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Los okupas denuncian al ciudadano inglés herido de una brutal paliza al entrar en su casa
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EN MANILVA (MÁLAGA)

Los okupas denuncian al ciudadano inglés herido de una brutal paliza al entrar en su casa

Los residentes de la urbanización de 700 viviendas donde ocurrieron los hechos, ante la inquietud generada por el suceso, toman medidas para evitar el efecto llamada y están instalando alarmas y cámaras

Foto: La víctima del presunto allanamiento, instantes después de la agresión. (Cedida)
La víctima del presunto allanamiento, instantes después de la agresión. (Cedida)

"Les aconsejamos la instalación de cámaras y alarma de seguridad de forma privada en su vivienda, así como que tomen las medidas que estimen oportunas para proteger su propiedad frente a la okupación ilegal". Esta es parte de la carta que han recibido los propietarios de cada una de las 700 viviendas del complejo residencial de Manilva, donde la semana pasada un ciudadano inglés recibió una brutal paliza por las personas que presuntamente habían okupado su casa. Un suceso que ha generado una gran inquietud entre los residentes extranjeros cuyas casas permanecen deshabitadas durante temporadas y que ha llamado la atención de diversas empresas de desokupación. Una de ellas ha anunciado su presencia en el lugar el próximo jueves, mientras este lunes se conocía que los supuestos allanadores han denunciado al herido por entrar en el domicilio.

La junta directiva de la comunidad de propietarios y la administración del complejo se reunieron “de forma extraordinaria” después de que “tres viviendas de la urbanización” hayan sido okupadas para “estudiar medidas” frente a esta situación.

Foto: Vista de los edificios okupados. (EFE/Alejandro García)

El encuentro finalizó con la decisión de “poner alarmas en las puertas de contadores de suministros de agua y luz para evitar que puedan tomarse ilegalmente” y de que los conserjes realizarán “un control más estricto de los vehículos y personas que accedan a la comunidad”.

“No obstante, les aconsejamos la instalación de cámaras y alarma de seguridad de forma privada en su vivienda, así como que tomen las medidas que estimen oportunas para protegerla frente a la okupación ilegal”, se recomienda a los destinatarios del correo electrónico, a los que se recuerda que “no se permite la instalación de puertas de reja”, pues requiere de aprobación previa por los órganos de gestión.

Estos pasos persiguen que “se cansen de estar aquí”, señaló una de las vecinas, que añadió que “vamos a hacerles un poco la vida imposible”. “No podemos consentir que haya gente así en la comunidad. No podemos permitirlo”, remarcó, para apuntar que hay otras zonas del municipio que sufren el problema de la okupación.

Los vecinos han recibido un 'mail' de la comunidad en el que se les recomienda la instalación de cámaras y alarmas en su vivienda

“Queremos que se corra la voz de que en esta comunidad se van a tomar las decisiones necesarias” para acabar con los allanamientos, por eso el viernes, “durante todo el día, no pararon de llegar coches de empresas instaladoras de alarmas”.

Este lunes trascendía que los okupas, que esgrimen un presunto contrato de alquiler que —obviamente— se considera falso, han interpuesto una denuncia contra la víctima del presunto allanamiento por entrar en su casa sin permiso. El Instituto Armado precisó este extremo y añadió que “los guardias civiles encargados de la investigación han identificado a todas las personas involucradas y han abierto diligencias por los hechos ocurridos”. Estas, junto a las “gestiones realizadas”, han sido “remitidas al titular del juzgado que entiende del caso”.

