La 'cumbre de Fitur' abre grietas en los territorios del PP por la financiación

El debate sobre la financiación autonómica es un hueso duro de roer. Uno de esos (pocos) asuntos que trascienden la guerra de siglas y abren trincheras dentro de los propios partidos. La reforma del sistema continúa sin avances, y ese estancamiento ha forzado a los territorios más castigados por las reglas actuales a mover ficha. La ya apodada como conjura de Fitur reunió en una especie de cumbre informal a Carlos Mazón (Comunidad Valenciana), Juanma Moreno (Andalucía), Fernando López Miras (Murcia) y Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha) para exigir al Ministerio de Hacienda que active un fondo de nivelación de más de 3.200 millones de euros que compense la falta de fondos hasta que se retomen las negociaciones.

Pese a compartir las razones, la propuesta ha levantado suspicacias en otros territorios gobernados por el Partido Popular. El argumento es común. Si el mecanismo estable de reequilibrio que piden las autonomías del corredor mediterráneo ve la luz, se romperían los "consensos" y se abonaría el relato de un trato desigual que perjudicaría a sus intereses, sobre todo porque, señalan, la reforma de la financiación se guardaría definitivamente en un cajón. No entrarán en conflicto abierto con sus compañeros de filas. Pero sí expresan su disconformidad por la ruptura de la "multilateralidad", el argumento con el que el PP trata de enfrentar los "privilegios" que el Gobierno concede a Cataluña.

"Impulsar un fondo de nivelación está muy bien, siempre y cuando incluyan a Madrid", comenta de forma irónica un alto cargo cercano a Isabel Díaz Ayuso. La presidenta madrileña fue una de las voces que cargaron con más fiereza contra la condonación de la deuda catalana, y pidió a los territorios gobernados por el PP que no se acogiesen a la oferta que el Gobierno hizo extensible al resto de territorios. "Es repartir miseria", repitió la dirigente, que hizo, no obstante, una excepción con Carlos Mazón, por la "deuda inasumible" que ha heredado el presidente valenciano.

Fuentes de la comunidad trasladan su rechazo a abordar la cuestión de la financiación de manera individualizada, como hacen Mazón, Miras y Moreno, y asumen que, en cualquier caso, Madrid va a salir perjudicada, bien por un fondo de nivelación que les deje fuera o bien por una reforma que no satisfaga sus intereses. Añaden, además, un recado velado a Alberto Núñez Feijóo para que ponga de acuerdo a sus territorios y evite regalar al Ejecutivo una imagen de división de filas en el PP.

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No es el único territorio que ha puesto esta recomendación encima de la mesa. También Alfonso Rueda, presidente de la Xunta y candidato a la reelección, dirigió un mensaje al resto de sus colegas autonómicos a principios de enero, durante un desayuno en el que participó también el líder del PP. "Vuelvo a hacer una llamada delante de mis compañeros para que hablemos entre todos, con renuncias, sí, pero también con muchísimos logros", afirmó. Pero el recado ha caído, de momento, en saco roto.

Fuentes de Génova ratifican que Feijóo no tomará la iniciativa de un asunto que, a su juicio, debe liderar el Gobierno. "Esto no es una negociación de partidos", insisten en la cúpula nacional, donde instan al Ejecutivo a convocar por fin la Conferencia de Presidentes o el Consejo de Política Fiscal y Financiera para abordar la financiación "entre todos". Reiteran que no es una competencia del líder de la oposición, sino del jefe del Ejecutivo. Y apuntan, además, a que la cuestión será otro foco de desgaste para el Ejecutivo. "El problema es de Sánchez, a ver cómo logra poner de acuerdo a Rueda y a Mazón", ironizan.

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Las conclusiones de la cumbre de Fitur tensan también territorios como Castilla y León, donde rechazan las conclusiones de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) a las que se aferran Mazón, Moreno, Miras y Page para elevar la presión al Ministerio de Hacienda. "Este tipo de cosas no se pueden pactar en Fitur", inciden fuentes de la Junta, que aluden al Consejo de Cuentas regional, que cifró su infrafinanciación en casi 400 millones de euros al año. "Todas estamos infrafinanciadas", sentencian.

El consejero de Economía y Hacienda de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, se refirió también a esta cuestión este jueves. "La multilateralidad, lo que afecta a todos, tiene que ser negociado por todos", sentenció, en respuesta a una pregunta sobre la conjura de los barones del PP junto a Page. "No nos parece que el mecanismo sea negociar solo con unas comunidades autónomas, y entiendo las críticas que se hacen en el resto", insistió, en alusión también a las cesiones económicas a la Generalitat. Y concluyó: "La nuestra es una comunidad infrafinanciada, y ni siquiera el modelo de financiación asegura los gastos de consejerías básicas, como Sanidad o Educación".

El episodio de Fitur tampoco pasó desapercibido para el presidente de La Rioja, Gonzalo Capellán, que estuvo presente como convidado de piedra en la fotografía entre los barones del PP y el presidente de Castilla-La Mancha. Durante un desayuno en Madrid con Alberto Núñez Feijóo, el dirigente afirmó que, también a su juicio, las cuestiones relativas a la financiación "no se hablan ni en los pasillos de Fitur ni en los del Congreso" y puntualizó que el informe de Fedea es "parcial". Y que, como el resto de sus compañeros, él debe velar también por los intereses de su territorio.

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En líneas generales, los territorios del PP y también Génova tratan de canalizar las críticas hacia el Gobierno, pero las primeras fisuras internas comienzan a centellear por las incógnitas sobre el reparto de los fondos. Por el momento, la propuesta sobre el fondo de nivelación ha sido acogida de forma fría por María Jesús Montero, pese al compromiso escrito recogido en el acuerdo de coalición entre PSOE y Sumar, que insta a garantizar vía presupuestos la nivelación de las comunidades infrafinanciadas. La falta de entendimiento entre PSOE y PP y el choque entre administraciones —por la preponderancia entre el factor población y distribución o el factor envejecimiento— impiden, por el momento, la actualización del cálculo.