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Las notas en España no dejan de subir en la privada y la pública, pero no es tan raro como parece
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INFLACIÓN DE CALIFICACIONES

Las notas en España no dejan de subir en la privada y la pública, pero no es tan raro como parece

Las puntuaciones son cada vez más altas y la brecha entre las notas del Bachillerato y la EvAU, mayor: el inflado es generalizado en toda clase de centros

Foto: Foto: EFE/Nacho Gallego.
Foto: EFE/Nacho Gallego.
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El Defensor del Pueblo de Navarra ha pedido investigar a dos colegios privados de la comunidad autónoma vinculados al Opus Dei por inflar las calificaciones de sus alumnos. Como explicaba, las notas obtenidas por los alumnos de Bachillerato del Miravalles-El Redín y el Irabia-Izaga eran de las más altas de la región, pero sus calificaciones en la EvAU, la prueba de acceso a la universidad, no se correspondían con esos buenos resultados.

“No parece razonable que todos y cada uno de los años, sin excepción, la nota de Bachiller sea la más elevada de todos los centros, y que llegada la EvAU, ese resultado no tenga el mismo reflejo”, añadía el defensor. La desviación media general en los centros navarros es de 0,583 puntos. Sin embargo, en estos dos colegios, era de 1,325 (en el Miravalles-El Redín) y de 1,183 (en Irabia-Izaga). Más del doble.

El inflado de notas es, sin embargo, recurrente en la educación secundaria española desde hace años, si se entiende como la diferencia entre las notas de Bachillerato y las de EvAU, el criterio utilizado tradicionalmente para analizar este inflado. Aunque el análisis del Defensor del Pueblo se centra en los colegios privados, también se da en la pública. Los datos muestran, además, que las notas de bachiller han aumentado progresivamente durante la última década, especialmente en 2021, el primer curso tras el estallido de la pandemia.

El desvío de notas en el pasado curso fue en los centros públicos de 0,92 puntos, de uno en los privados concertados y de 0,93 en los privados. En 2015, esta diferencia era de 0,78 en los centros públicos, de 0,77 en los concertados y de 0,76 en los privados. Sin embargo, como recuerda Ismael Sanz Labrador, profesor titular de Economía en la URJC, el gráfico muestra que existe correlación entre las notas de Bachillerato y el rendimiento en la EvAU. Quien obtiene buenas notas en el aula, lo suele hacer también en los exámenes externos.

Tocando techo

Este aumento continuado de las notas es resultado de una serie de factores, como una competitividad educativa que se ha agudizado durante los últimos años y que presiona a alumnos, profesores y centros. Como razona Xavier Bonal, profesor de Sociología de la Universitat Autònoma de Barcelona, es lógico que se produzca un círculo vicioso (o virtuoso) acumulativo: “Las notas de corte de cada año se convierten en la nueva referencia, por lo que si quieres asegurar que un volumen elevado de alumnos de tu centro puedan cursar las carreras que eligen como primera opción, la presión hacia arriba genera esa inflación: es una reacción lógica y humana”.

"Este aumento de notas tiene techo, aunque nunca volvamos a las calificaciones de 2018"

Bonal, además, alude a un “efecto pandemia” para explicar el salto desproporcionado durante los dos cursos anteriores, que también explican el descenso del último curso como un retorno a la normalidad. “Si ya sin pandemia se tiende a ser generosos con las notas, con el miedo a perder clientes, lo son mucho más”. Como añade Sanz, desde la pandemia los profesores trabajan cada vez de forma más estrecha con sus alumnos en Bachillerato, lo que favorece las calificaciones benévolas, mientras que la EvAU es “una foto fija”.

El economista está de acuerdo en las hipótesis de Bonal. “Ha habido un aumento en las notas de admisión de la universidad, por lo que la competencia para entrar en los grados que los estudiantes quieren es importante, lo que se nota mucho en Bachillerato”, explica. Sanz considera que esta “flexibilización puntual” no se repetirá en los años posteriores. Sobre todo porque, como recuerda Bonal, ese aumento de notas “tiene un techo, aunque no volvamos a las calificaciones de 2018”.

