El salto de Urtasun y Rego al Gobierno nutrirá a Podemos: más de 400.000 euros por nuevas eurodiputadas

Podemos ha quedado fuera del Gobierno de coalición, pero la entrada de Ernest Urtasun y Sira Rego al Ejecutivo puede reportar al partido morado nuevos fondos por valor de 400.000 euros, como poco, para desarrollar su actividad política en Bruselas, Estrasburgo y España. El ministro de Cultura y la titular de Juventud e Infancia, hasta ahora eurodiputados, dejan sus escaños libres y las siguientes personas en la lista son dos figuras de la cuota morada que podrán ejercer hasta junio de 2024, cuando se celebrarán las elecciones europeas. Se trata de Esther Sanz y Patricia Caro, que en los próximos días tienen la opción de adquirir la condición de europarlamentarias. Sanz, además, forma parte del Consejo Ciudadano Estatal, máximo órgano de dirección política del partido de Ione Belarra.

Los cargos públicos de Podemos tienen obligación de donar parte de sus sueldos, que en el caso de los miembros del Europarlamento asciende a 9.975 euros mensuales (7.776 euros descontados los impuestos). A falta de determinar qué parte de esta cantidad debería ir a las arcas del partido por cada uno de los dos salarios (suman 93.312 euros en seis meses), cada eurodiputada tendrá acceso a una partida mensual de hasta 28.412 euros al mes para contratar trabajadores. Supondrían 340.944 euros para contrataciones en seis meses.

Y a esto se sumarían las dietas para cubrir gastos de su actividad en España: gestión de oficina de los diputados, los gastos de teléfono y los gastos postales o la compra de equipos informáticos. En total, 4.778 euros mensuales por escaño, un total de 57.336 euros en seis meses. Solo entre estos fondos (contrataciones y gastos de actividad), ya sumarían casi 400.000 euros para desarrollar su actividad política. Es un cálculo muy a la baja, en opinión de distintas fuentes parlamentarias.

Además, los diputados tienen derecho al reembolso del coste de sus billetes para asistir a la mayoría de reuniones en Bruselas o Estrasburgo y en su Estado miembro, y hay otra partida destinada a la asistencia a reuniones oficiales fuera de su país (4.716 euros anuales cada uno). Se suman a estos importes las dietas diarias de 338 euros para cubrir otros gastos en periodos de actividades parlamentarias (acreditando su presencia en los registros oficiales). El grueso de esta actividad suele concentrarse en dos días, tres semanas al mes.

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Si las inyecciones económicas vía subvenciones en los Parlamentos regionales, así como en las Cortes Generales, ya son considerables, los recursos que pone a disposición de sus integrantes el Parlamento Europeo son aún más considerables. Los sucesivos varapalos electorales de 2023 (28-M y 23-J) han erosionado notablemente las arcas del partido. Se llevan el 23% de las subvenciones de la coalición Sumar, si bien en agosto ejecutaron un ERE que afectó al 70% de su plantilla, que Belarra justificaría después culpando a Díaz de las condiciones del acuerdo para las elecciones generales.

Estas cantidades contribuirían a financiar la actividad que el partido vinculará a la Eurocámara, en un año electoral en el que la estrategia morada pasa por desmarcarse de Yolanda Díaz, y en la que desde hace semanas alientan, fuera de cámara, la teoría de que concurrirán a los comicios separados de Sumar, con Irene Montero como candidata. Escasos meses después de desaparecer de Parlamentos como el de Madrid o la Comunidad Valenciana, estos recursos serían especialmente preciados.

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La Eurocámara cuenta con procedimientos de control y fiscalización de los gastos, y, a partir de marzo, en vísperas de elecciones, las opciones de gasto se ven limitadas, explican fuentes parlamentarias. En cualquier caso, a estas partidas se une otra línea presupuestaria, conocida como Item 400, que puede destinarse a la actividad política propia. Cada grupo establece para ello sus propias normas: Podemos se integra en la Izquierda Unitaria Europea, como Izquierda Unida, aunque Urtasun se encuadraba en Los Verdes.

Varios asistentes a disposición de cada escaño

Según las normas de la Cámara, cada parlamentario puede contratar directamente a hasta cuatro asistentes acreditados en Bruselas, Luxemburgo o Estrasburgo, con la condición de que al menos el 25% de los gastos para contrataciones se utilicen para estos fines.

Los eurodiputados pueden contar también con asistentes locales en sus respectivos países (con contratos laborales o de prestación de servicios) y con becarios, y dedicar hasta el 75% de sus 28.412 euros mensuales (21.309 euros cada uno) a estos fines. Varios diputados pueden agruparse para contratar asistentes conjuntamente. En un contexto de reemancipación política, y con una drástica caída de ingresos en España, supondría todo un balón de oxígeno para los morados.