El misterio de las 80 personas drogadas con PCP en el rodaje de 'Titanic': ¿qué ocurrió?

El pasado 19 de diciembre se cumplieron 25 años del estreno de ‘Titanic’, una de las películas más aclamadas de los últimos tiempos. Aprovechando que cumplía un cuarto de siglo, se lanzaron varios reportajes y escenas inéditas del verdadero Titanic, hundido bajo el mar. El rodaje de la película, dirigida por James Cameron, no estuvo exento de curiosidades y misterios.

Por ejemplo, resulta que producir todo el film costó 200 millones de dólares, mucho más de lo que costó la construcción del transatlántico real, que se cifra en 7,5 millones de dólares de la época. También hay varias anécdotas sobre los actores, pero la que no se cuenta habitualmente y que sigue siendo todo un misterio fue la intoxicación que sufrió el staff de la película cuando comían una sopa y que puso en peligro a muchas personas.

TE PUEDE INTERESAR

Así se descubrió el Titanic: sale a la luz el vídeo inédito que fascinó a James Cameron

María del Pilar Díaz

Resulta que parte del equipo de grabación se disponía a comer una sopa de almejas el 9 de agosto de 1996. Al rato de haber tomado la sopa, muchos comenzaron a sentirse mal y a actuar de manera extraña y errática. Lo que ocurrió fue que habían sido intoxicados con PCP, que alguien había mezclado con la sopa, contaminando la comida y poniendo en peligro a todos los que la tomaron.

El PCP es una droga muy potente

El PCP (Fenciclidina), también llamada “polvo de ángel”, es una droga sintética que se clasifica como un disociativo, ya que interrumpe la comunicación entre las diferentes partes del cerebro y produce una sensación de separación de uno mismo y del mundo que le rodea. El PCP, muy famosa en los años 50 como anestésico, es una droga ilegal en muchos países y su consumo puede tener efectos alucinógenos muy peligrosos y potencialmente mortales.

Hubo personas que sintieron hiperactividad y otras alucinaron durante horas

80 personas fueron las afectadas por esta mala broma y, aunque ni DiCaprio ni Winslet estaban entre ellas, sí afectó a James Cameron y a Bill Paxton, Brock Lovett en la película. Como cuenta Sensacine, “algunas personas se reían, otras lloraban, otras vomitaban”. El set de rodaje se llenó de gente corriendo y gritando, gente llorando, personas alucinando y otros realmente enfermos.

Casi todos los afectados acabaron en el hospital para ser atendidos. Algunos fueron ingresados, pero otros, como el propio Cameron, decidieron arreglar el asunto por sí mismos, vomitando todo lo que habían comido. A día de hoy, y a pesar de que se realizó una investigación policial dado lo grave del suceso, no se sabe quién fue el responsable.