El alumno es el cliente

El inflado de notas suele relacionarse con los centros privados, como en la denuncia del Defensor del Pueblo navarro. Para Xavier Martínez-Celorrio, profesor de Sociología en la Universidad de Barcelona, “el inflado de notas en Bachillerato en muchos colegios privados es una inercia histórica y un favoritismo tolerado, muy propio de un país con una rígida estructura de clases y una meritocracia bastante imperfecta”.

Este inflado sería una manera de garantizar que la inversión educativa de las familias obtiene un retorno en forma de ventajas en el acceso de sus hijos a las carreras con una nota de admisión más alta. “Forma parte intrínseca de la mercantilización educativa con familias que pagan cuotas muy altas como inversión garantizada de paso a los estudios universitarios en colegios privados de confianza y discretos, cuyos equipos docentes tienden a sobrevalorar los rendimientos académicos e incumplen la justicia evaluativa meritocrática, dado que prevalece el poder de clase del alumnado”, añade Martínez-Celorrio.

Una de las contadas investigaciones que han tratado en España este desfase de notas es la que publicó María Fernández Mellizo-Soto, profesora titular del Departamento de Sociología Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid, junto a Alexander Constante-Amores sobre los determinantes del rendimiento académico en los nuevos estudiantes de dicho centro. Su trabajo ponía de manifiesto que aunque los estudiantes que accedían a las carreras de centros privados tenían notas más altas en Bachillerato, su rendimiento era inferior a los de la pública durante su primer año.

"Los colegios privados pueden entrar más fácil en esa competición que los públicos"

“En un modelo simple, suele salir que los alumnos de centros privados tienen mejor rendimiento, pero al controlar otros factores obtuvimos lo contrario, que entre estudiantes del mismo nivel socioeconómico de un privado y un público, sale mejor el del público”, explica la autora a El Confidencial. Los investigadores barajaban tres hipótesis. Las dos primeras, que los centros públicos dispongan de mejores profesionales o que los estudiantes de los centros públicos están más acostumbrados a la autonomía que se les pide en la universidad, por lo que lo tendrían más fácil en su primer año.

En tercer lugar, que “los colegios privados pueden estar inflando las notas”, lo que debería predecir una calificación mayor para esos estudiantes que finalmente no se da. Sin embargo, no son capaces de asegurar que esa sea la razón. “No sé muy bien a qué puede deberse, salvo que los centros hayan entrado en una competencia por ofrecer notas altas”, explica. “Hay carreras que piden notas muy altas, y los privados pueden entrar más fácilmente en esa competición que los públicos”.

Notas más altas para todos

Los datos señalan que este inflado también puede darse en los centros públicos, por razones muy diferentes. Los expertos coinciden en que puede tratarse de una manera de garantizar la permanencia de los estudiantes en el sistema educativo en un país con elevadas tasas de abandono.

“El supuesto inflado de notas en centros públicos puede darse en ciertos casos, pero tiene una función socialmente compensatoria, con la esperanza puesta en la continuidad educativa tras la ESO y evitar el abandono temprano que castiga mucho más a las clases sociales más bajas y vulnerables”, valora Martínez-Celorrio. “La correlación de notas de Bachillerato y notas de selectividad en centros públicos es más alta en los centros públicos y mucho más baja en los privados”. Este año, el abandono escolar ha aumentado tras 13 años de descenso.

Una investigación en Andalucía no encontró diferencia entre públicos y privados

Bonal está de acuerdo al señalar que en la pública este aumento de las notas puede deberse al “miedo a que pierdan la vinculación con el sistema educativo, mientras que en la privada se trata del miedo a perder clientes”. Como matiza Fernández-Mellizo, “también hay públicos que se comportan como privados para captar buen alumnado”.

