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Sectores del PSC y JxCAT exploran una nueva sociovergencia para la Generalitat
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Como alternativa a ERC

Sectores del PSC y JxCAT exploran una nueva sociovergencia para la Generalitat

Los movimientos son todavía muy incipientes, pero la realidad es que los dos partidos ya gobiernan juntos en la Diputación de Barcelona y numerosos ayuntamientos. También han votado juntos en cuestiones como TV3

Foto: La expresidenta del Parlament y líder de JxCAT, Laura Borràs, y el primer secretario del PSC, Salvador Illa. (EFE/Alejandro García)
La expresidenta del Parlament y líder de JxCAT, Laura Borràs, y el primer secretario del PSC, Salvador Illa. (EFE/Alejandro García)
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Sectores de JxCAT y el PSC exploran ya la recuperación de la sociovergencia como fórmula para la próxima legislatura en Cataluña. Se trata de movimientos muy incipientes en ambos partidos, pero estas corrientes comparten la idea de que ERC es el mayor rival político, hacen una lectura parecida de las encuestas y temen que Pere Aragonès (39 años) se eternice en el Palau de la Generalitat, elección tras elección, sea cual sea su respaldo. En ninguna de las formaciones se verbaliza esta opción porque la mayoría de los votantes son muy reticentes en la fuerza contraria.

Los empresarios catalanes siempre han abogado por esta salida, que viene del pujolismo, cuando Pasqual Maragall ocupaba el Ayuntamiento de Barcelona y Jordi Pujol la Generalitat. Aquel 'establishment' o entramado de poder controlaba la economía, los medios de comunicación y la política en Cataluña, con ramificaciones en el Congreso. Pero la denominada "sociovergencia" nunca cristalizó en una coalición de Convergència i Unió y el PSC para gobernar. Eso nunca ocurrió. En una futura legislatura podría darse que la presidencia de Cataluña fuera al PSC, con JxCAT dando apoyo parlamentario, pero desde fuera de la Generalitat.

Foto: La expresidenta del Parlament Laura Borràs. (EFE/Marta Pérez)

Sobre el papel, no pueden pactar. El votante socialista tradicional, que ahora está volviendo al partido, considera a la antigua convergencia su gran antagonista. Y en JxCAT no perdonan a los socialistas su apoyo a la aplicación del 155 en 2017. Pero en la práctica hay más sociovergencia ahora que en la época de Jordi Pujol.

Desde las últimas elecciones municipales, JxCAT y el PSC gobiernan juntos en la Diputación de Barcelona, la tercera institución más importante de Cataluña, que preside la socialista Núria Marín, con el apoyo de la formación presidida por Laura Borràs. En muchos ayuntamientos pasa lo mismo. Y también en el grueso de instituciones, desde la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales al Síndic de Greuges (Defensor del Pueblo catalán).

Los partidarios de este retorno a la sociovergencia argumentan que las encuestas ya apuntan esta salida para que Cataluña no sea ingobernable. El último CEO, el CIS catalán, le otorgaba al PSC a finales de julio un máximo de 42 escaños. El socialismo lo ve como un gran avance, pero la realidad es que no podría gobernar porque los comunes podrían bajar a los cuatro diputados. Hace falta el independentismo para cualquier suma.

O tripartito o sociovergencia

El oficialismo de JxCAT, que se hunde en las encuestas fruto de sus propias contradicciones, asegura una y otra vez que el gran peligro es un nuevo tripartito, como el que hubo entre 2003 y 2009, cuando Pasqual Maragall, primero, y José Montilla, después, fueron presidentes de la Generalitat. ERC y PSC salieron muy escaldados de esta experiencia y todavía duran muchas desconfianzas entre ambas formaciones.

Pese a todo, en el PSC consideran a la antigua convergencia mucho más de fiar que los republicanos. Y pactos como el de TV3 van en la misma línea, que en JxCAT ya lo calificaron de "sociovergencia" cuando se oponían a la dirección interina. El pacto del catalán esta legislatura también se cerró con la participación de ambos.

En esta legislatura PSC y JxCAT ya han acordado temas como TV3 o el catalán

Otros de los componentes claves de esta futura coyuntura es el electoral. Mientras ERC y JxCAT estén prácticamente empatados —en este momento los republicanos se impusieron por solo 35.000 votos en las autonómicas de 2021— el retorno de la sociovergencia no es posible. Pero a medida que ese empate se diluye y los votantes desencantados de Junts tienden a la abstención, la teoría de que Aragonès se eternice en el cargo toma cuerpo. La peor perspectiva para el partido fundado por Carles Puigdemont.

Suma de factores

Lo que ahora puede parecer impensable no lo es tanto si se producen una serie de factores. Entre ellos, un hundimiento de JxCAT en las municipales, como augura la demoscopia, un PSC que crezca, pero se quede justo para gobernar, y un pulso entre los republicanos y los socialistas catalanes para imponerse en el área metropolitana de Barcelona. Estos ingredientes ya son palpables y Junts está muy débil para no necesitar cargos institucionales, como ahora hace en la Diputación de Barcelona. Lo que es una tendencia minoritaria, casi clandestina, puede acabar imponiéndose por la fuerza de las circunstancias y de la 'realpolitik'.

Sectores de JxCAT y el PSC exploran ya la recuperación de la sociovergencia como fórmula para la próxima legislatura en Cataluña. Se trata de movimientos muy incipientes en ambos partidos, pero estas corrientes comparten la idea de que ERC es el mayor rival político, hacen una lectura parecida de las encuestas y temen que Pere Aragonès (39 años) se eternice en el Palau de la Generalitat, elección tras elección, sea cual sea su respaldo. En ninguna de las formaciones se verbaliza esta opción porque la mayoría de los votantes son muy reticentes en la fuerza contraria.

PSC Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) Junts per Catalunya
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