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El gallego que quiso atracar un Titanic en el Guadalquivir y tiene un lavabo firmado por Obama
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Exposición en Sevilla

El gallego que quiso atracar un Titanic en el Guadalquivir y tiene un lavabo firmado por Obama

Periodista, marino y emprendedor, Jesús Ferreiro lleva décadas dedicado a divulgar la historia del barco hundido en 1912. Su hijo gestiona ahora la empresa creada por él, con una exposición sobre Auschwitz que está en EEUU

Foto: La entrada a la muestra del Titanic organizada por Jesús Ferreiro y que ahora está en Sevilla. (EP/M. J. López)
La entrada a la muestra del Titanic organizada por Jesús Ferreiro y que ahora está en Sevilla. (EP/M. J. López)

Jesús Ferreiro llegó a soñar con un Titanic atracado a los pies de la Torre del Oro y se lo propuso al entonces alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido. Asegura Ferreiro que al dirigente popular no le sonó mal del todo. Un barco permanente, con hoteles y restaurantes a unos pocos metros de la Giralda. Su sueño, un imposible, no se ha cumplido, pero diez años después ha vuelto a la ciudad con los retazos del barco que lo obsesiona desde hace ya medio siglo y que lo ha llevado incluso a cartearse con Barack Obama. Y a tener un lavabo con la firma del presidente norteamericano.

Gallego de Corme (A Coruña), periodista y miembro de una saga de marinos, entró en contacto con el barco de la White Star Lane cuando empezó a presentar Onda Pesquera en la Cadena Cope. Vio cómo la noticia de un naufragio de un barco de su familia quedaba escondida en las páginas interiores del periódico local y quiso cambiar eso. "Entonces se llamaba Radio Popular de San Sebastián y por allí estaba Encarna Sánchez", recuerda Ferreiro, que ahora vive en Santander, pero que ha estado muchos años afincado en la ciudad donostiarra. Fueron 25 años de programa que lo llevaron a la SER y a Radio Nacional de España, con un premio Ondas de por medio: "Los 14 y 15 de abril, como no puede ser de otra manera, hablábamos del Titanic". Fue esa noche cuando el barco se hundió, en 1912.

Foto: Así se descubrió el Titanic: sale a la luz el material inédito que fascinó a James Cameron (WHOI-Archives Woods Hole Oceanographic Institution)

Y ahí empezó la historia de amor que lo ha llevado a ser presidente de la Fundación Titanic, que es quien organiza la exposición que se inauguró en la capital andaluza el viernes y que cuenta con una reproducción a 1:30 del barco. "Es la maqueta transportable más grande que hay, pero a nosotros nos gusta contar historias humanas", cuenta en una terraza del Pabellón de la Navegación de la Expo 92, que alberga la muestra. Como la de Millvina Dean, la última superviviente del naufragio que se produjo en abril de 1912 y en el que perdieron la vida entre 1.491 y 1.513 personas.

"Estuve en los últimos tres cumpleaños de Millvina", cuenta Ferreiro, que lleva en la solapa el pin de un proyecto para reconstruir el barco y ponerlo en uso, aunque Ferreiro admite que todos los que lo han intentado han acabado fracasando. El último cumpleaños de Millvina Dean fue ya en el hospital, unos meses antes de que en mayo de 2009 falleciese como la última persona viva que se montó en el barco. "También fue la más joven en montarse, con solo cinco meses", insiste el veterano periodista y emprendedor, que conserva un batón de su "amiga", que se expone entre los distintos enseres del barco que hay en la exposición.

placeholder Jesús Ferreiro, delante de la maqueta del Titanic. (Cedida)
Jesús Ferreiro, delante de la maqueta del Titanic. (Cedida)

También hay cajas originales del champán que se sirvió en el barco, de la bodega Abelé 1979, y el coche que debía llevar de vuelta el Titanic a Europa y que fue "el primero de la historia que condujo una mujer". Fue el buque gemelo del malogrado Titanic, el Olympic, el que lo llevó a Londres. Por cierto, la rueda del timón de ese buque está también en el catálogo de la muestra. "Cuando los niños vienen, se ríen y lo señalan como el coche en el que Leonardo DiCaprio y Kate Winslet hacen el amor. Y eso que muchos no han visto la película", explica, divertido, el gallego, que asegura que en el Titanic no hubo ningún coche, aunque sí había piezas para montarlos al otro lado del Atlántico.

"Como dice [James] Cameron, cuando te metes en el Titanic te engancha para toda la vida", señala Ferreiro. Además de a Millvina Dean, en su etapa como periodista entrevistó a otros ocho pasajeros más. El relato de Dean, dada su juventud, es en realidad producto de lo que le contó su madre. Y entre las historias que corrobora está la profesionalidad de los músicos de la embarcación y el hecho de que muchas de las muertes se produjeron por la falta de entendimiento entre la tripulación, que era inglesa, y los pasajeros de hasta 39 nacionalidades que poblaron el barco durante los 4 días que navegó por el Atlántico.

placeholder El timón del Olympic y el coche que nunca subió al Titanic. (M. J. López/EP)
El timón del Olympic y el coche que nunca subió al Titanic. (M. J. López/EP)

Ferreiro cuida cada detalle de la exposición casi como a un hijo. En la mañana del viernes, antes de atender a El Confidencial, dirige la colocación de la chapa que simula el casco del barco más famoso de la historia (con permiso de las carabelas de Colón). Como hace en cada inauguración, rompe una botella de espumoso, como es tradición cuando se bota una embarcación. En Sevilla optó por un espumoso de Umbrete, en la cercana comarca del Aljarafe. Y él mismo se encarga a veces de hacer de guía en un recorrido que tiene, como estrella, un lavabo que reproduce los que había en los camarotes de tercera clase del barco y que lleva la firma de Barack Obama.

El presidente de EEUU es patrono de honor de la fundación y se ha carteado en varias ocasiones con Ferreiro. El gallego afirma que fue él quien pidió el lavabo, pero Ferreiro le puso la condición de quedarse con uno que lleve su firma. Entre los patronos de honor también estaba la reina Isabel II de Inglaterra y el cuadro de honor se completa con figuras como Rafael Nadal o Elettra Marconi, la hija del inventor del telégrafo.

La organización, sin ánimo de lucro, nació en 2006, pero los proyectos de Ferreiro tienen una segunda pata, Musealia, la empresa que fundó hace 23 años y que también tiene su propia exposición sobre el Titanic. Luis Ferreiro, su hijo, está ahora al frente de la entidad, que produce muestras que "giran alrededor de la existencia humana, pero lo cuentan con historias específicas". Comenzó como traductor de su padre y ahora encabeza proyectos como la exhibición sobre el barco y otra sobre el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau en colaboración con el museo oficial de este enclave polaco, donde los nazis pusieron en práctica sus proyectos de extinción de la raza judía. "Tardamos siete años en diseñarla", explica Ferreiro hijo, que continúa la saga familiar y que ya prepara el próximo proyecto.

Jesús Ferreiro llegó a soñar con un Titanic atracado a los pies de la Torre del Oro y se lo propuso al entonces alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido. Asegura Ferreiro que al dirigente popular no le sonó mal del todo. Un barco permanente, con hoteles y restaurantes a unos pocos metros de la Giralda. Su sueño, un imposible, no se ha cumplido, pero diez años después ha vuelto a la ciudad con los retazos del barco que lo obsesiona desde hace ya medio siglo y que lo ha llevado incluso a cartearse con Barack Obama. Y a tener un lavabo con la firma del presidente norteamericano.

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