La guerra del Real Madrid que no cesa para que se esclarezca si había un sistema corrupto

El Real Madrid ha manifestado en todo momento su postura de respetar los tiempos de la justicia para que se aclare qué sucedió durante casi dos décadas con los pagos del Barcelona a José María Enríquez Negreira. Paralelamente, tiene un modelo de actuación, a través de su canal de televisión, que utiliza de denuncia para que el caso no caiga en el olvido. Los indicios que, según el juez Joaquín Aguirre, de una corrupción sistémica sirven al club para seguir combatiendo una injusticia que se prolongó en el tiempo y con la que hay que llegar al fondo. El juez considera que Negreira habría favorecido a "árbitros afines" con partidos relevantes e internacionalidades.

Los registros de la Guardia Civil en la sede de la Federación Española de Fútbol para obtener documentación es un paso que se considera importante en el club blanco. En este sentido, es fundamental que se sepa qué influencia ejercía el número dos de los árbitros para decidir los ascensos y los descensos de los colegiados. Es un apartado clave en la investigación, ya que el club que preside Florentino Pérez, presentado como acusación particular en el caso, se siente perjudicado.

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El Real Madrid considera que tiene derecho a defenderse por un asunto oscuro y que se califica de extrema gravedad. Los pagos a Negreira durante tantos años tenían un fin y es esencial, para garantizar la limpieza de la competición, que quede demostrado si el sistema estaba corrupto, manipulado y adulterado.

Los vídeos de Real Madrid TV

La vía más contundente que tiene el club, respaldada por las peticiones que llegan desde una masa social que se siente indignada y solicitan que el caso no caiga en el olvido, es la de las denuncias que se hacen en su canal. El Real Madrid se siente perjudicado y ha dado el paso de pedir cambios en el Comité Técnico de Árbitros (CTA). Los vídeos del canal oficial que tanta polémica suscitan tienen el fin de pedir la salida de Luis Medina Cantalejo, presidente de los árbitros, y Carlos Clos Gómez, el jefe del videoarbitraje (VAR).

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Son dos de las personas que ocupan cargos relevantes, que estaban en épocas anteriores y por lo que el colectivo arbitral está bajo sospecha. La postura del club es la de no bajar la guardia, seguir con sus denuncias en Real Madrid TV, sin importarle las reacciones que llegan desde el exterior ni de dirigentes como Miguel Ángel Gil Marín. El director general del club rojiblanco filtra su malestar, tras el derbi, en una conversación privada por los vídeos que emite el Real Madrid en su canal. Considera que los utiliza para ejercer presión e influenciar en los arbitrajes. En el Real Madrid sorprende que Gil Marín esté más pendiente de lo que se dice en el canal oficial que de ir hasta el fondo con el caso Negreira, un escándalo que afecta a todo el fútbol español y hace un tremendo daño reputacional.

El proceso judicial del caso Negreira va para largo, pero el Real Madrid sigue en su batalla para esclarecer si había un sistema corrupto, derivado de los pagos de más de 7 millones de euros durante 17 años, al que fue vicepresidente de los árbitros.