Con una botella

La agresión que ha generado el temor entre los vecinos se produjo el pasado martes, aunque todo comenzó días atrás. Fue el domingo 28 de mayo, cuando los residentes observaron que alguien estaba residiendo en la casa de Michael y que incluso había instalado una alarma. “Le llamaron y le preguntaron si había alquilado su piso. Contestó que no, entonces le explicaron que había gente viviendo en ella, por lo que dijo que cogía un avión y venía a ver qué ocurría”, relató a El Confidencial una portavoz de la comunidad de vecinos.

placeholder Michael sufrió diversas lesiones. (Cedida)
Michael sufrió diversas lesiones. (Cedida)

El hombre, de 52 años, viajó de Inglaterra a Málaga el martes siguiente e inmediatamente se desplazó a Manilva, localidad ubicada a unos 100 kilómetros de la capital malagueña. Cuando llegó al complejo, algunos propietarios le aconsejaron que llamase a las fuerzas de seguridad, pero se negó. “Entonces le dijimos que íbamos con él, pero respondió que no nos preocupásemos, que iría solo”.

En la denuncia que el jueves interpuso en la Guardia Civil, a la que tuvo acceso este periódico, el agredido manifestó que cuando llegó a la puerta de su domicilio trató de abrir con su llave. Al comprobar que habían cambiado la cerradura, llamó en varias ocasiones al timbre sin que nadie abriese. “Debido a que pudiera tratarse de una presunta okupación, el dicente observa que una de las ventanas de su vivienda se encuentra abierta, por lo que decide saltar a su interior pensando que no había nadie”.

Foto: La casa del diablo, de John Darnielle.
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Michael accedió al balcón del apartamento contiguo, “percatándose que allí estaba su mobiliario”, y de ahí pasó al suyo. Una vez en su piso, se da cuenta de que había gente en el salón. Según se recoge en el documento, les recrimina qué hacían allí, “a lo que los moradores de la vivienda responden de forma violenta iniciando una agresión”. “Uno de ellos rompe una botella de cristal con la que propinó varios golpes en el cuerpo y la cabeza del denunciante mientras forcejeaba con ellos”.

El herido señaló que los agresores “eran tres varones presuntamente de nacionalidad marroquí” y, a preguntas de los agentes del Instituto Armado, aseguró que podía identificar a quien le atacó con la botella. La víctima añadió que solo se defendió empujando y que en ningún momento utilizó ni objeto ni arma.

El parte de lesiones emitido por el hospital Costa del Sol de Marbella detalla que el herido presentaba dos fracturas en un dedo, “cortes en la fosa renal izquierda, zona dorsal y costado izquierdo”, así como otro en el “cartílago del pabellón auricular izquierdo y mastoides”. Permaneció ingresado en observación un día, y el viernes regresó a Inglaterra para pensar los siguientes pasos legales a dar.

Una empresa de desokupación amaga con acudir el jueves a Manilva para echar a los presuntos allanadores de la casa

No obstante, el conocimiento de su caso ha tenido una caja de resonancia en las redes sociales, un ecosistema en el que se mueven con soltura las empresas de desokupación. Han sido varias las que se han ofrecido a ayudar a Michael, aunque fue el sábado cuando una de ellas confirmó que se desplazaría al municipio costasoleño.

El jueves 8 de junio arderá Manilva. Os vais a arrepentir de lo que le habéis hecho a Mike. Rezad todo lo que sepáis. Se acabó la fiesta okupa”, avisaba en un mensaje en Twitter, que ha sido eliminado y que precedió a un vídeo en el que su mediático cabecilla advertía a los presuntos allanadores: “Habéis cruzado la línea roja, os habéis equivocado”.

"Les aconsejamos la instalación de cámaras y alarma de seguridad de forma privada en su vivienda, así como que tomen las medidas que estimen oportunas para proteger su propiedad frente a la okupación ilegal". Esta es parte de la carta que han recibido los propietarios de cada una de las 700 viviendas del complejo residencial de Manilva, donde la semana pasada un ciudadano inglés recibió una brutal paliza por las personas que presuntamente habían okupado su casa. Un suceso que ha generado una gran inquietud entre los residentes extranjeros cuyas casas permanecen deshabitadas durante temporadas y que ha llamado la atención de diversas empresas de desokupación. Una de ellas ha anunciado su presencia en el lugar el próximo jueves, mientras este lunes se conocía que los supuestos allanadores han denunciado al herido por entrar en el domicilio.

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