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La lucha por el control de las listas tensa la relación de Puigdemont con Junts
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La lucha por el control de las listas tensa la relación de Puigdemont con Junts

Turull, secretario general del partido, está colocando a exconvergentes moderados en las candidaturas municipales, que no son de la cuerda ultra del expresidente de la Generalitat, fugado en Bélgica

Foto: Carles Puigdemont. (EFE/Julien Warnand)
Carles Puigdemont. (EFE/Julien Warnand)

Carles Puigdemont se aleja de Junts per Catalunya, la formación que él mismo ayudó a fundar, a pasos agigantados. Los desencuentros con la actual cúpula, encabezada por el secretario general, Jordi Turull, son cada día más frecuentes y su arrinconamiento a la hora de confeccionar las listas municipales han dado una vuelta de tuerca más al distanciamiento entre ambos. Tanto es así que fuentes cercanas al expresident afirman a El Confidencial que “el objetivo político de Junts y el de Puigdemont ya no es el mismo”. El expresident quiere soltar definitivamente amarras con su partido, aunque le reservarían como cabeza de lista en las europeas si bien le descabalgarían de las autonómicas.

El distanciamiento comenzó hace unos meses. La sentencia contra Laura Borràs y el blindaje de ésta en la presidencia de JxCat creó un cisma entre Puigdemont y la dirección del partido. Según una de las fuentes consultadas, el expresident no veía con buenos ojos el mantenimiento de Borràs en la presidencia de la formación, porque consideraba que esa situación emborronaba la imagen del partido y sólo lo desgastaría.

Foto: La expresidenta del Parlament Laura Borràs. (EFE/Andreu Dalmau)

Turull, consciente de que tiene pocos apoyos, se empeñó en defender a capa y espada a Borràs, en un asunto que no es político, sino consecuencia de una actuación personal. Al menos, así lo entienden muchos altos cargos de Junts. Está bien apoyarla, pero sin poner toda la carne en el asador y mucho menos sin comprometer la imagen del partido. Y Junts, que es como un hijo de Puigdemont, puede salir muy malparada tras la condena de Borràs”, señala la fuente.

El desmarque de Puigdemont en ese tema fue radical. Eso no implica que no puedan coincidir en algunas cuestiones, como la radicalidad y la unilateralidad. Pero eso no ha sido ningún salvoconducto para Puigdemont, que ahora siente en carne propia el distanciamiento a que le somete la cúpula de Junts: tanto que la confección de las listas electorales y la composición de las mismas han supuesto otra crisis entre Turull y el expresident. El primero, como secretario general, es quien está negociando la composición de las candidaturas con otras fuerzas políticas y, especialmente, con el PDeCAT, partido del cual provienen todos y del que se desgajó JxCat.

Arrinconamiento en las listas

El sector más independentista de Junts va cayendo de las listas y se da prioridad a los antiguos cuadros de Convergència. El sector de Puigdemont es el que peor parado sale y eso no ha sentado nada bien en Waterloo”, proclama una fuente interna de Junts. Otra fuente es más crítica y afirma que “Turull tiene la intención de arrinconar completamente a Puigdemont y desplazar a sus partidarios en las listas municipales. Si uno ve la composición de las candidaturas, verá que quienes están en todos los puestos de cabecera son los exconvergentes. En parte, eso le permite a Turull atraerse al PDeCAT, pero le acarrea un gran problema con Puigdemont, que quiere más protagonismo para los suyos y que quiere que se imponga la unilateralidad como uno de los ejes de las candidaturas”. Turull, según las fuentes consultadas, no le hace caso.

placeholder Xavier Trias, en un acto para presentar su candidatura. (EFE/Marta Pérez)
Xavier Trias, en un acto para presentar su candidatura. (EFE/Marta Pérez)

En la lista de Barcelona es donde más se hace evidente el giro convergente que quiere visualizar Turull: en primer lugar, la elección de Xavier Trias, que proviene de la estructura de CDC, como cabeza de lista, es un indicativo del giro moderado. Pero la legislatura es muy larga y pueden pasar muchas cosas. “Una de las claves estará en quién irá de número 2 y 3. El PDeCAT presiona para que sea una persona de confianza de Artur Mas, con lo que además allanaría el camino para que éste vuelva a medio plazo a la política activa. Se había previsto que fuesen la exportavoz del Govern Neus Munté o la exconsejera de Exteriores Victòria Alsina, pero ésta es considerada por algunos sectores como demasiado radical. Se quiere a una persona que, en un momento determinado, pueda coger las riendas y marcar diferencias. Con el PDeCAT se han pactado dos puestos, además de reservar el número 7 para la exvicepresidenta del Govern Joana Ortega”, explican las fuentes.

