La extraña pasividad de Florentino: 6 meses sin pedir pruebas contra el Barça en el caso Negreira

• ​Los árbitros que pitaban al Barcelona iban de karaoke con Negreira y los llevaban al Camp Nou en "coches de lujo"

El Real Madrid solicitó personarse como acusación particular en el caso Negreira el pasado abril, seis semanas después de que trascendieran las primeras informaciones sobre los pagos del FC Barcelona al vicepresidente del Comité Técnico de los Árbitros (CTA). Pero, pese a la rivalidad deportiva que existe entre ambos equipos y la relevancia penal que la Agencia Tributaria, la Fiscalía y el Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona atribuyen a los supuestos sobornos al dirigente del estamento arbitral, el club blanco no ha hecho ni un solo movimiento para impulsar las diligencias. Este fin de semana madridistas y culés se enfrentan en Liga y el presidente blanco, Florentino Pérez, no acudirá al palco.

La actitud del Real Madrid está provocando desconcierto. En las primeras semanas, la institución que preside Florentino Pérez prefirió guardar silencio. Sin embargo, la indignación de sus aficionados, ante la avalancha de revelaciones sobre los pagos a José María Enríquez Negreira, llevó al Real Madrid a convocar una junta directiva con "carácter urgente" y anunciar su personación en el procedimiento "en defensa de sus legítimos intereses".

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El anuncio se concretó dos semanas después. Los abogados del Real Madrid presentaron un breve escrito en los juzgados de la Ciudad Condal para pedir que se le permitiera actuar como acusación, al considerarse "indudablemente" dañado por las posibles acciones "tendentes a favorecer al FC Barcelona". La primera jueza que se hizo cargo del caso, Silvia López Mejía, aceptó la solicitud a finales de mayo por tratarse de un club "participante en la competición" que presuntamente habría sido adulterada por las continuas entregas de dinero a Negreira.

Desde entonces, la personación ha permitido al Real Madrid tener acceso a la documentación que obra en el sumario, pero la entidad no ha propuesto ninguna diligencia de investigación, ni ha solicitado la declaración de ningún imputado o testigo, ni ha aportado nuevas pruebas, ni ha intentado elevar la acusación contra los ya implicados planteando que se exploren nuevos posibles delitos.

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El sentimiento de agravio que existe en la masa social madridista y en el fútbol en general por las informaciones sobre Negreira ha quedado en un segundo plano. Fuentes próximas a la causa interpretan la pasividad del Real Madrid como una táctica destinada a calmar a sus seguidores y a preservar, al mismo tiempo, el futuro judicial y la delicada economía del Barça, el único aliado que le queda a Florentino Pérez en su cruzada para imponer la Superliga.

A los expresidentes Sandro Rosell y Josep Mari Bartomeu, imputados desde el principio, se sumó la semana pasada el actual máximo responsable del Barça, Joan Laporta, por los pagos que tuvieron lugar durante su primera etapa al frente del club. La institución de la capital asistió a esa novedad sin pronunciarse.

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El Madrid solo presentó un segundo escrito en septiembre y fue únicamente para oponerse a las peticiones de Bartomeu y del FC Barcelona para que fuera expulsado de la causa. La entidad que preside Florentino Pérez argumentó que, al tratarse de un "competidor directo" del conjunto catalán, "se acentúa el agravio sufrido como consecuencia de la eventual alteración" de los resultados, por lo que era evidente su condición de perjudicado. También calificó de "aplastante" la falta de una explicación creíble sobre el motivo de los pagos al exvicepresidente del CTA.

El nuevo juez instructor del caso, Joaquín Aguirre, rechazó las pretensiones de Bartomeu y del FC Barcelona y dio la razón al Real Madrid, permitiéndole seguir como acusación particular. Pero esta ratificación tampoco se ha traducido en ninguna respuesta tangible. El papel del club blanco en la causa está siendo meramente testimonial.

El Real Madrid ha declinado pronunciarse sobre su estrategia en el procedimiento a preguntas de El Confidencial.

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Las únicas acusaciones que están solicitando la práctica de diligencias para impulsar las averiguaciones son LaLiga y el árbitro en activo Xavier Estrada Fernández, que fue el primero en sumarse a la querella de la Fiscalía contra la entidad blaugrana. Entre las diligencias solicitadas por estas acusaciones se encuentran las peticiones de documentación que provocaron hace un mes el registro de la sede del CTA en la Ciudad del Fútbol de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), por ejemplo.

También han pedido que se requieran facturas y contratos a la Federación Catalana de Fútbol, que tuvo a sueldo a Negreira durante unos meses; el cuestionario que hizo la RFEF a los árbitros sobre la relación que habían mantenido con el hijo de Negreira, Javier Enríquez Romero, y correos del CTA que pudieran estar relacionados con el vicepresidente de este órgano.

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Laporta reaccionó la semana pasada a su imputación por cohecho asegurando que la decisión solo tenía como objetivo dañar al FC Barcelona. El dirigente obvió los argumentos del juez Aguirre: "Hay una campaña orquestada para desestabilizar al Barça, de unos organismos que aprovechan el caso Negreira para desarrollar toda esta campaña feroz y sin precedentes que está sufriendo el Barça". Laporta acuñó incluso el concepto de "madridismo sociológico" para explicar la resolución judicial.

Las acusaciones del dirigente blaugrana no han tenido respuesta del Real Madrid, ni dentro ni fuera de los tribunales. El pasado marzo, Florentino Pérez decidió no acudir al palco del Camp Nou para presenciar el Clásico de la jornada 26 de la temporada 2022-23. Un mes después, el presidente de ACS tampoco presenció junto a Laporta el partido de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey que se jugó en Barcelona.

Desde entonces, las pruebas sobre los pagos a Negreira no han dejado de crecer, pero Florentino Pérez tenía intención de volver a sentarse este sábado en el palco barcelonista para presenciar otro Clásico. El Sevilla FC es el único club que ha roto relaciones con el equipo catalán por los sobornos al arbitraje. A última hora de este miércoles se conoció el cambio de postura del máximo mandatario blanco, quien finalmente no acudirá al partido. Ni las acusaciones de ser el equipo de Franco ni los pagos al vicepresidente en activo de los árbitros, Enríquez Negreira. Un tuit del portavoz del Barça, Mikel Camps, llamando "payaso y vacilón" a Vinícius Júnior ha provocado que Florentino Pérez no esté en el palco de Montjuic.