrios para saldar estas diferencias sin que se rompa la formación o el grupo parlamentario, según explican fuentes de la dirección de esta fuerza independentista.

Una vez que se solvente este primer escollo, queda forjar la mayoría en el Parlament. JxCAT preferiría el apoyo de la CUP, pero los anticapitalistas llevan más de un año en la oposición, así que esta alternativa parece poco probable. A partir de ahí, los socios más probables para lograr los deseados 68 diputados son o los comunes o los socialistas, siguiendo la pauta del pacto por el catalán. En todo caso, una complejidad notable, dada la fragilidad de las mayorías en el Parlament.

PSC, JxCAT, ERC y los comunes prefieren aplazar el relevo de Laura Borràs en la presidencia del Parlament para después del 28 de mayo, una vez que se hayan celebrado las municipales, según explican fuentes parlamentarias. Por ahora, se han ganado unos días gracias a la presentación de un recurso contencioso administrativo ante el Tribunal Supremo. La sustitución de la líder de JxCAT implicaría una serie de pactos que los grupos evitarán en plena campaña en Cataluña.

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