La JEC ordena suspender el escaño de Borràs por su condena en el TSJC

La Junta Electoral Central (JEC) ha decidido en su reunión de la tarde del miércoles rechazar las alegaciones de Laura Borràs y suspender su acta de diputada, que pasaría al siguiente de la lista, el diputado de Demòcrates Antoni Castellà, según apuntan fuentes jurídicas conocedoras de la resolución. La decisión se notificará de manera oficial este jueves a la Mesa del Parlament, que ayer estuvo reunida esperando una decisión que al final no llegó. La suspensión de Borràs se produce tras haber sido condenada por falsificación y prevaricación en el TSJC por su gestión cuando era presidenta del Institut de les Lletres Catalanes (ILC).

La Mesa tendrá que reunirse este jueves y tomar una decisión, pero la situación será igual a lo que le pasó al expresident Quim Torra, cuando desobedeció con la pancarta, o, más recientemente, al diputado de la CUP Pau Juvillà, que perdió su condición de diputado por un caso de desobediencia. Se prevé que los servicios jurídicos del Parlament y sus altos funcionarios se alineen con la JEC.

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La salida de Borràs del Parlament supondrá otra bomba política esta semana en Cataluña. Primero en clave general, porque Laura Borràs es la presidenta de la Cámara catalana, aunque ha sido cesada en el cargo, pero también en clave de partido, porque Borràs es también presidenta de JxCAT y fue su cabeza de cartel en las últimas elecciones de la Generalitat.

Borràs considera que la decisión es injusta y que el artículo 25.3 del reglamento no concreta por qué delitos de “corrupción” se tiene que dejar el escaño una vez que se ha condenado.

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Los grupos parlamentarios se muestran renuentes a afrontar el relevo de Borràs al frente del Parlament porque forzará a pactos incómodos a todas las formaciones antes de las municipales. Pero a partir de hoy tendrán que forzar la imaginación para ganar un mes antes de tomar una decisión que pretenden aplazar a después del 28 de mayo.

Borràs exigirá, por un lado, unidad al independentismo, lo que en esencia interpelará a ERC. Por otro, demandará el respaldo de su propio partido, que preside, cuya dirección recela de una posición tan radical, ya que la presidenta está asegurando que es víctima de un montaje político con envoltura judicial. En la dirección de JxCAT también recelan del octubrismo de Borràs, que pretende recuperar la unilateralidad como principal motor del movimiento.

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Borràs cuenta con un grupo de cinco o seis diputados de JxCAT que la respaldan de manera plena, pero no con la mayoría del grupo parlamentario. También Waterloo ha matizado muchos sus gestos de apoyo en los últimos meses. Entre ellos están los diputados Aurora Madaula, Francesc de Dalmases o Jaume Alonso-Cuevillas. Sin embargo, este peso en el Parlament no se refleja luego en el seno del partido, al menos no en la dirección, si bien buena parte de las bases da su apoyo a la presidenta cesada.

La oposición

La oposición lleva más de un mes pidiendo a Borràs que dé un paso a un lado. También lo han hecho la propia Generalitat y líderes de ERC como Oriol Junqueras, posiciones que han ofendido mucho a Borràs, quien les ha acusado de apoyar con sus declaraciones la vulneración de derechos de que está siendo víctima.

Hace meses que Borràs se quedó sola. Ni la CUP ha avalado su tesis de que su caso es un juicio político contra el independentismo. Su salida volverá a provocar una bronca política de alto nivel.

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JxCAT sí que ha cerrado filas con Borràs, con un secretario general como Jordi Turull que teme pueda romperse el partido a causa de esta crisis. Pero internamente, muchos miembros de la ejecutiva consideran que la crisis que ahora provoca Borràs les perjudica a un mes de las elecciones municipales.

Con la entrada de Antoni Castellà, el Consell per la República de Carles Puigdemont entra en el Parlament. Castellà se ha convertido de facto en el número tres de esta organización creada en Bélgica y en la actualidad es portavoz de este foro del independentismo.