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La OCDE mejora el horizonte económico de España: más crecimiento y menos inflación
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El PIB avanzará un 2,1%

La OCDE mejora el horizonte económico de España: más crecimiento y menos inflación

La persistencia de los buenos datos económicos obliga a la OCDE a revisar al alza sus estimaciones. Augura una política fiscal más restrictiva para los dos próximos años

Foto: El secretario general de la OCDE, Mathias Cormann. (EFE)
El secretario general de la OCDE, Mathias Cormann. (EFE)

Las previsiones más pesimistas sobre una crisis global por la guerra en Ucrania se van desvaneciendo a medida que pasan los meses sin grandes sobresaltos en el flanco económico. Sin embargo, el mundo entra en una fase de bajo crecimiento económico con inflación y tipos de interés elevados y escaso margen fiscal de los países. Un cóctel que amenaza con iniciar un nuevo ciclo del temido ‘estancamiento secular’. Esta es la gran advertencia que hace la OCDE en su nuevo Informe de Perspectivas a los gobiernos: si no son capaces de empezar a diseñar políticas que impulsen el crecimiento económico, el horizonte se presenta sombrío.

En el caso de España, el organismo también reconoce que las previsiones habían sido excesivamente pesimistas, tanto en términos de inflación como de crecimiento. La recesión ya no es la amenaza y la inflación se sigue moderando, lo que aleja los principales temores. Sin embargo, el nuevo enemigo no es más dócil: el estancamiento.

Foto: Varios veraneantes en una playa de Málaga. (EFE/Jorge Zapata)

La OCDE ha mejorado en cuatro décimas su previsión de crecimiento de España en este año 2023, pasando del 1,7% al 2,1%, y en dos décimas adicionales su previsión para 2024, hasta el 1,9%. El organismo reconoce que la economía española “ha resistido notablemente bien” al contexto económico internacional tan complicado provocado por la guerra en Ucrania. De esta forma, la OCDE se convierte en el primer organismo que da una previsión de crecimiento superior al 2%, un listón que habían evitado hasta ahora ante las dudas que generaba el delicado contexto económico global.

El principal motor del PIB será el sector exterior, que generará algo más de la mitad del crecimiento (1,3 puntos) gracias a la recuperación del turismo, las exportaciones de servicios y el bajo nivel de importaciones una vez que la energía se ha abaratado significativamente. De hecho, la OCDE espera que el superávit de la balanza por cuenta corriente se dispare hasta el 4% del PIB.

El sector público también tendrá una intensa participación en el PIB con un crecimiento del consumo del 1,8% este año y el 2% en 2024. Por el contrario, la demanda privada tendrá un pobre comportamiento debido a la permanente pérdida de poder adquisitivo que están sufriendo los hogares. El consumo privado crecerá un leve 0,5% este año y acelerará al 2% en 2024 según las previsiones de la OCDE. Por su parte, la inversión de capital fijo se mantendrá estancada debido al parón de la inversión en construcción. El organismo señala que la elevada exposición de los hipotecados españoles al tipo variable (tres de cada cuatro deudores) hace que la renta de las familias vaya a sufrir como consecuencia de la subida de los tipos de interés, enfriando más el mercado inmobiliario.

La OCDE también espera una moderación de la inflación algo más intensa gracias a la caída de los precios de la energía. En concreto, espera que los precios sean un 3,9% superiores a los de 2022, tres puntos menos que su anterior previsión. La mala noticia es que para 2024 prevé que la inflación se estanque en ese 3,9% como consecuencia de la finalización de las medidas anticrisis del Gobierno.

Foto: La vicepresidenta económica, Nadia Calviño. (EFE/J.J Guillén)

Con estos mimbres, la OCDE prevé que la política fiscal expansiva aplicada por el Gobierno vaya a cambiar en los próximos meses para convertirse en “levemente restrictiva”. El motivo es que los beneficios fiscales y las ayudas habilitadas para controlar la inflación irán desapareciendo progresivamente. En paralelo, la recaudación seguirá aumentando rápidamente por el crecimiento económico y la inflación, lo que elevará la presión fiscal sobre los hogares.

“Asumimos que la política fiscal será moderadamente restrictiva en el periodo 2023-2024”, señala la OCDE, de modo que el déficit público seguirá moderándose al 3,5% este año (siete puntos menos que en 2022) y al 3,2% en 2024.

España sale de esta actualización de las previsiones macro como una de las economías desarrolladas más fortalecida, aunque en casi todos los casos hay una mejora de una o dos décimas. Sin embargo, se trata de cifras muy modestas: para el conjunto del mundo prevé un crecimiento del 2,7 en 2023, apenas una décima más que en su anterior informe. Y para 2024 la previsión se queda estancada en el 2,9%. Se trata de un crecimiento global que es medio punto inferior al promedio de los cinco años previos a la pandemia, lo que evidencia el temor de la OCDE a un estancamiento global.

Las previsiones más pesimistas sobre una crisis global por la guerra en Ucrania se van desvaneciendo a medida que pasan los meses sin grandes sobresaltos en el flanco económico. Sin embargo, el mundo entra en una fase de bajo crecimiento económico con inflación y tipos de interés elevados y escaso margen fiscal de los países. Un cóctel que amenaza con iniciar un nuevo ciclo del temido ‘estancamiento secular’. Esta es la gran advertencia que hace la OCDE en su nuevo Informe de Perspectivas a los gobiernos: si no son capaces de empezar a diseñar políticas que impulsen el crecimiento económico, el horizonte se presenta sombrío.

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