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Una Laura Borràs debilitada se enroca en la presidencia del Parlament
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Asegura que seguirá en el cargo

Una Laura Borràs debilitada se enroca en la presidencia del Parlament

Sin ERC y la CUP, parece muy dudoso que la Mesa del Parlament vaya a dar cobertura a su posición numantina. Además, el TC ya ha anulado la capacidad de Lluís Puig de poder votar

Foto: La presidenta del Parlament, Laura Borràs. (EFE/Quique García)
La presidenta del Parlament, Laura Borràs. (EFE/Quique García)

Laura Borràs compareció ayer ante los medios de comunicación en el Parlament de Cataluña, institución que aún preside. Con gran solemnidad, anunció que no tiene “ninguna intención de dar un paso al lado”, utilizando la jerga de cuando Artur Mas dimitió por la presión de la CUP. Borràs cumplió las expectativas de hacerse fuerte en la Cámara catalana. Pero la realidad está muy por encima de la grandilocuencia: ERC y la CUP no la apoyan, los 'consellers' de JxCAT no están dispuestos a dimitir y romper el Ejecutivo catalán y el personal del Parlament es hostil a Borràs. Es decir, la continuidad de Borràs no depende de ella.

El reglamento del Parlament tiene rango de ley y establece que si a un diputado se le abre juicio oral por una causa de corrupción, tiene que dejar su escaño. Incluso los estatutos de JxCAT marcan que en un caso equivalente también hay que dejar el partido.

Laura Borràs intenta forzar un paralelismo por el cual su causa por trocear contratos de manera fraudulenta cuando presidía el Institut de les Lletres Catalanes sería equivalente a la causa por malversación que tienen abierta los encausados por el 1 de octubre. Pero parece evidente, incluso para el independentismo, que la comparación carece de sentido, por mucho que Borràs quiera aparecer como una víctima de la “represión española”.

Sin el respaldo de ERC y la CUP, parece muy dudoso que la Mesa del Parlament vaya a dar cobertura a su posición numantina. Tampoco parece que el personal, como ocurrió en el caso Juvillà, vaya a amparar a la todavía presidenta. Antes de incumplir la ley, no la dejarán votar.

Foto: La presidenta del Parlamento de Cataluña, Laura Borràs. (EFE/Quique García)

El Tribunal Constitucional ha comunicado al Parlament que Lluís Puig, el 'exconseller' de Cultura que permanece huido en Bruselas desde el intento de sedición de 2017, no puede votar en el Parlament, tal y como en su día solicitó el PSC a la máxima autoridad judicial de España.

Los funcionarios de Comunicación o Edición remitirán la "notificación" de la Mesa de "mantener" el voto delegado, pero ya hay la advertencia de que la medida es “ilegal” por parte del letrado mayor, que ha avisado a los miembros de la Mesa de que se trata de un caso de “desobediencia” y “usurpación de funciones”. Es decir, los miembros de la Mesa que hayan votado a favor de Lluís Puig ya estarán cometiendo un delito. Las desobediencias inútiles de las que en su día avisó el diputado de JxCAT Jaume Alonso Cuevillas.

Foto: La nueva presidenta de JxCAT, Laura Borràs, y el nuevo secretario general, Jordi Turul. (EFE/Alejandro García)

Lluís Puig vive en Bélgica, pero está cobrando, y votando de manera delegada, como diputado electo por JxCAT en esta legislatura. Ahora ya no podrá hacerlo, después de que el alto tribunal haya decidido que Puig no puede votar ni de manera delegada, como estaba haciendo hasta ahora.

El peor momento

La pérdida del voto de Puig llega en el peor momento para JxCAT, ya que la presidenta de ese partido y del Parlament afronta la apertura de su juicio oral, lo que implicará, cumpliendo el reglamento de la Cámara catalana, que Borràs tenga que dejar su escaño. La resistencia numantina que plantea Borràs se complica sobremanera perdiendo ese escaño en un momento crucial. JxCAT perdería dos votos: Borràs y Puig. Demasiado para acabar la legislatura.

Si Puig y Borràs pierden sus escaños, JxCAT quedará debilitado en el Parlament

Borràs siempre dijo que iba a desafiar la presión de los tribunales. Pero en el caso Juvillà, que le costó el escaño al diputado de la CUP Pau Juvillà, este ya tuvo que dejar su escaño y nadie más respaldó a este cargo anticapitalista.

Roger Torrent, de perfil

Roger Torrent, 'expresident' del Parlament, no ha querido pronunciarse sobre el caso, “para respetar de manera escrupulosa la separación de poderes, ya que yo ahora soy miembro del Gobierno catalán”.

Lluís Puig ha lamentado desde su cuenta de Twitter que “gracias a Salvador Illa y el PSC la represión sigue adelante” y afirma que el TC está atacando de nuevo los derecho de diputados electos catalanes.

Las sentencias se tienen que cumplir”, ha reclamado la portavoz del PSC, Alicia Romero, sobre la decisión del Constitucional sobre Lluís Puig. Todo junto es un mal precedente para la resistencia numantina que anunció ayer Borràs de manera solemne.

Laura Borràs compareció ayer ante los medios de comunicación en el Parlament de Cataluña, institución que aún preside. Con gran solemnidad, anunció que no tiene “ninguna intención de dar un paso al lado”, utilizando la jerga de cuando Artur Mas dimitió por la presión de la CUP. Borràs cumplió las expectativas de hacerse fuerte en la Cámara catalana. Pero la realidad está muy por encima de la grandilocuencia: ERC y la CUP no la apoyan, los 'consellers' de JxCAT no están dispuestos a dimitir y romper el Ejecutivo catalán y el personal del Parlament es hostil a Borràs. Es decir, la continuidad de Borràs no depende de ella.

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