En la Numancia de los colegios aragoneses frente a la jornada continua

Los tribunales han obligado a un colegio público de Zaragoza a que el horario de jornada partida sea hasta las 17.00 y no hasta las 16.00, como había decidido la dirección de ese colegio y respaldado la Consejería de Educación del Gobierno de Aragón. Se trata del CP Margarita Salas, uno de los cuatro centros de la zona de La Romareda de Zaragoza, cuyos padres no aceptaron la jornada continua y se vieron sorprendidos este curso 2022-2023 con esta decisión de la dirección, que no asume el rechazo de las familias al proyecto de nuevos Tiempos Escolares.

La sentencia la emitía el Tribunal Superior de Justicia de Aragón el pasado 1 de junio, cuatro días después de las elecciones autonómicas que perdía el Gobierno del PSOE y que ha sido el que, en sus dos mandatos, ha extendido la jornada continua a más del 80% de los colegios sostenidos con fondos públicos en Aragón; lo ha hecho bajo el paraguas de proyectos de innovación que, en este aspecto, se denominan Tiempos Escolares y que conlleva acabar el horario lectivo a las 14.00 horas, aunque pueda haber extraescolares o refuerzos hasta las 17.00, cosa que no siempre ocurre.

Para aplicar esos Tiempos, tienen que ser aprobados por el Consejo Escolar de cada centro, en el que están representados profesores, padres, administración y otros miembros de la comunidad educativa. El proyecto necesita un 60% de los apoyos y, si no sale adelante, no se puede volver a votar en dos años.

Los cuatro de La Romareda

Entre los pocos colegios aragoneses que se han resistido a esta estrategia figuran cuatro que están situados en una de las zonas de rentas medias altas de la ciudad, junto al estadio de fútbol de La Romareda. Son los CPs Doctor Azúa, Cesáreo Alierta, César Augusto y Margarita Salas. Como en ninguno de los cuatro salió adelante el cambio de horario, los profesores, con el respaldo de la Administración, acordaron en junio de 2022 cambiar el horario partido, de manera que las clases concluyesen en esos colegios a las 16 y no a las 17, reduciendo en una hora el tiempo del mediodía, con la posibilidad de programar extraescolares de 16 a 17.

Los padres rechazaron de plano esos nuevos horarios, ya que consideran que atentan al derecho a la educación, e iniciaron distintas formas de denuncia en función de los pasos que dieron los colegios mencionados. Unos los aplicaron y otros no, con perjuicios para todos, ya que se da circunstancia de que comparten rutas de autobús y actividades extraescolares, deportes conjuntos y un servicio de comedor de 3 horas, que resultaron alterados por los cambios. Entre todos, suman nada menos que unos 1.700 alumnos.

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El Doctor Azúa hizo una consulta y, como salió negativa, no modificó el horario; el Cesar Augusto no preguntó y tampoco lo cambió. Sin embargo, las direcciones del Cesáreo Alierta y del Margarita Salas, pese a que hicieron consultas y la comunidad escolar rechazó el cambió, decidieron aplicar el nuevo horario partido, adelantando la salida, en aras de su "autonomía" en la gestión. Los padres de ambos colegios llevaron el conflicto al juzgado. El Cesáreo Alierta acató la sentencia y rectificó el horario en febrero. El Margarita Salas lo mantuvo y, junto a la DGA, recurrió el fallo del juzgado nº 3 de Zaragoza, que había dado la razón a los padres.

En el recurso, la Consejería de Educación alegaba que la cuestión no formaba parte del derecho fundamental a la educación y que no hubo incumplimiento. Obviamente, se opusieron de nuevo la AMPA del centro escolar y la fiscalía.

Finalmente, la sentencia del TSJA publicada el pasado día 1 dicta que se ha vulnerado el derecho a la educación en el derecho a la participación de los padres e insta a que cualquier cambio horario se acuerde con todas las garantías y asegure las condiciones de disponibilidad para el alumnado de los servicios e instalaciones, y que el horario permita la realización de todas las actividades programadas. El Tribunal llega a calificar el procedimiento del cambio de horario del Margarita Salas como "golpe de mano" de un grupo de personas, a las que la Consejería ha dado cobertura con el recurso.

"Los planes no se cumplen, salvo en horarios"

Con la sentencia, en septiembre, el horario volverá a ser el de siempre, pero, ¿hasta cuándo? Los padres explican que es una auténtica espada de Damocles, ya que se puede reiniciar el proceso cada dos años. De hecho, consideran que los dos colegios que aceptaron la respuesta negativa fue para no consumir la opción de votar por el adelanto de una hora, frente al más deseado para los profesores de la jornada continua.