Foto: Josep Rull, nuevo presidente del Consell Nacional de JxCAT. (EFE/Toni Abir)

Un hasta hace poco dirigente de Junts explica que “Turull es consciente de que si quiere volver a articular una organización centrada, fuerte e influyente como CiU ha de soltar lastre extremista. Le sobran Laura Borràs y Carles Puigdemont”. Ese axioma tiene una continuación de libro, porque Turull no da puntada sin hilo, como buen estratega que es: el secretario general (y expresidente del grupo parlamentario de CIU, por lo que sabe jugar sus bazas en el terreno de la política) pretende controlar al 100% JxCat antes de iniciar proyectos más ambiciosos que podrían acabar en alguna gran fusión. “Lo que hace es jugar sus cartas. En el interior del partido tiene dos rivales que le pueden presentar problemas: Josep Rull y Jaume Giró, pero su principal preocupación en estos momentos es desactivar a Puigdemont y dejar de depender de Waterloo”.

Garantizado ser candidato en 2024

Ello ha creado mucho malestar en el entorno del fugado. Las fuentes consultadas afirman que Puigdemont quiere soltar ya todas las amarras con Junts para volar por su cuenta bajo el paraguas del Consell de la República. ¿Quiere eso decir que puede optar a presentar lista propia? De momento, no. “En las próximas europeas de 2024, Puigdemont tendría garantizada la cabeza de lista. Hay que matizar que esa lista no será exclusivamente de JxCat, sino de una coalición europeísta con otras fuerzas, por lo que tendría encaje en la candidatura como el representante de Cataluña. Junts no tendría ningún problema en que él se presentase. Le daría esa salida, que le permitiría estar otros cinco años como eurodiputado y con eso ya llega casi a la jubilación”, dice una de las fuentes consultadas.

placeholder Laura Borràs interviene en el congreso de Junts en el que fue elegida presidenta de la formación y en el que Turull fue designado secretario general. (EFE/David Borrat)
Laura Borràs interviene en el congreso de Junts en el que fue elegida presidenta de la formación y en el que Turull fue designado secretario general. (EFE/David Borrat)

Lo que ya no está tan claro es su candidatura en las autonómicas. Hasta ahora, desde su fuga, le presentaron siempre como cabeza de lista. Pero eso se acabó: a nivel de Cataluña, su figura está ya amortizada para la actual dirección de Junts. Lo que falta es el candidato a las autonómicas, puesto que en las que vienen Turull estará aún inhabilitado y no podrá optar a la presidencia hasta las siguientes.

“Puigdemont puede dedicarse a lo suyo en el Consell de la República. Que no moleste, que siga su estrategia extremista. Tiene garantizado repetir como eurodiputado si acepta el encargo de JxCat. Pero si se le ocurre ir por libre, posiblemente se estrelle. En los últimos meses, ha sufrido muchas bajas en su Consell. Y todo porque va perdiendo credibilidad. Ya tiene encima de la mesa una oferta que difícilmente puede rechazar si quiere continuar en primera línea de la política”, advierte un cargo de Junts ante la disyuntiva a la que abocan al expresident. En otras palabras: o lo toma o lo deja. Ya no es el que remena les cireres (corta el bacalao) en JxCat.

Carles Puigdemont se aleja de Junts per Catalunya, la formación que él mismo ayudó a fundar, a pasos agigantados. Los desencuentros con la actual cúpula, encabezada por el secretario general, Jordi Turull, son cada día más frecuentes y su arrinconamiento a la hora de confeccionar las listas municipales han dado una vuelta de tuerca más al distanciamiento entre ambos. Tanto es así que fuentes cercanas al expresident afirman a El Confidencial que “el objetivo político de Junts y el de Puigdemont ya no es el mismo”. El expresident quiere soltar definitivamente amarras con su partido, aunque le reservarían como cabeza de lista en las europeas si bien le descabalgarían de las autonómicas.

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