Una investigación realizada en la Universidad de Granada a partir de los datos de 22.455 alumnos andaluces que realizaron la PAU (prueba de acceso a la universidad) en 2010 mostraba que tanto los centros privados como los públicos inflaban las notas en una medida semejante. Lo que el trabajo identificaba, además, es que “las mujeres registran mayores caídas en sus calificaciones que los hombres tanto en los centros públicos como en los privados, lo cual podría derivarse de que afronten la PAU con más ansiedad que los hombres”.

placeholder Una estudiante realiza las pruebas extraordinarias de la evaluación de acceso a la universidad (EvAU) en el distrito universitario de Castilla-La Mancha, en Talavera de la Reina. (EFE/Manu Reino)
Una estudiante realiza las pruebas extraordinarias de la evaluación de acceso a la universidad (EvAU) en el distrito universitario de Castilla-La Mancha, en Talavera de la Reina. (EFE/Manu Reino)

No se ha encontrado evidencia empírica de que en los centros privados se inflen más las calificaciones que en los públicos”, concluían. “La caída de notas de los estudiantes en la PAU respecto de Bachillerato puede estar explicada por factores como el nivel de asesoramiento y entrenamiento de los estudiantes ante la PAU o la actitud ante situaciones de estrés”.

La generación mejor preparada

Este aumento de las notas medias parece entrar en conflicto con el tópico de que los alumnos entran cada vez peor preparados a la universidad. Los expertos mantienen, no obstante, que la supuesta caída de nivel no es tal y que se trata más bien de un síntoma de la diferencia que hay entre los objetivos de la educación secundaria y las exigencias de la universidad.

"Es posible que el aumento de las notas esté cerrando la brecha que existía con PISA"

“Es un mito que no se sostiene empíricamente, si acaso lo contrario”, mantiene Fernández-Mellizo, que lo define de “falacia de corte psicológico o sociológico”. “Hay muchos factores que lo explican, como que quien lo dice pertenece a otra generación y tiende a pensar que todo pasado fue mejor, o que como era buen estudiante, piensa que el resto eran como él”. La educación obligatoria ha evolucionado hacia un sistema menos memorístico mientras que el universitario, que es desde donde se diseñan estos exámenes, no ha sufrido tantos cambios.

Por otra parte, puede tratarse de una buena noticia. Los exámenes PISA suelen presentar una imagen del nivel de adquisición de competencias de los estudiantes muy superior a sus notas, como recuerda Bonal: “Si observas el comportamiento de los estudiantes en PISA, el porcentaje de alumnos de bajo rendimiento es mucho menor que el que se desprende de la evaluación docente: el profesor español es más exigente”, explica. “Es posible que el aumento de las notas esté cerrando esta brecha que existía”. El profesor espera la publicación de los resultados de 2022, porque es posible que aunque las notas aumenten, también lo haga el porcentaje de alumnos que no obtienen las competencias básicas, lo que ahondaría en esa paradoja.

placeholder Foto: EFE/Santi Carneri.
Foto: EFE/Santi Carneri.

“No tengo ninguna duda de que eso de que los alumnos llegan mal preparados a la universidad es mentira”, añade el profesor de la UAB. “Existe una casta de profesionales, en la que incluyo a muchos colegas de la universidad, en que el discurso de que cualquier tiempo pasado fue mejor es como un mantra que se repite año tras año. Nada de eso, es verdad que hay formas de aprendizaje distintas, pero eso no quiere decir que los niveles sean peores”. El profesor pone de ejemplo a uno de sus grupos de Sociología de Educación de tercero, que es “uno de los mejores que recuerdo”.

“Los docentes de secundaria en España creo que tienen en conjunto una buena percepción de las calificaciones, ni se ha bajado el nivel, como se suele decir, ni son muy exigentes”, concluye Sanz. “Esto se puede ver en la tasa bruta de graduación en la ESO y Bachillerato, donde vemos que los docentes se adaptan a la situación: los docentes mantuvieron esa flexibilización de forma autónoma, demostrando buen criterio y sin que nadie les dijese lo que tenían que hacer. Ahora que la situación se ha normalizado, han recuperado ese nivel. Han hecho lo que se necesitaba hacer en cada momento”.

El Defensor del Pueblo de Navarra ha pedido investigar a dos colegios privados de la comunidad autónoma vinculados al Opus Dei por inflar las calificaciones de sus alumnos. Como explicaba, las notas obtenidas por los alumnos de Bachillerato del Miravalles-El Redín y el Irabia-Izaga eran de las más altas de la región, pero sus calificaciones en la EvAU, la prueba de acceso a la universidad, no se correspondían con esos buenos resultados.

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