Desde la Consejería de Educación han recibido la sentencia, que les condena en costas, con el evidente "respeto a las decisiones judiciales". Y sobre cómo se afrontan los procesos en los colegios que no quieren cambiar de horario, describen que "hay un procedimiento establecido para la aprobación del proyecto de Tiempos Escolares que los centros deben seguir. Pero, dentro de la autonomía del centro, en el último Consejo Escolar del año, pueden plantear un cambio de horario para al curso siguiente. En todo caso, el departamento de Educación, a través del Plan Corresponsables, financia las actividades que organizan los centros para cubrir todo el horario y facilitar la conciliación familiar".

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En realidad, ese programa de Corresponsales no está garantizado. Este curso que ahora acaba, en el Cesar Alierta, durante el tiempo que salieron a las 16, muchas familias se quedaron fuera del programa por falta de presupuesto y tuvieron que pagarse los monitores de 16 a 17.

Lo mismo cuentan padres de otros colegios aragoneses que han vivido cambios discrecionales de horario desde la dirección, hasta que han votado a favor de la continua. "Luego, salvo en los horarios, nos hemos encontrado con que los planes que se pintan en los proyectos de Tiempos Escolanes no se cumplen y las actividades no existen", denuncian.

Para el curso 2023-2024, el 83,37% de los colegios aragoneses públicos —en cifras, 341 de 409—, aplicarán esos proyectos de organización de Tiempos Escolares o, lo que es lo mismo, la jornada continua.

Tensión entre padres y profesores

"La tensión que se vive en los colegios es insufrible, explica uno de los padres que clama por la jornada tradicional. Estamos inmersos en un clima de enfrentamiento entre padres y profesores, y entre padres a favor de una u otra opción, que perjudica la buena convivencia que debe imperar en la escuela".

Sin duda, con esta política educativa, el Gobierno regional se ha garantizado la paz social con los siempre activos sindicatos de la enseñanza pero, como ya empiezan a señalar los expertos, a costa de las familias, de los alumnos y de la sociedad. La OCDE acaba de publicar un estudio recomendando a España eliminar la jornada continua para luchar contra el abandono escolar temprano, cifrado en nuestro país en el 13,9%, muy por encima del 9% fijado por la UE. Solo Rumanía tiene datos peores.

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La jornada continua es mayoritaria en los centros públicos de educación Infantil y Primaria de casi todas las comunidades autónomas y cerca del 47% de los hogares pagan clases extraescolares para sus hijos, en muchos casos sobre materias básicas y en familias de ingresos bajos. Mientras, países como Dinamarca y Portugal aplican jornada completa, con comedor y actividades extraescolares.

"La jornada continua es un torpedo contra la escuela pública, que es la que mayoritariamente la aplica", explica uno de los padres de la Romareda. "La concertada mantiene horarios tradicionales con densidad de contenidos; en la pública, no todo el mundo puede pagar las extraescolares con lo que nos podemos encontrar con que a los niños con menos recursos se les expulsa de la escuela a las dos de la tarde, y sin comer".

De hecho, los padres de los centros de Romareda también temen que este conflicto acabe afectando a la calidad del comedor, ahora propio: "Si se impone la jornada continua, se quedarán menos niños, no podremos pagar la cocina y acabaremos con catering de menor calidad".

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La llamada de la OCDE es la primera de un organismo de referencia supranacional sobre una práctica que se ha desplegado en muy poco tiempo y ante la que están alzando voces por los efectos que está teniendo entre los escolares, y que se traduce, además de en fracaso escolar, en incremento de las adicciones y actitudes violentas.

Más tiempo en la escuela mejora a los desfavorecidos

En el caso de Aragón, el propio presidente Javier Lambán lanzó como propuesta electoral estrella un plan de inversión de 75 millones de euros para actividades extraescolares y becas de comedor. El anuncio fue usado por los sindicatos de la enseñanza, que quieren que los nuevos horarios los dicte la Administración y no se sometan a votación, para decir que el problema era del pago de las extraescolares, no de los horarios lectivos, que creen que deben concluir a las 14,00.

La OCDE en su informe incide en que pasar más tiempo en el centro educativo permite elevar las tasas de graduación y mejorar el aprendizaje, y que estas ventajas son mayores en alumnos desfavorecidos. E invita a que se pague mejor a los profesores y tengan una mayor estabilidad laboral, dada su elevada temporalidad. También, a que se elabore un "índice de centros vulnerables" para la asignación de recursos en función de sus necesidades, dentro de un plan para reducir el abandono escolar temprano.

Asimismo, el informe de la OCDE hacía suyo el estudio del Centro de Políticas Económicas EsadeEcPol que avisaba de que la jornada continua, aparte de disminuir el rendimiento, supone una pérdida de 8.048 millones de euros al año para las familias y que las más perjudicadas son las madres, que ven reducida su vida laboral.