La desmovilización y la dificultad para captar voto de Cs pone en alerta al PSOE en Sevilla

"Hay gente en Sevilla que te dice que te va a votar, pero después no te vota". Este es el análisis que hace un dirigente socialista a unas pocas horas de la apertura de las urnas en la capital de Andalucía, una de las grandes batallas del 28-M a nivel nacional. Y se resolverá a última hora de esta noche, ya que el gobierno de la ciudad más grande bajo control del PSOE en todo el país se va a decidir por varios miles de votos. Y en el partido del puño y la rosa ya no tienen tan claras sus posibilidades de victoria como hace unas semanas.

Antonio Muñoz lleva menos de año y medio como alcalde y hasta en el PP admiten que es "buen cartel". El problema es que se enfrenta a dos grandes problemas que son más acuciantes de lo que pensaban en el PSOE: la posible desmovilización del votante tradicional socialista, a la que hay que sumar el efecto que puedan tener los escándalos de final de campaña; y la incapacidad para captar el voto de Ciudadanos, una bolsa de 39.000 sufragios en las elecciones de 2019.

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El primero es un mal casi endémico de los socialistas elección tras elección y tiene que ver con la alta abstención que se registra en los barrios donde la formación tiene sus grandes bolsas de votantes. En Sevilla destacan distritos como Macarena, Cerro-Amate, Norte, San Pablo-Santa Justa o Este-Alcosa-Torreblanca. No es casualidad que el regidor cerrase el viernes la campaña en la plaza de la Barzola, en pleno barrio de la Macarena, junto a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. La sevillana es, quizás, el mejor valor que tiene el PSOE andaluz en estos momentos de atonía.

El PSOE puso en marcha una serie de acciones localizadas a través de Facebook en estos barrios, pero hay factores que no se pueden controlar como, por ejemplo, el tiempo lluvioso que se prevé para la jornada electoral y que podría alimentar una mayor abstención. "A las 12 del mediodía sabremos qué pasa", apunta una fuente socialista, convencido de que las dudas sobre la movilización se solventarán en las primeras horas después de la apertura de los colegios en esos bastiones socialistas.

En Sevilla solo ha habido dos mayorías absolutas: en 1983 para el PSOE al calor de Felipe y en 2011 para el PP tras el batacazo de Zapatero

Los socialistas ha constatado en estos últimos días que los 123.000 votos que consiguió Juan Espadas en 2019 fueron un gran resultado y que será difícil superarlos en una ciudad donde las elecciones suelen estar muy igualadas. Solo ha habido dos mayorías absolutas en 44 años de democracia: la de Manuel del Valle, con 19 ediles para el PSOE en 1983 al calor de Felipe González; y la de Juan Ignacio Zoido en 2011, con 20 concejales para PP, con los socialistas desfondados por la crisis y la gestión de José Luis Rodríguez Zapatero.

El voto naranja, hacia el PP

No habrá mayoría absoluta esta noche, como predicen las encuestas tanto internas como externas que están en manos de los partidos. El PP recuperará gran parte del voto que se desvió hacia Ciudadanos, un caladero donde el PSOE quería pescar. Pero en la cúpula de los socialistas sevillanos casi se resignan a dar por perdidos esos sufragios, a pesar de que al principio de la campaña tenían sondeos que les concedían hasta un 25% de esa bolsa de votantes.

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Hay que tener en cuenta que el PP cuenta con la baza de Juanma Moreno, que acudió hasta en cinco ocasiones a apoyar a José Luis Sanz, el candidato popular. Abrió y cerró campaña con él, ambos compartieron escenario con Alberto Núñez Feijóo en el mitin central del PP en Andalucía. Y además hubo una visita a Triana y otra al Polígono Sur horas después de que este barrio repitiese en la estadística del INE como la zona con la renta más baja de todo el país.

No es casualidad que en la carta que reciben los sevillanos figuren antes Moreno y Feijóo que el propio Sanz, que a pesar de que partía con desventaja ha mejorado sus expectativas en los 15 días previos a las elecciones y se ha bandeado bien en los numerosos debates que han jalonado la campaña sevillana. Muñoz, volcado en los barrios y con una campaña en las redes sociales, se ha visto acorralado en alguno de esos encuentros entre candidatos.

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El mensaje que sale de la cúpula del PSOE sevillano y en el círculo del alcalde no es de derrota, sino de alerta. "Si vota la gente nuestra, ganamos", dijo el líder del PSOE de Sevilla, Javier Fernández, en el cierre de campaña. Un "prietas las filas" en toda regla y una llamada a huir de cierta euforia que se vio en el inicio de la campaña ante el éxito del regidor en la calle. A pesar de la falta de conocimiento con la que partía, se ha consolidado y tiene buenos recibimientos de los vecinos en barrios propicios y en otros que se presumen menos amables.

Optimismo en Diputación

Cuando el mensaje es netamente positivo es cuando a un miembro del PSOE de Sevilla se le pregunta por la Diputación. El PP mejorará sus números, pero los socialistas no descartan mantener las 72 alcaldías, más allá de la incertidumbre de la capital, que además puede depender del resultado de los partidos minoritarios. Incluso en los lugares que se consideraban más complicados por el cambio en la alcaldía, los socialistas ven probable mantener el bastón de mando.

La imagen de la provincia teñida de azul que se vio hace menos de un año en las autonómicas no se repetirá esta noche, insisten los socialistas. Y en el PP dan carta de naturaleza a esta realidad, conscientes de que parten de una posición muy negativa y el partido todavía tiene una estructura precaria. El resultado, a un lado y a otro, tendrá lecturas orgánicas en el reequilibrio del poder que sucederá al 28-M. Pero aquí también habrá más repercusiones en el PSOE que en el PP, que sigue en la balsa de aceite posterior a la mayoría absoluta de Moreno.